Ruta do Xabriña

Esta ruta nos fue sugerida por David, de Prado de Canda, Ayuntamiento de Covelo y se lo agradecemos de verdad porque es una maravilla que no decepcionará a ningún senderista.  Nuestro comunicante nos remite a la reseña que de ella hace Jesussimón en wikiloc y que podéis ver haciendo clic aquí y a ella nos remitimos pues la descripción que hace de la ruta es completa y detallada.

Por nuestra parte solamente queda dejar constancia de que estamos  totalmente de acuerdo con sus comentarios y que la recomendamos con entusiasmo. Eso sí, cuando antes mejor porque, ojalá no ocurra en este caso, no es de extrañar que en unos pocos meses la falta de mantenimiento la haga intransitable, como hemos tenido ocasión de comprobar no pocas veces. Por el momento, es de justicia felicitar a la Comunidad de Montes de Paraños por haber llevado a cabo una iniciativa como esta.

Ni que decir tiene que este recorrido es de lo más fotogénico y que serían necesarias  muchas fotografías para enseñar lo hermoso e interesante que es. Aquí van unas pocas de muestra.

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Poco antes del crucero, al inicio de la ruta, charlamos brevemente con esta lavandera que nos hace recordar tiempos pasados.

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Tal como sea precia en estas imágenes, el sendero está perfectamente acondicionado y señalizado.

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Esta ruta es un auténtico museo etnográfico al aire libre. Molinos, fuentes, puentes, lavaderos, jalonan el recorrido haciendo revivir en nuestra imaginación la vida rural de hace unas cuantas décadas.

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Entre la exhuberante vegetación baja el Xabriña formando hermosas cascadas como ésta. A la derecha, el mirador de Prado da Canda.

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En A Lamosa se encuentran este peto de ánimas y el crucifijo en piedra policromada, magníficos ejemplares de arte rural.

Distancia Duración Dificultad Tiempo
Datos de la ruta 20 Km. 5 h. Alta

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En la garganta de A Groba

En este sábado, día de Santiago Apóstol, parece que el personal no estaba por la labor de senderar y no hubo la habitual salida de la Caminata Sabatina, aunque eso no fue óbice para que Eduardo y yo aprovechásemos la circunstancia para hacer un poco de senderismo de investigación que es como le llamamos a eso de echarse al monte a ver qué novedades nos depara lo desconocido.

Pues en buena hora lo hicimos porque, a poco de dejar Oliveira y adentrarnos en su hermosa fraga, abandonamos el GR 58 o Sendeiro das Greas que pasa por allí cerca y bajamos al río Groba. Con poco caudal en estos días del estío, sus transparentes aguas fluyen casi en silencio entre los innumerables cantos rodados que cubren su cauce y sobre los que se puede caminar, eso sí, a riesgo de que un resbalón le deje a uno un esguince en el tobillo como recuerdo. Pero eso no les pasa a senderistas experimentados que saben dónde hay que poner el pie.

Aquí y allá, a medida que ascendemos, una veces paralelos a su cauce, otras atravesándolo, nos encontramos con recónditas pozas de límpidas aguas en las que apetecería darse un baño reparador si no fuera porque  el sol está alto a estas horas y corre fresca la brisa mañanera.

Al cabo de un par de kilómetros, el río pierde su manso aspecto y parece que trepa entre  peñascos y pinos por las profundas gargantas de la sierra de A Groba.

Cambiamos de dirección buscando algún sendero que nos lleve hasta allá arriba, donde  se yergue poderoso O alto das pozas, no lejos de la ya conocida Pedra do Acordo, cuya referencia puede verse en otro lugar de Sendereando.

Poco antes de alcanzar nuestro objetivo, hemos de salvar una empinada rampa con un no menos de un 90% de pendiente que, aviso para principiantes, hemos de subir zigzagueando, imitando a los burros que lo hacen por instinto demostrando que son más listos de lo que su nombre hace pensar.

Mientras reponemos fuerzas con una fruta, observamos que en una de las piedras hay dibujado un buzón, encontrándonos, guardada en un agujero, la tarjeta de un caminante de Peña Trevinca que pasó por allí y dejó su saludo para el siguiente. Naturalmente, nosotros dejamos también nuestro mensaje.

A partir de aquí, regresamos a Oliveira por la ruta ya conocida y familiar de otras ocasiones.

