Entre la Cruz y el trisquel

Hace unas pocas semanas, en febrero, cuando hicimos la Ruta dos penedos se nos ocurrió que sería interesante organizar una que pasase por los tres enclaves que podríamos considerar emblemáticos en esta zona: La Cruz de A Picaraña, el Castro de Troña y el castillo de Vilasobroso.

Y a ello nos pusimos este sábado, iniciando la ruta en un campo de deportes medio abandonado que está en el comienzo del PRG-120, en la parroquia de Arcos, Ponteareas.  No tardamos en alcanzar el alto de A Picaraña en donde hemos tenido la satisfacción de admirar la nueva cruz de piedra que sustituye a la anterior derribada por unos cuantos vándalos descerebrados. Desde este lugar, atravesando O Monte das Pías no tardamos en llegar al Castro de Troña, cuyo origen se remonta a antes del siglo V a.c. Hasta tal punto fue cristianizado este lugar que el monte en el que se ubica tiene el nombre de Dulce Nombre de Jesús. Además de los restos de viviendas castreñas han construído allí una hermosa iglesia y dos cruceiros.  De ahí el título de este comentario, Entre la cruz y el trisquel.

No es un trisquel lo que hay grabado en una de las rocas del castro sino una serpiente, pero para expresar la distancia que hay entre una y otra época me parecía más expresivo el trisquel. Pues entre ambas edades, casi a mitad de camino, tenemos la edad media en la que fue construído el Castillo de Sobroso o de Vilasobroso que de ambas formas es nombrado y que vale la pena visitar ahora que está abierto al público, después de haber sido adquirido y restaurado por el  Concello de Ponteareas.

En poco más de una hora regresamos al punto de partida contentos  por haber realizado una caminata que, tanto  en sus aspectos históricos como pasajísticos, no tiene desperdicio.


La Cruz de A Picaraña se eleva de nuevo sobre el valle del Tea para satisfacción de vecinos y devotos, pues pronto se celebrará aquí la tradicional romería. A la derecha, un detalle de uno de los cruceiros del Castro de Troña.


Restos de viviendas castreñas con más de 2.000 años de antiguedad. El roble de la foto no es tan antiguo pero tiene sus años.


El Castillo de Sobroso.

Distancia Duración Dificultad Tiempo
Datos de la ruta 17,6 Km. 4 h. 36 min. Media Nubes y claros

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Ríos y montes de Cotobade

A poco de salir del casco urbano de Pontevedra por la carretera de Orense hay una desviación a la derecha que pone: Carballedo 12 Km. Carballedo es la parroquia del Concello de Cotobade, podríamos decir  la capital, pues allí se encuentra el edificio que alberga la alcaldía y otros servicios municipales.

A pocos metros del citado edificio pasa el río Almofrey, ancho, tranquilo y hasta algo majestuoso en su fluir hacia el río Lérez del que es tributario. Siguiéndolo a lo largo de casi 2 Km. llegamos Pozo Negro que es donde hemos iniciado la caminata de este lunes.

Pozo Negro ni es un pozo ni es negro sino todo lo contrario, un extenso parque de verde césped en el que dan sombra hermosos carballos, castaños y olmos y donde, aprovechando un remanso del río, han construido una piscina donde niños y mayores se bañan y refrescan en sus frías aguas cuando el calor aprieta.

Desde Pozo Negro, siguiendo el cauce del Almofrey, subimos en pocos kilómetros hasta el lugar de Pazos para llegar al cabo de casi una hora a Borela, con hermosa iglesia y casa rectoral, dignas de visitar, así como su famoso puente medieval. Seguimos hasta Graña de  donde parte un amplio camino de carro empedrado en casi toda su longitud  que rodea, después de atravesar el río Meniños, el monte hasta enlazar con un pista forestal que nos lleva hasta la parroquia de Famelga, con una encantadora ermita y llamativo peto de ánimas, formando parte de otra agradable zona recreativa con sus mesas y bancos de piedra, frondosa arboleda y cuidado césped.

Seguimos carretera abajo (aunque recomendamos, tomar la ruta BTT que partiendo del Area recreativa, sigue paralela al asfalto) hasta encontrar el cruce con sendero denominado Foxo do lobo del cual hemos hado noticia aquí, en Sendereando, en abril de 2006. Es una preciosa ruta muy bien marcada que discurre en gran parte por las orillas del río Almofrey y que termina en Rebordelo, muy cerca del edificio municipal citado más arriba. Llegados aquí, con un par de Kms. más por la pista de tierra que sale poco más arriba del puente regresamos al punto en el que hemos iniciado nuestra caminata de hoy.


