Citanias, miliarios, puentes romanos, templos medevales…

No es la primera vez que hacemos este recorrido pero como hoy nos acompañaba un habitual de los sábados, nuestro amigo Jaime, gran aficionado a la ornitología, quisimos llevarlo por parajes donde abundasen las aves, siendo muy adecuado éste que hicimos hoy ya que gran parte va paralelo al río Coura, a su paso por las parroquias de Cossourado y Rubiâes, en la vecina provincia portuguesa de Paredes de Coura.

Esta ruta ha sido bautizada con el nombre de Miliarios, y la hicimos por última vez en Julio del año pasado. Es una ruta preciosa y muy interesante desde el punto de vista cultural y etnográfico pues se inicia cerca de la llamada Cividade de Cossourado, una citania de la época preromana,  conserva una notable cantidad de miliarios, varios en la parroquia de Antas, uno en el atrio de la iglesia de San Pedro de Rubiâes y otro llamado miliario de Augusto, en la misma parroquia.  La iglesia  es una hermosa muestra del románico del siglo XII, así como el puente que atraviesa el río Coura a su paso por el lugar de Aparada, en pleno Camino de Santiago en su versión portuguesa.

Nuestro amigo Jaime disfrutó a tope identificando  y observando con sus prismáticos y su fino oído los variados individuos que revoloteaban entre los árboles de la ribera o salían de sus escondrijos bajo los matorrales, o bien reposaban su vuelo posándose tranquilamente en las tierras de labor.

Desde el año pasado, se ve que no ha habido ninguna tarea de conservación de la ruta por lo que en ciertos tramos como el del puente Quirico, el paso se hacía imposible y en otros, a través del monte, el matorral, los helechos y las zarzas hacían la marcha muy dificultosa. Así que, no sin esfuerzo, aunque contentos por la belleza e interés del recorrido, alcanzamos el punto de partida de este trilho, el PR 08, a eso de la una, cuando el fuerte calor de estos días comenzaba a apretar en serio.

El mapa y los detalles de la ruta pueden verse haciendo clic con el ratón aquí.


Ante la imposibilidad de seguir por la ruta original, esta azequia vacía nos ha servido de sendero. Hubo más suerte para vadear el río por esta pasarela.


Dos originales maneras de señalar el camino. La cruz pintada en la piedra indica que un poco más arriba se encuentra la iglesia románica de San Pedro de Rubiâes.


La vegetación dificulta el paso y oculta las marcas por lo que es necesario andar muy vigilante para no perderse.

Nota: Para ampliar, hacer clic en las imágenes.