Esperamos tener la oportunidad de mostrar a nuestros amigos de la Caminata Sabatina este pintoresco recorrido, un poco difícil pero lleno de encanto y de interés para los amantes de patear por estos espacios casi inéditos en plena natruraleza.
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Dos estampas del río que dan idea de la belleza des estos parajes.

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Pozas de aguas transparentes y quietas invitan al baño. El río pierde aquí su mansedumbre y trepa hacia el interior de la garganta.

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Este arbolito, torturado por las placas de hojalata clavadas en él, corona solitario O alto das pozas. A la derecha, la tarjeta de Peña Trevinca que encontramos en el buzón.

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O alto das pozas visto a distancia . A al derecha,  trazado del recorrido montado sobre uno de ortofotomapas que en estos días está publicando el Faro de Vigo.

Distancia Duración Dificultad Tiempo
Datos de la ruta 14 Km. 4 h. Alta

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Miliarios

Hemos vuelto a Cossourado, parroquia que pertenece al distrito de Paredes de Coura, vecino de Valença do Minho, en Portugal. La iglesia parroquial de Cossourado es el punto de partida de una ruta de pequeño recorrido, denominada de los Miliarios de la que ya existe una reseña en Sendereando que puede verse haciendo clic aquí.

En esta ocasión hemos necesitado tres visitas a la mencionada ruta para lograr descubrir su verdadero itinerario. La primera vez no dimos con ella porque buscábamos la PR11 después de haber hecho la PR12 o Chá da Burra y aquella no aparecía por ninguna parte. Resulta que modificaron las denominaciones y la ruta de los Miliarios es ahora la PR08.

Volvimos a ésta pero al llegar al río Coura, una empalizada impedía el paso en el mismo sitio donde un poste con las marcas reglamentarias indicaba que íbamos en la dirección correcta. Superado este obstáculo, nos encontramos con  un camino absolutamente infranqueable por la maleza, aunque las marcas seguían a lo largo del río según pudimos comprobar. Optamos por seguir adelante y volvimos a encontrar el PR08 cerca de Rubiâes, no lejos del punto de partida.

Volvimos a intentarlo este martes dispuestos a resolver tal entuerto y descubrimos que el recorrido que marca el mapa en el tramo desde poco después  de Antas hasta el  puente de Canicos no se corresponde con ningún sendero y que siguiendo las marcas hay un tramo que resulta imposible como ya queda dicho. Así que bajamos al puente siguiendo nuestra propia intuición y desde allí continuamos la ruta que resultó ser excepcionalmente hermosa, aunque con tramos de muy difícil paso debido a la cantidad de maleza que los cubre.  Eso sí, hay que vigilar muy atentamente las marcas porque a veces se hacen casi invisibles escondidas entre las zarzas y los helechos.

Recién comenzada la ruta, un poste indicador nos desvía unos 300 m. a la Cividade un asentamiento del tiempo de los celtas semejante al del monte Santa Tegra en A Guarda, cuyos detalles pueden verse en la mencionada reseña del mes de marzo del pasado año.

Una vez rodeado el monte llegamos al sitio de Antas que es donde se encuentran seis de los ocho miliarios que encontraremos a lo largo de esta ruta. En el mapa, se muestran los tramos en conflicto que complican la llegada al puente de Canicos. A partir de aquí el sendero discurre durante un buen tramo a lo largo de la ribera del Coura por bellísimos parajes, aunque difícilmente accesibles de vez en cuando. En Rubiâes nos topamos con otro milario enfrente del hermoso pórtico románico de su iglesia y el último de estos postes indicadores de la milla romana, que se erigían casi siempre en honor de algún prócer de la época, lo encontramos  en el núcleo rural de Castro, enfrente también de una vieja y hermosa capilla. Siguiendo las marcas, no tardamos en dar con el puente romano en pleno Camino de Santiago para llegar. al cabo de un par de kilómetros, al punto de inicio.

Aunque se trata de un sendero de pequeño recorrido (11 km. según el folleto), debido a las difíciles condiciones de muchos  tramos, parece bastante más largo. A nosotros, entre idas y vueltas, nos salió en catorce kilómetros, pero vale la pena por lo interesante, entretenido y bonito que es.