En la iglesia de San Martiño de Borela se encuentra este asiento de impresionante factura delante del cual nos sacamos la foto de familia.


Casi escondida en la frondosidad del bosque se encuentra la aldea de  A Graña. A la derecha dos hórreos gemelos, con cubierta de piedra, muy abundantes en la zona.


El río Almofrey a su paso por el puente Serrapio. A la derecha, entrando en el puente de Carballedo.


Para llegar a la carballeira en la que se encuentra el foxo do lobo hay que atravesar este monte de tojo por el que pastan tranquilamente una manada de caballos de la que sobresale este hermoso y excepcional alba plena.

Distancia Duración Dificultad Tiempo
Datos de la ruta 25,2 Km. 7 h. 13 min. Fácil Soleado

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Zobra

«No resulta fácil llegar a la parroquia lalinense de Zobra. Curiosamente, en la propia capital del municipio pontevedrés se encuentra por la calle gente que jamás pisó esas «terras remotas», como las calificó una mujer de edad, sorprendida de que un periodista se interesase por una parroquia montañosa que se distingue muy bien desde la autovía de Santiago a Cea. Y se distingue muy bien porque las cumbres de los montes están saturadas de molinos de viento, a la derecha según se circula a tierras ourensanas.

Otra cosa, en efecto, es llegarse hasta allí, ya que procede ir «de pé feito». O sea, adrede. En otras palabras: no queda a mano de nada. Simplemente, queda a desmano. Para decirlo en román paladino: en el olvido.»

Así lo cuenta  Cistóbal Ramírez, periodista de La Voz de Galicia, en su crónica en dicho diario del 19.12.2008. Y no le falta razón. Si uno va atento, a unos 10 Km. de Lalín, verá un rótulo, girando a la izquierda, que anuncia la parroquia de Zobra, a la que se llega a través de una carretera local en la que abundan las curvas. Efectivamente, Zobra está como escondida en las estribaciones de la imponente Serra do Candán.   Cuesta trabajo imaginar cómo serían los accesos hasta este recóndito lugar hace unas decenas de años, antes de que el asfalto laminase cuanta pista se ponía a su alcance.

Uno de los encantos de esta ruta es recorrer los antiguos caminos por donde se comunicaban las pequeñas poblaciones que salpican, diseminadas, la Sierra do Candán. Nosotros hemos hecho, en esta ocasión, la ruta corta, de unos 20 Km., preciosa en sus comienzos y amable para el caminante al que poco esfuerzo se le exige hasta que, dejando atrás encantadores pueblecitos como Ameixedo, Portomartín y algún  otro, se adentra en el fondo en la sierra, en una continua ascensión hasta llegar al Pico de Coco, casi a un kilómetro de altitud que pone a prueba las piernas del más exprimentado senderista.

Sigue una larga bajada hasta A Ponte dos Medos, delicioso paraje, donde nos detenemos para comer. Respuestas nuestras energías, el camino nos lleva hasta las antiguas minas de estaño y allí comienza una nueva subida larga y penosa, bajo un sol de bochorno que descarga sobre nuestras espaldas una ominosa pesadez como si lleváramos encima un saco de patatas de 50 Kg.

Lo soportamos con calma y paciencia hasta que llegamos al Campo Valiño, un llano en medio del monte desde el que ya se divisa la parroquia de Zobra a la que llegamos tras un breve descenso y una corta subida final.

En resumen, una hermosa caminata, recomendable para caminantes en buena forma física y mental. Aquello de mens sana in corpore sano, adquiere aquí especial relevancia.

Datos de la ruta Distancia Duración Dificultad Tiempo
22,820 Km. 6 h. 52 min. Alta Soleado

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De Elías a Jesús, paso a paso

Por orden de Dios, Elías se retira a vivir a una cueva junto a una fuente de agua. Allá los cuervos le llevan pan por la mañana y carne por la tarde. El profeta viste pobremente: una tosca piel de camello y una correa (así vestirá más tarde Juan Bautista).

Esto ocurrió 900 años antes de Cristo, en las estribaciones del Monte Carmelo y en este hecho se inspiraron los primeros carmelitas, eremitas del s. XII que, que a imitación del profeta, vivían en las cuevas que aún hoy existen en el monte que dio nombre a la Orden.

