Caminha 22

Como esta ruta la hacemos cada verano, poco hay que añadir que no se haya dicho en nuestras  anteriores caminatas por la villa portuguesa de Caminha.

La mañana comenzó fresca y soleada con algunas nubes altas lo cual hizo más llevadera la primera parte de la ruta que, pasando por el centro de Caminha, asciende hasta O Alto da Espiga, primero por un tramo empedrado y después hasta llegar a la Capela de San Antoâo, por la carretera asfaltada que nos lleva hasta allí.

Ya por pista forestal, nos dirigimos a O Alto da Espiga un espléndido mirador sobre el Atlántico que recibe, entre la viila portuguesa y la española de A Guarda, al río Miño que  finaliza allí sus más de 300 Km. de recorrido.

Tras una abrupta bajada por rocas y piedras sueltas, seguimos hasta la ermita de San Pedro de Varais en donde nos detenemos para tomar el clásico plátano acompañado esta vez por las ricas chulas que Elvira nos ha preparado, cosa que suele hacer con bastante frecuencia y variedad.

Desde San Pedro seguimos descendiendo por pistas y senderos hasta la playa de Moledo en donde comienza el camino que, por el interior del  frondoso pinar conocido como   O Mato do Camarido, nos lleva hasta el lugar de origen y también final de esta caminata.

Desde allí nos desplazamos Casa Mariana, en Afife, en donde damos cuenta de dos  suculentas lubinas en sus versiones de «grelhada» y al vapor, regadas por un delicioso «viño verde» Murallas con el que brindamos por que el próximo verano podamos repetir.

Datos de la ruta Distancia Duración Dificultad Tiempo
18,720 Km. 5 h. 29 min. Media Soleado 

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Sin mirabeles

En esta ocasión hemos iniciado nuestra caminata en el parque de As Aceñas, en Tabagón, a la orilla del río Tamuxe, muy cerca de su desembocadura en el río Miño y cerca también de una plantación de mirabeles que por estas fechas suelen colgar maduros y dorados doblando las ramas, inclinándolas hasta el suelo con su delicioso peso.

Pero nos encontramos con la sorpresa de que los árboles estaban vacíos de fruto, mostrando unos pocos mirabeles verdes y nada más. Suponemos que aún es temprano para su recolección aunque el año pasado ya estaban recogiéndolos por estas mismas fechas. También pudiera ser que este año no toca dar fruto. El caso es que nos llevamos una gran decepción lo cual no impidió continuar nuestra marcha con el ánimo y alegría habituales en este grupo de veteranos andariegos.

Pensábamos llamarla «Ruta de los mirabeles» pero, dada su ausencia, lo hemos dejado en «Ruta del Río Tamuxe» que es la que hemos hecho en este lunes recorriendo ambas orillas del tramo que va desde Tabagón hasta O Barrio Novo por cuyo puente pasamos a la otra orilla después de haber pateado O Camiño das Cruces y O Camiño da Barrova e Tinta, que nos llevan por preciosos parajes casi siempre pegados al río.

La vuelta por la ribera derecha pasa por los lugares de Acevedo y Fornelos, más urbanizados, lo que provoca que haya más tramos de carretera pero, aun así, disfrutamos de los remansos y meandros del Tamuxe, de menguado caudal en este tiempo de estío.

Rematamos la caminata en el sitio de inicio, el citado Parque de As Aceñas, finalizando la jornada en el restaurante Casa Telleiro, en Figueiró, frente al Santuario de San Campio que celebra su romería en estos días.

Bien conocido y frecuentado por este grupo desde hace muchos años, disfrutamos de su selecto y variado menú en el que destacan las berenjenas rellenas y el marrajo a la plancha que, con un vino blanco de la casa, nos dejan contentos y satisfechos.

Datos de la ruta Distancia Duración Dificultad Tiempo
17,720 Km. 4 h. 54 min. Baja Sol y nubes 

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Al Miño entre pinares

Partiendo de la playa fluvial de Goián, frente a Vilanova de Cerveira, después de recorrer el interior de lo que queda de la Fortaleza de San Lourenzo,  no tardamos en dejar  atrás el casco urbano de la villa para adentrarnos en los extensos pinares resineros que, igual que en nuestra reciente caminata por la Travanca portuguesa, pueblan los aledaños de Goián.