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Este es el sitio que da nombre a la ruta, pues es donde se encuentran seis de los ocho miliarios. Dos han sido utilizados como pilares del pórtico de la capilla de San Bartolomé de Antas. Datan desde el 395 A.C. hasta el 365  y están dedicados a personajes algunos de cuyos nombres son Magno Manencio, Claudio Juliano y otros por el estilo. Al fondo se aprecia la fachada de un antiguo palacete hoy abandonado y por el que, dicen los vecinos, vaga algún que otro fantasma.

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Otro de los miliarios se encuentra en la iglesia de Rubiâes, enfrente de su hermoso pórtico románico.

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La maleza casi oculta las marcas y en algunos sitios es necesario utilizar la tijera de podar para abrirse paso.

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El último miliario de la ruta es éste situado en la aldea de Castro, no lejos del puente romano sobre el río Coura.

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Casi al final del PR08 se haya esta marca de PR12 acompañada de un moderno miliario de la antigua VIA XIX que indica que estamos a 1.000 m. de A Cividade y de la flecha amarilla del Camino de Santiago. En el mapa de la derecha están representadas las dos rutas. En la PR08 se marca en color rojo el tramo marcado con la señales reglamentarias pero de imposible tránsito. La línea verde indica el camino que hicimos nosotros y el trazo amarillo es el que muestra el mapa oficial. Un galimatías.

Distancia Duración Dificultad Tiempo
Datos de la ruta 14 Km. 4 h. Media/alta

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Petroglifos olvidados. Lavaderos y fuentes en Chandebrito

En este tiempo de estío, la Caminata Sabatina desplaza sus rutas hacia el oeste, por la zona de playas: Sayáns, los montes de la Groba, Oliveira, etc. de manera que los que residen en la ciudad se juntan con los que veranean  en los alrededores.

En este sábado nos reunimos en el parque forestal de Sayáns para iniciar desde allí una de las rutas que no por repetida deja de ser ineteresante. Siempre se encuentra alguna novedad o algún detalle que quizá pasó desapercibido en otras ocasiones.

Esta vez  nos hemos dirigido hacia Chandebrito pasando por Fragoselo habiendo tenido la oportunidad de observar una vez más el lamentable estado del petroglifo que se encuentra a pocos metros de esa población. La verja de hierro que en su día lo rodeaba está destrozada y casi desaparecida. La enorme roca  está cubierta de maleza y ni que decir tiene que los grabados que nuestros antepasados esculpieron en ella apenas son dificilmente visibles. Es un hecho que acontece frecuentemente. Se inauguran parques, monumentos y senderos y la falta de interés y de mantenimiento acaba conviertiéndolos en  sitios abandonados  de aspecto lamentable.

Ya entrando en Chandebrito, nos metemos por un hermoso sendero  por el que corre un estrecho regato, no de aguas limpias y transparentes como cabría pensar en estos parajes, sino una corriente putrefacta y turbia de aguas fecales que atacan la nariz del caminante con un repugnante hedor. Vivir para ver. En plena naturaleza, toparse con esto.

Pero no todo son desgracias en esta ruta de hoy. Ya en Chandebrito,  nos llama la atención que aún existan lavaderos en uso, con sus losas de piedra bien dispuestas en ángulo para facilitar el fregado de la ropa. En alguna ocasión hemos hallado alguna mujer en plena operación de lavado en uno de estos estanques cuyo uso ha sido desplazado casi en su totalidad por las modernas lavadoras y nos explicó que ninguno de estos aparatos deja la ropa tan limpia como el lavado a mano, después del clareo al aire libre.  Ventajas de vivir en el campo.

Otro detalle curioso que nos hemos topado en nuestro recorrido han sido las fuentes de piedra que ofrecen la oportunidad de saciar su sed al que pasa por allí. Son rocas erosionadas de formas caprichosas que seguramente han sido trasladadas de los montes cercanos y colocadas en donde surge un manantial, dotadas de grifo, eso sí cromado y brillante, no demasiado rústico pero útil de todas maneras.

Unas imágenes ilustran estos comentarios.

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Los petroglifos de Fragoselo en estado de completo abandono.

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Antiguas lavadoras manuales, testigos de una época que se resiste a desaparecer.

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La naturaleza se hace arte en estas fuentes.

Distancia Duración Dificultad Tiempo
Datos de la ruta 12 Km. 3 h. 30 min. Baja solycalor

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