Todo esto viene a cuento porque, hace unos días, una expedición de 16 personas, entre los que se encontraban dos de nuestros senderistas más veteranos y experimentados, Ángel y Dietmar, se desplazó a Haifa en Israel para, partiendo del Monte Carmelo, iniciar una peregrinación por los sitios y caminos por donde hace más de dos milenios discurrió la vida de Jesucristo.

Fueron 12 jornadas, desde el 21 de marzo hasta el 31,  cuyas experiencias transcribo a continuación de las notas de nuestros dos amigos.

1ª Jornada: Lunes 21     Haifa-Monte Carmelo      17 Km.
A las 7 nos levantamos, hubo algunas quejas por la “polifónica nocturna”. Desayunamos en la cocina y salimos a cambiar dinero (5 Shekel = 1 Euro). Después anduvimos hasta la cueva de Elías (venerada por las 3 religiones), subiendo a continuación al Monte Carmelo, primero al mirador, después a la iglesia Stella Maris (la Virgen del Carmen). Allí comimos en el patio en plan de bocata (los sacerdotes comieron con los frailes de la comunidad). Los demás esperamos paseando por los alrededores tomando algo en el bar cercano.

Por la tarde fuimos Wadi Siah, donde nacieron los carmelitas en el siglo XII, pasando por la Fuente de Elías y la Fuente Um al Faraq, que está al lado de los restos en ruinas del convento y la primera capilla dedicada a la Virgen, donde celebramos la misa  al aire libre bajo el canto de los pájaros. Justo antes de terminar se oía la llamada del muhecín a la oración, lo que le dio un toque especial a la celebración. Cuando regresamos ya empezó a oscurecerse. Antes de cenar se ducharon los más valientes con la manguera y lavaron la ropa. Apagamos la luz a las 11 y cuarto.


La ciudad de Haifa vista desde el Monte Carmelo. Sitio en donde se ubicó el primer convento carmelita.


Ruinas del primer convento. El Monte Carmelo.

2ª Jornada: Martes 22        Haifa-El Muhraga (Monte Carmelo)         17 km.
Había que levantarse a las 6 h., la ropa no se había secado, así sirvió la mochila de tendedero. Después de desayunar y limpiar el lugar, cogimos un autobús hasta la universidad, donde empezamos a andar metiéndonos en el Parque Natural del Monte Carmelo y yendo por senderos flanqueados de bosque y flores, entre las que había ciclamen silvestre.

La primera población que pasamos era Issfiya, poblado por drusos, una secta minoritaria cuyas reglas religiosas son secretas y se transmiten por las abuelas a los nietos. Paramos en una comunidad de carmelitas de vida activa francesas. Nos ofrecieron varias pastas, así como refrescos y café. Al poco de abandonar la carretera empezó a llover fuerte y nos pusimos los chubasqueros.

Llegamos al convento de Muhraqa, que significa “el sacrificio” (del profeta Elías), donde nos hospedamos en un albergue (sin agua caliente). Llegamos mojados sobre las 2 menos cuarto y después de mudarnos fuimos al comedor y tomamos una comida típica del lugar: musajam, que era una especie de pizza con pollo, servido con arroz, ensalada y unas tortas (como las mejicanas) con una crema de garbanzos y para beber vino y refrescos.

Después fuimos al mirador en la terraza, había dejado de llover. Desde ahí se divisaba la llanura de Esdrelón hacia Nazareth y el Monte Tabor y Paco nos enseñó el lugar donde el profeta Elías ganó a los profetas de Baal del rey Acab, demostrando así que el verdadero dios era Jahveh. Había por ahí también unos bichos similares a las marmotas, típicos de esa región, llamados damán. Después nos fuimos al albergue, también había una tienda donde se podían comprar recuerdos.

Por la tarde hubo una tormenta con rayos y truenos. A las 7 el padre José nos explicó la historia de Elías en la capilla y a continuación celebramos misa. A las 8 quedamos para cenar (lo que sobró del mediodía) y nos acompañaron el prior (padre José) y Omar (su sobrino), ambos mejicanos. Sobre las 11 nos acostamos, quedando los 3 “tenores” (Olegario, Antonio y Dietmar) en la antesala, para que el concierto nocturno no molestara a los demás.

