Como es tradición en este grupo, daban las campanadas de las 8:30 cuando tres coches llegaban al aparcamiento de la Estación Marítima Ferry A Guarda.
Un poco huérfanos por la ausencia nuestros guías titulares, seguimos haciendo las rutas gracias a los ya experimentados “becarios”. A estas alturas damos fe que tuvieron muy buenos maestros, gracias al interés de unos y la disposición a enseñar de otros, siempre podremos seguir disfrutando de “Los lunes al sol”
De los coches bajaron un total de 12 caminantes que con buen ánimo tomaron el sendero paralelo al río, y la playa de Armona.
Iniciamos la ascensión en zona urbana hasta la plaza de San Amaro, desde donde ya nuestro camino se adentró en un bosque de pinos, este lunes no era precisamente de sol, una densa niebla iba acompañándonos en nuestra ascensión al Tecla. Un indicador del camino nos anticipó “14 Revoltas”, y efectivamente algunos de nuestros caminantes iban contándolas y cantándolas para dar ánimo a los más rezagados.
La ermita de Santa Tecla nos recibió envuelta en niebla, lo que hacía más misterioso el entorno, aunque es cierto que no apreciamos nada del maravilloso paisaje, nuestros ojos lo intuían al ya conocerlo. Nos cruzamos con algunos turistas, decepcionados por no poderlo apreciar. Desde allí iniciamos el descenso por la cara oeste del monte, entre nubes y niebla, al fondo tuvimos oportunidad de vislumbrar el perfil de A Guarda.
Un sendero fácil, amplio, plagado de acacias, tapizado por sus hojas, formando verdes túneles nos acompañó durante varios kilómetros.
En esta ocasión una de nuestras compañeras, inicia su primera experiencia en el seguimiento de la ruta en Wikiloc, “como becaria de becarios”. En dos ocasiones tuvo que resolver ante una encrucijada el camino a seguir, no sabemos si por despiste de ella en el seguimiento del grupo, o por ponerla los guías a prueba: salió airosa.
A medida que pasaban las horas matutinas, como es habitual por estos lares, la niebla fue dejando paso al sol.
Bordeamos el monte en dirección sureste por el lugar de Salgueiro, hasta llegar a playa de Do Muiño y posteriormente a la de Camposancos, al final de esta a todos nos llamó la atención una gran finca cerrada, con vistas espléndidas, habitada por una familia de cerdos vitnamitas, se estaban dandose un festín con restos de comida de algún restaurante próximo.
Un cómodo paseo de madera nos condujo hasta la zona de acantilados y desde allí a A Guarda, lugar elegido para reponer fuerzas.
Lo hicimos en el restaurante Casa Valladeiro situado en pleno puerto y centro de la villa. Tras refrescar nuestras gargantas en su terraza, nos tenían reservada una mesa en el primer piso, pudimos disfrutar de un agradable menú marinero y sus inmejorables vistas sobre el puerto y océano.
Cruzamos el pueblo en dirección norte, poco antes de dejar el casco urbano nos sorprende un mural que pone de manifiesto el celtismo de este pueblo: imagen y calle dedicada al Celta de Vigo, inaugurada el pasado 11 de agosto.
Atravesamos, en dirección este, la pequeña península entre fincas y frutales, hasta llegar frente a Ilha da Xunqueira, ya en la orilla del Miño.
Nuestros pasos nos llevan a O Pasaxe, bordeamos y admiramos los restos, en ruinas, de los impresionantes edificios, de lo que en su día fue el lugar elegido por los Jesuitas, a finales del siglo XIX, para la construcción de un seminario y universidad. Estuvo en activo hasta 1916. Fue campo de concentración durante el franquismo, posteriormente volvió a tener una etapa de actividad académica hasta finales de los 60. Hubo varios intentos de dedicarlo a uso hostelero que no fructificaron.
A pocos metros llegamos al punto de inicio.
Datos de la ruta | Distancia | Duración | Dificultad | Tiempo |
20,700 Km. | 6 h. 24 min. | Baja | Nieblas |
Para ver el mapa y más detalles de la ruta hacer clic con el ratón aquí.
Texto, fotos y vídeo de Carmen Cochón.