La 10ª Andaina de Allariz

logolunesp.jpg Dos de nuestros miembros de los Lunes al Sol, Dietmar y Eduardo, con sus 65 años en las costillas, tomaron la decisión de participar por primera vez en su vida en una marcha de 50 km. La verdad es que se lo tomaron con mucha ilusión solo por el hecho de participar, pero con un cierto miedo de no poder llegar a la meta.

Como había que salir temprano, a las 9ºº horas, se fueron a dormir a Allariz y allí empezaron las primeras sorpresas siempre agradables. Habían contactado con un numeroso grupo de Pontevedra a los que no conocían, que con toda amabilidad les reservaron una estupenda habitación en una preciosa casa rural, que el grupo reserva al completo con mucha anticipación.

Al llegar, las presentaciones, Penedo, Manolo, Checho y muchos más con sus respectivas esposas y ya en ese momento constatamos el magnífico ambiente de ayuda, esfuerzo y diversión que allí había. Luego, todo Allariz era una fiesta, cientos y cientos de personas llenas de alegría y de ilusión, tomándose sus pinchos, sus cervezas, etc., comentando sus aventuras y derramando todo tipo de ilusiones y consejos para la marcha del día siguiente. Después, nos tenían preparada una magnífica cena de la que formaba parte un jarrete insuperable. Allariz como todos sabemos está precioso, pero es que con este jolgorio, relucía.

La andaina está perfectamente organizada, la organización está en todo, la salida, los controles, los avituallamientos, los servicios de masajistas, los consejos, la señalización del sendero, etc. Parece ser que las inscripciones este año llegaron a las 850 personas entre las que estaban gentes de sitios muy alejados que vinieron expresamente a la andaina. El trazado de la andaina está dividido en tres recorridos que forman como tres lóbulos de una hoja de trébol y todos ellos confluyen en Allariz, el primero de 16 Km., el segundo de 22 Km. y el tercero de 12 Km., lo cual permite reconsiderar siempre el empezar uno de los recorridos.

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Por las riberas del Avia

logolunesp.jpgLunes, 21 de Mayo de 2007

Adrián, Dietmar, Isidoro y José .
Recorrido: 24 Km.
Dificultad: Baja
Duración: 6 h
El recorrido que hemos hecho en este Lunes discurre por el PRG 76 que está descrito con detalle en la web de Turgalicia con el nombre de Sendeiro do Río Avia, con la diferencia de que nosotros lo hemos hecho en sentido contrario, comenzando en el parque de A Veronza, en Rivadavia, y terminando en Lebosende y no en Pazos de Arenteiro.

Como ocurre siempre que se anda por las riberas de los ríos, el paisaje es de una belleza exhuberante y encantadora. Viejos puentes, aldeas perdidas, viejas iglesias. Aunque eso sí, también hay que decirlo, tanta hermosura es con cierta frecuencia empañada por eso que se dado en llamar el feismo en nuestra arquitectura rural. No es raro tropezarse con una casa de colorines al lado de una iglesia románica, o con un muro de bloques incrustado en la sillería de una vieja casona.

Aún así, recorrer estos parajes es siempre un hondo placer para el amante de los caminos. De Lebosende hemos regresado a Leiro donde repusimos fuerzas y desde allí a Rivadavia. Volveremos sobre esta ruta para experimentar otras aternativas que merecen la pena y de las que daremos buena cuenta.

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El río Avia poco antes de entrar en el parque de A Veronza. La aldea de Lebosende con su iglesia románica.

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Puente San Clodio en la aldea su mismo nombre, no lejos del cenobio benedcitino, hoy hotel.

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Dos ejemplos del estrafalario feismo: una casa de colorines al lado de la iglesia y esa extraña componenda pasa sacar agua de la vieja fuente.

Otra vez el Arenteiro

logolunesp.jpgLunes, 14 de Mayo de 2007

Adrián, Ángel, Carlos, Dietmar, Isidoro , José  y Manolo.
Recorrido: 36 Km.
Dificultad: Media
Duración: 8h

Este recorrido ya lo hicimos el año pasado por estas fechas y le llamábamos Circular del Arenteiro: 2PRG en uno. La diferencia está en que en esta ocasión lo hicimos en sentido contrario a la anterior. La ruta siguue siendo la misma aunque ya hemos encontrado algún trecho, un poco después de Pazos de Arenteiro, invadido de acacias. Si no lo revisan no tardará en volverse intransitable. Otra novedad fue el pestilente olor que emanaba del río Arenteiro, debido a un emisario que vertía allí, en la zona de recreo, al comienzo de la ruta, su asquerosa contribución al cauce del río en tan hermoso paraje.

Nos llevamos nuestra pitanza en plan bocata, de la que dimos cuenta en el Bar Mina, en San Martiño de Cameixa, el mismo sitio donde lo hicimos la otra vez. En este punto inciamos la vuelta al inicio.

Como la ruta está descrita con detalle en la reseña del año pasado, me limito a dejar aquí unas fotos de lo que nos encontramos por el camino.

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Un líquido espumoso y pestilente vierte en el río y cubre la zona con olor a letrina. Más adelante, en Ponterriza, las cosas vuelven a la normalidad.

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Casas con blasón y sitios con encanto en Pazos de Arenteiro.

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Casas en ruinas y piornos vacíos junto al asfalto revelan el cambio que se ha producido en el rural.