Carmelo viene de Karmel que significa jardín en hebreo. Ya en la biblia se le llama a este monte el Jardín de Dios. A la derecha, barro en las botas que dificultaba la marcha.

3ª Jornada: Miércoles 23      Muhraga-Nazareth         15 Km.
A las 6 h. nos toca levantarnos y después de recoger y limpiar todo nos fuimos a desayunar: había fiambres, quesos, dulces, pan y fruta así como café y té, igual que en un hotel de 4 estrellas. Después de la bendición en la Capilla de las 12 Piedras nos sa-camos unas fotos del grupo y sobre las 7’15 h. emprendimos la marcha. En contra de lo esperado no llovía. La bajada a la llanura fue dificultosa debido al barro arcilloso que se pegaba a las botas y que era difícil de quitar.

Llegamos sin novedad a la carretera en frente de la Colina de los Profetas. Ahí empezaron a caer algunas gotas pero afortunadamente a los pocos minutos volvió a salir el sol. Hicimos una pequeña pausa cerca de una estación de tren, donde el padre Ángel (Gelo para los amigos) nos enseñó una gimnasia relajante. Anduvimos unos 15 Km y después tomamos un autobús hasta Nazareth. Miguel y Jaime se fueron caminando, pero sin mochilas. Sobre la 1 y media llegamos al Hospital Francés, donde nos recibió Sor Dorita, una carmelita que dirige el hospital. Había 16 camas repartidas en habitaciones de 1, 2 y 3 camas, algunas no tenían agua caliente. Para comer nos invitaron a una sopa de lentejas, que completamos con pan y fiambres.

Por la tarde Sor Dorita nos enseñó el hospital, que tenía secciones materno-infantiles, otorrinolaringología, oftalmología y geriátrico. Mientras algunos hacían la compra para la cena los demás visitaron a los ancianos. Cenamos huevos y fiambres.

El Hospital Francés, en donde nos alojamos. Foto del  grupo en el convento de Issfiya.

4ª Jornada:  Jueves 24    Nazareth
Amaneció lloviendo fuerte. Algunos compramos paraguas por 2 euros. Después de desayunar nos fuimos a la moderna basílica de la Anunciación en cuyo bajo está el lugar donde el ángel anunció a María la venida de Cristo, también visitamos la iglesia que se , hallaba en la parte de arriba.

A continuación visitamos la casa de San José en una iglesia cerca de la basílica, con las cuevas debajo de su casa. Después fuimos a la Fuente de María, iglesia ortodoxa, y luego visitamos la capilla de Carlos  Foucauld que vivió 3 Años en Nazareth y murió en Argelia, según nos explicaron en ese lugar. Al ver que los precios para comer en el centro eran muy altos, optamos por comprar shawarma (una especie de khebab) y nos fuimos a comer al hospital.

Por la tarde visitamos a las carmelitas descalzas de Nazareth 12 naciones. Después compramos la cena y antes de cenar nos volvimos a la basílica a rezar.

Iglesia de San José y Cueva de la Anunciación.


Iglesia ortodoxa y Basílica de la Anunciación.

5ª Jornada:  Viernes 25     Nazareth-Monte Tabor
Nos levantamos a la 6 h., desayunamos y salimos a las 8 menos cuarto. Había dejado de llover y emprendimos la caminata hacia el Monte Tabor. La primera parte era por carretera y después por senderos totalmente embarrados. El barro se pegó a las botas y era muy difícil avanzar. En un momento se cayó Ángel. Cuando llegamos a Daburiya, al pié del Monte Tabor, estábamos cansados.

En la población, antes de emprender el ascenso, descansamos y compramos el avituallamiento, que repartimos para llevar al monte. Allí nos ofrecieron café. Una beduina musulmana que conocía a Paco, llamada Dalia, nos había obsequiado con bebidas. La subida era muy dura y sudamos la gota gorda. Arriba hacía fresco y había bastante viento.

Comimos al aire libre y después tomamos un café en la tienda del monasterio. A las 5 y pico, una vez que se habían marchado los turistas, nos alojamos en las instalaciones del monasterio para dormir después en la sacristía. Celebramos la misa en la capilla, después visitamos la iglesia y cenamos en el refectorio del convento.

Monasterio del Tabor. Durmiendo en la sacristía.


Niños musulmanes. El Monte Tabor.

