A pleno sol por el monte pelado

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Lunes, 21 de julio de 2008
Adrián, Ángel, Dietmar,  Isidoro y José.
Recorrido: 22 Km.
Dificultad: Media/Alta
Duración: 6 h.

En estos días de pleno estiaje cuando el sol aprieta en todo el país con temperaturas que pasan de los 34º, se nos ocurre hacer un recorrido por los montes que se encuentran entre Pontevedra y Pon tecaldelas. Partiendo de Contixe cuya situación pude verse en el mapa más abajo, nos dirigimos por el GR 94, llamado también Sendero Rural de Galicia, hasta el lugar de Baltar, llegando un poco más arriba al monte de Cristorei.  Comenzamos ahí un descenso hasta  el cuce donde abandonamos el GR 94 y seguimos, atravesando la aldea de Xustáns, hasta el fondo de la vaguada donde atravesamos un afluente del río Verdugo. Desde allí una fuerte subida nos lleva hasta la pareroquia de Tourón en cuya carballeira nos detenemos para comer y descansar con  baño incluído en la piscina que allí está instalada.

Aquí, en Tourón, en el monte Tetón contiguo a esta carballeira,  existe un importante conjunto rupestre en el llamado Couto Sombriñas. En varias estaciones perfectamente identificadas pueden contemplarse los petroglifos  insculpidos en las enormes rocas. Para más detalles aconsejo hacer clic en en blog de J. L. Galovart pinchando aquí.

Desde Tourón reemprendemos la marcha hacia Contixe bajo un sol de justicia, a 34ºC, sin una sombra, pues estos parajes hasta hace dos años frondosos y umbríos por la espesa arboleda que los defendía del sol, son ahora monte seco, pelado, arrasado por los catastróficos incendios del verano del 2006. Muchos han de pasar para que estos montes recobren aquel paisaje de sombra y frescura que el fuego borró.

  

En los viejos caminos abundan estos cruceiros. A la derecha el monumento de Cristorei.

 

No es infrecuente encontrar estos «artísticos» complementos a la arquitectura rural. LLama la atención  este canastro del país entre una chumbera y una pita, plantas ambas foráneas.

 

Una muestra de los pertroglifos del monte Tetón. A la derecha, mapa de la ruta.

La comida autonómica

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Lunes, 07 de julio de 2008
Adrián, Ángel, Isidoro y José.
Recorrido: 25 Km.
Dificultad: Media
Duración: 4,5 h.

Una de las tradiciones de Los Lunes al sol es la de celebrar al comienzo del verano la comida autonómica. Le llamamos así porque, debido al variado origen de los componentes del grupo, se nos ocurrió que en este día cada uno partcipase  en la comida con una aportación gastronómica propia de su lugar de origen.

Comenzamos la marcha en el parque de Zamáns, en Vincios. Al llegar a los pies de La Virgen de Las Nieves, rodeamos el promontorio, que es una atalaya desde la que se divisa una magnífica vista del valle del Louro, hasta llegar al lugar de Herville. Dejando atrás el citado mirador, tomamos el PRG2 o Sendero del Aloia, llegando por él hasta el merendero de San José de Prado. De allí bajamos hasta la aldea de Vilas de donde parte una pista que nos lleva hasta el curro de Vincios y, un poco más adelante, por un carreiriño entre pinos, llegamos al punto de inicio.

Son estos parajes muy familiares tanto para nosotros como para los de la Caminata Sabatina. Toda esta Sierra del Galiñeiro está cruzada de innumerables pistas, caminos y corredoiras por los que se pueden hacer recorridos de tantos kilómetros como se quiera. Esta vez hemos hecho un circular muy bonito, sin tocar apenas asfalto, de unos 25 Km.

Ya en el parque forestal de Zamáns, nos dispisimos a dar cuenta del campestre banquete. Ángel trajo embutidos de su tierra, Extremadura, un estupendo salsichón, chorizo y queso, además de la tortilla que es multiregional. Isidoro prepararó una magnífico estofado a base de rabo de toro y boletos, típico de su tierra zamorana, que mereció el general aplauso. Adrián cocinó in situ unas habas con jamón, evocadoras de su Guadalcanal lejano,  para chuparse los dedos. Carlos, de baja por prescripción facultativa, no vino andar pero colaboró con un excelente pulpo a feira y una tarta de Santiago. José sirvió una leche frita prepara por él el día anterior y Javier, que tampoco vino andar, no quiso perdese la cuchipanda y aportó una paté de foie de primera calidad que aunque no era muy autonómico estaba muy bueno. Albariño, Somontano, Rioja y un Lagares, no de Vigo sino exremeño, regaron abundantemente los gaznates.

  

Foto de familia. A a derecha, detalle de cómo se disfruta arrebañando el plato.

  

La leche frita lista para degustar. Despedida al pie de la mole del Galiñeiro.