Hay una pequeña diferencia en el procedimiento para la  extracción de la resina: mientras que los portugueses practican una pequeña incisión en el árbol con un machete especial grapando la bolsa en su base, los de Goián introducen en el pino una especie de válvula de plástico de la que cuelga la bolsa y por la que gotea la resina.

Caminamos por suelo  arenoso  hasta llegar a las primeras casas de Tabagón.

Largas pistas de tierra serpentean entre  los innumerables pinos que protegen con su sombra al caminante.

Llegados a la iglesia de San Xoan. aprovechamos los asientos de piedra que la rodean para descansar unos minutos en esta  agradable y cómoda ruta que nos ha traído hasta aquí.

Atravesando el pueblo, no tardamos en alcanzar la otra iglesia de San Migue,l muy cerca de la orilla derecha del río Miño siguiendo  nuestra marcha por el lugar de Eiras  y continuando por el hermoso paseo fluvial  que se alarga hasta la villa de Goián, finalizando en  el punto de inicio, al lado de la citada Fortaleza de San Lourenzo.

Sin frío pero, con el cielo casi  todo el tiempo nublado y una suave brisa refrescante, los 18 Km. de esta caminata se convierten en una alegre andaina que nos hace  disfrutar sin esfuerzo de nuestra afición a caminar.

Datos de la ruta Distancia Duración Dificultad Tiempo
18,070 Km. 4h. 44 min. Baja Sol y nubes 

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Lages altas, água baixa

Ya es una tradición entre los andarines de Los Lunes al Sol realizar una caminata por los aledaños del Albergue-Restaurante Constantino, en Cossourado, Paredes de Coura, lugar de acogida para peregrinos y cosechero de arándanos (mirtilos en portugués) y moras.

Finalizada la ruta nos acercamos a Constantino donde,  después de disfrutar de su bacalhao  con papas panaderas, recogemos los mirtilos que cada uno había encargado con antelación. En esta ocasión pasaban de 30 kg. los pedidos.

Un tinto de Douro Papa Figos y un blanco, alvarinho y trajadura, Murallas, regalos de nuestra entrañable  cumpleañera Elvira, aportaron un toque de nobleza y calidad al agradable condumio.

Antes, de buena mañana, partimos bajo el tibio sol de estas primeras horas desde la aldea de Codessal .

Después de atravesar  A Ponte da Rabuda, en la parroquia de Cunha, seguimos  entre entre fincas y extensos bosques de pino resinero, pinus pinaster, del que se obtienen trementina, colofonia y brea. Tuvimos la ocasión de charlar con alguno de los expertos que estaban practicando la incisión en los pinos y que nos explicó algo de su técnica y propiedades.

Ya metidos en la espesura de la arboleda que jalona las orillas de O Ribeiro das Poldras, accedemos al hermoso paraje que da nombre a la ruta: Lages Altas, con su Cascata de Lages d´Água d´Alto la cual, en este tiempo de estiaje, ha quedado seca reduciendo su presencia a un fino hilo de agua que casi la hace invisible. En la estación de lluvias vale la pena acercarse hasta este sitio y disfrutar del precioso espectáculo de las aguas del Ribero das Poldras  derramándose sobre  las grandes lajas.

Siguiendo por la larga levada, la antigua acequia que proporcionaba energía a los muiños, seguimos por los Viveiros Forestais do Alto da Cortelha, una plantación de cipreses Lawson también llamados Cedro blanco o Cedro de Oregón, unas coníferas de porte piramidal que fueron sembradas en tiempos de Oliveira Salazar y que con el paso de los años han formado un hermoso bosque de altos ejemplares que protegen con su benéfica sombra al esforzado caminante en un día caluroso como el de este lunes.

Poco más de 4 Km. y alcanzamos el punto de partida y final de esta agradable jornada.

 

Datos de la ruta Distancia Duración Dificultad Tiempo
17,790 Km. 5 h. 15 min. Media Soleado 

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