6ª Jornada:  Sábado 26     Monte Tabor-Tabgha (Lago Tiberíades     20 Km.
Un poco antes de las 6 ya estábamos todos despiertos, hicimos las mochilas y desayunamos. A las 7 nos recogieron dos taxis para llevarnos al punto de partida de la marcha. Hacía un día espléndido y el sendero nos llevó a través del Valle de Arbel con unos paisajes preciosos, flanqueado de montañas con muchas cuevas. Había que cruzar varios riachuelos, con alguna que otra caída.

Hicimos dos paradas, la segunda a la entrada del pueblo Arbel, al lado de una fuente abundante. A la salida del pueblo compramos comida y en el camino recogimos un montón de pomelos rojos, todo ello había que llevar aparte de nuestras mochilas. Al poco rato divisamos el Lago Tiberíades, pero aún quedaba un trecho hasta la capilla del Primado de  Pedro en Tabgha (las 7 fuentes), junto al lago. Allí nos recibió un monje polaco y nos ofreció la lavadora del convento para la colada. En el muro de separación con la finca colindante había un montón de damanes con crías.

Después de comer, una vez que los visitantes se habían marchado, había muchos que no se querían perder un baño en el lago. El agua estaba algo turbia pero con buena tempera-tura. Después de ducharnos (con agua fría) había misa a las 7 h. en la capilla. Al lado de este lugar se conmemora la multiplicación de los panes y los peces  (custodiado por benedictinos, pero no pudimos visitarlo) y la tercera aparición de Jesús resucitado. Al lado de la iglesia están los escalones de piedra sobre los cuales estuvo de pié Jesús.

Un largo trayecto con mucho calor. Una vez en el lago pudimos disfrutar de una gran calma que inspiraba el lago. Aquella noche dormimos al aire libre, celebramos la eucaristía en el lugar donde aconteció el diálogo de Jesús con Pedro con motivo de la pesca milagrosa y la célebre confesión e Pedro; aunque los síntomas del cansancio eran evidentes te inundaba por todas parte la sensación de la presencia del Maestro…


Hacia Tiberíades. Valle de Arbel.


Dietmar entre plátanos. Refrescándose en el lago.

7ª Jornada:  Domingo 27       Tabgha-Carfarnaún-Tabgha-Jerrusalén     10 Km.
Por la mañana nos acercamos a visitar la iglesia de la Bienaventuranzas, rodeados de un día luminoso, al fondo y de testigo el lago, se dieron todas las condiciones para predisponernos a escuchar a Jesús que nos dirigía al corazón la bienaventuranzas. Me reservo lo que el Espíritu de Jesús me pudo decir en aquel lugar.

Desde allí directos a Cafarnaún, estaba muy cerquita, visitamos la casa de Pedro y la antigua sinagoga en la que Jesús leyó aquel célebre texto del profeta Isaías “el Espíritu del Señor está sobre mí”, su programa de vida pública. Volvimos al lago pasando por la cueva donde, según la tradición, Jesús se solía retirar para la oración. Repusimos fuerzas porque nos esperaba un largo camino que recorrer, teníamos que subir a Jerusalén que dista del lago unos 150 kms.

Durante el recorrido en autobús fuimos contemplando los lugares más emblemáticos de la vida pública de Jesús: La ciudad de Tiberiades, Nazaret, Tabor… Ya nos empezaba a resultar familiares aquellos parajes que acabábamos de andar a pie.

Llegamos sobre las siete de la tarde a Jerusalén, sentimos un contraste tremendo al entrar en la ciudad, veníamos de la naturaleza, el paisaje y el silencio y de golpe entramos en el bullicio de una ciudad de más de 700. ooo habitantes , llena de contrastes, ruidos, coches y un sin fin de personas que iban y venían de distintos colores, razas y religiones, larguísimas calles convertidas en mercados… Al llegar a la estación de autobuses nos hicieron por parte de la policía un control riguroso, hacía unos días acababa de cometerse un atentado terrorista con varias víctimas entre muertos y heridos.

Nos dirigimos a pie hacia el albergue, casi una hora de camino, una vez allí vimos que era un lugar acogedor, muy bien equipado, disponíamos de lo fundamental, cama y ducha con agua caliente, cocina, lavandería, en fin todo un lujo, el lugar no tenía nada que ver con los anteriores.

Recordando al pescador que sería Pedro. Santuario de Las Bienaventuranzas.

8ª Jornada: Lunes 28        Jerusalén       10 Km.
Teníamos reservado el Santo Sepulcro para poder celebrar la Eucaristía a las 6 de la mañana todo un lujo dada la cantidad de demandas y de grupos que visitan el lugar. Tuve el honor de poder presidir la Eucaristía en medio de un hervidero de gentes de todos los colores y credos, ya que el lugar estaba custodiado por los ortodoxos, armenios y franciscanos. Una sensación llena de contrastes.

A partir de aquí el día se sucedió en medio de muchas escenas y lugares que visitamos: Las mezquitas, la piscina de Bethesda, la casa natal de la Virgen , la Vía Dolorosa y el Monte de los olivos. Desde este último lugar la vista de la ciudad era impresionante, al fondo las iglesias más significativas: El Galicanto, el pináculo del Templo, el torrente Cedrón, los cementerios judíos y musulmanes … visitamos la iglesia del Pater Noster, el Dominus Flevit, el Huerto de los Olivos y la iglesia donde se venera la famosa Virgen de Jerusalén.

La tarde estaba cayendo, nos fuimos acercando al núcleo de la ciudad. Hicimos un hueco para hacer algunas compras. A las 7 de la tarde la noche había caído. Teníamos que aligerar la cena porque  7 u 8 componentes del grupo habían decidido pasar la noche en el santo sepulcro y había que estar allí a las 7:30. A la hora prevista les acompañamos y asistimos al famoso y ancestral rito de cerrar la puerta de la iglesia donde se custodio el sepulcro del Señor. Las tres parte implicadas en la custodia tenían que ponerse de acuerdo para cerrar la puerta desde dentro sacaron una escalera, cerraron la puerta desde fuera y la introdujeron de nuevo por una ranura de la puerta. Volvimos al albergue, había que cenar rápido porque tenía intención de hacer vela en el sepulcro a las 4:30 de la mañana hora en que habrían la Iglesia

Iglesia del Santo Sepulcro. Muro de las Lamentaciones.


Huerto de Los Olivos. Mezquita de Al Aqsa.

9ª Jornada: Martes 29         Ain Karem- Jersusalén    20 Km
Volvimos del santo sepulcro a las 7 de la mañana, desayunamos y nos pusimos en camino a visitar Ain-Karen la casa de Isabel donde fue María de visita y estuvo allí tres meses. El lugar es precioso en medio de las montañas, allí donde María proclama el Magnífica, el cántico que se ha inmortalizado de generación en generación, un canto de agradecimiento a Dios porque ha sido grande con ella… De allí nos fuimos a visitar el gran complejo de los judíos, el Holocausto donde se rememora todo el exterminio, una autentica memoria histórica del exterminio nazi, un lugar que no te deja indiferente…

Una vez retornamos a Jerusalén y después de cenar hicimos un paseo nocturno de 5 Km. por el recinto amurallado.

Fiesta judía. Vista hacia el valle.


Mueso del Holocausto.  Muro occidental.

10ª Jornada: Miércoles 30         Belén-Jerusalén      19 Km.
Toca diana a las 6’30, desayunamos y salimos para coger el autobús hasta Belén, que dentro del estado Palestino y había que pasar la frontera. Hacía un día estupendo. Desde la parada del bus hasta el Campo de los Pastores había que andar cerca de una hora. El sitio es muy bonito y ahí tuvimos la misa en la cual Antonio y Maica renovaron sus votos de matrimonio con Olegario y Rosalía de padrinos. Fue una ceremonia muy entrañable. De ahí nos fuimos a la iglesia de la Natividad, donde hicimos cola durante casi 1 hora para entrar en la cueva. Después nos fuimos al monasterio de las Carmelitas, donde nos recibió la superiora que era francesa. Después de una charla con ella, en la cual nos contó la historia de la fundadora del convento, Mariam Bahuardi,  comimos en el jardín. A la vuelta nos fuimos andando hasta el puesto fronterizo. Palestina e Israel están separados por un muro de unos 5 metros de alto (como antes en Berlín). Poco antes del punto fronterizo vimos un mural con una paloma de la paz con chaleco antibala y una diana pintada en su cuerpo, representando lo amenazado que está la paz  en esta región. Hubo un control riguroso. Tomamos el autobús para volver y nos dimos un paseo por el barrio armenio y después había tiempo para compras. En el bazar nos tomamos un zumo de granadas recién exprimido, que estaba bonísimo. En la cena había pizza y champán en honor a la “pareja de novios”

Explanada de la Navidad. Mural de La Paz Amenazada.

11ª Jornada: Jueves 31         Jerusalén-Tel Aviv-Madrid
Desayuno a las 7 menos cuarto, salimos para tener la misa a las 8 en los franciscanos, junto al Cenáculo. Al lado hay una sinagoga, que está en obras, allí se supone que se celebraba la Última Cena, en ese lugar está la tumba de David.

Después nos dirigimos a la iglesia de la Dormición de la Virgen, en cuya cripta hay una escultura de la Virgen dormida. De ahí nos dirigimos a la iglesia ortodoxa del Galicanto,  en el lugar donde Pedro lloró amargamente y cantó el gallo. Al lado hay un mirador desde donde se divisa la Ciudad de David y todos los alrededores, con una vista preciosa hacia las mezquitas y el Monte de los Olivos. Al lado hay una escalera de la época romana,por donde subió Jesús en varias ocasiones la noche de la pasión. Algo más arriba había una maqueta de Jerusalén de la época bizantina. De ahí ya nos volvimos al alojamiento para emprender el viaje a Tel Aviv.

Al ir hacia los taxis, en los franciscanos dejaron Paco, Ángel y Olegario las mochilas en la entrada, en frente del guarda. Al querer recogerlas faltó la de Olegario. El guarda la había escondido por que le molestó que las dejaron allí sin consultarle. Nos dirigimos a los taxis que nos esperaban cerca de la Puerta Nueva y al subir a ellos faltaba Macu, que se había despistado. La llamamos por teléfono para indicarle donde estaban los taxis.

En el aeropuerto había 5 controles y Olegario y Ángel tenían que abrir las maletas para el control de equipajes. El avión tenía media hora de retraso. El vuelo duró algo más de 5 horas. En el aeropuerto nos despedimos de unos compañeros y en el metro del resto. Llegamos a los Carmelitas sobre las 11 h.

Llegamos felices y llenos de cosas buenas.

Ciudad de David. Altar del Cenáculo.


Sinagoga Monte Zion. Iglesia del Galicanto.

El cementerio de Xunqueiras

En este primer lunes de abril en el que la recién estrenada primavera nos ha regalado un espléndido día, soleado y luminoso, sin demasiado calor, perfecto para senderear al amor de una suave brisa que refresca la piel y aligera la marcha, nos hemos plantado en Xunqueiras, escondida parroquia del municipio de Pazos de Borbén en cuyo término se encuentra el monte de O Santo Aparecido, de nombre desconocido y cuya romería se celebra el último domingo de agosto y del que ya hemos dado noticias en otras entradas alguna de las cuales puede verse haciendo clic aquí.

Esta ruta comienza y termina en la citada parroquia de Xunqueiras, bonito lugar en el que alternan modernas construcciones con otras tradicionales y bien conservadas, entre tierras de labor y verdes praderas que riega el río Barragán.

Pero lo que más nos ha llamado la atención fueron los monumentales panteones que se encuentran en el atrio de la iglesia parroquial, también cementerio, que para ambos usos servía este espacio antiguamente. Los panteones que aquí se muestran parece ser que fueron levantados por indianos retornados con fortuna uno de cuyos signos externos eran estos mausoleos que hoy parecen abandonados, pues no se ven las usuales inscripciones en sus lápidas con los nombres y otros detalles que recuerdan a sus difuntos.

También es de destacar el campanario de la iglesia, horrendo adefesio de cemento que, por lo que nos han contado,  sustituye al antiguo de piedra fulminado hace años por un rayo.  No sería mala idea apelar a la generosidad de sus feligreses y de alguna institución para que aportaran los recursos necesarios para reconstruir el campanario y devolver a la fachada del templo su original compostura.

Tres suntuosos panteones ocupan gran parte de la superficie del cementerio.


Detalles que demuestran la riqueza de estos monumentos funerarios.


Loas muchados de Los Lunes al Sol posan eufóricos en contraste con el mustio ambiente que se respira en el fúnebre recinto. A la derecha, encantadora imagen en su hornacina debajo del singular campanario-pegote mencionado más arriba.

Distancia Duración Dificultad Tiempo
Datos de la ruta 20 Km. 5 h. Fácil Soleado

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Nota: Para ampliar, hacer clic en las imágenes.