Adrián

Adrián, como se dice en la presentación de este blog, era nuestro querido e indiscutible líder.  Después de cuatro meses debatiéndose entre la inquietud y la esperanza, nos llegó la triste noticia de su fallecimiento.  Nos hemos quedado, sin guía, sin amigo, y el vacío que deja su ausencia, por tópico que pueda parecer, es irremplazable porque Adri es irrepetible.  Seguiremos caminando, sendereando por las rutas y caminos que él nos enseñó, pero ya no serán las mismas rutas ni los mismos caminos sin él.

Adri, como le llamábamos cariñosamente, era oriundo de Guadalcanal, sevillano, pero ciudadano vigués desde hace más de cuarenta años. Su acento y su gracejo andaluz jamás le abandonaron pero conocía cada centímetro cuadrado de los senderos que cruzan nuestros montes y valles. Con frecuencia, los paisanos que nos encontrábamos en nuestras andaduras por el rural se asombraban al comprobar que Adri, conocía mejor que ellos los caminos, corredoiras y rutas para llegar hasta éste o aquel lugar.

De Adri podría decirse que era un homo ambulans, el ser andante por antonomasia. Disfrutaba caminando, solo o acompañado. Muchas veces  preparaba rutas en solitario para compartirlas después con nosotros.

Como buen guía que era,  caminaba constantemente preocupado porque nadie faltase ni se quedase atrás. Siempre de buen humor, animaba a los que se quedaban rezagados y celebraba con todos el remate de una buena caminata.

A Adri lo tendremos siempre en nuestro recuerdo. Su bondad, su alegría, su entrañable compañía permanecerán con nosotros en nuestras futuras andanzas y caminatas.

Aunque en estos días nos embarga la tristeza y la nostalgia, queremos  recordarle, alegre y animoso, en estas imágenes que nos devuelven algunos de los buenos momentos que disfrutamos con él.


Junio de 2006. Apoyado en su cachava, en O niño de corvo, sierra de O Argallo, Tomiño. A la derecha, marcando el paso en la romería de A Franqueira, en mayo del mismo año.


Estrenando camiseta con el logo de Los lunes al sol y foto de familia con los componentes de la Caminata Sabatina.

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PRG-106 Muiños de Vilaboa/Chan do Vilar

Este recorrido es uno más de los que comienzan en las  Salinas de Ulló, de las que ya hemos dado cuenta aquí, en Sendereando, no hace mucho. Dejando atrás las salinas, se dirige hacia Vilaboa en donde atraviesa la N-550 que va a Pontevedra. Después de pasar por unas cuantas fincas y viñedos, las marcas blancas y amarillas del PRG nos llevan hasta un túnel por debajo de laAP-9 y allí comienza la ascensión hasta el lago Castiñeiras, a lo largo del río Trasmil, sucediéndose una serie de molinos, unos 15, algunos restaurados y otros en estado ruinoso, pero que dan a la empinada subida un encanto especial. En este tiempo de lluvia abundan las cascadas y los rápidos, siendo el recorrido bastantate difilcultoso.

LLegados a Cotorredondo, encontramos la hermosa laguna de Castiñeiras aunque en esta época del año, está todo aquello bastante descuidado.

Ya de regreso, a poco menos de 2 kilómetros, hay una bifurcación que nos lleva a Chan do Vilar, desde donde, según el trazado de esta ruta, se regresa al cruce para volver a los molinos.

Nosotros decidimos continuar a nuestro aire y la cosa nos salió muy bien porque, caminando por pistas y senderos, llegamos a otro túnel que pasa bajo la autopista, muy próximo al inicial, con la ventaja de que nos hemos topado con una huerta abandonada en la que se nos ofrecían, entre matorrales, zarzas y hierbajos, unos hermosos pomelos, naranjas y limones con los que pudimos llenar nuestra mochilas.


Al cruzar la N-550, en Vilaboa, nos sorprende este magnífico hórreo. A la derecha, el túnel que pasa por debajo de la AP-9, al que no es fácil llegar porque faltan marcas.


Uno de los muchos molinos que jalonan la subida a Cotorredondo. El río baja crecido debido a las recientes lluvias.


El poste señala las tres direcciones de la encrucijada. Poco duró el panel de pie, lo cual no es de extrañar con tan precarios basamentos.


Será difícil hallar una definión del minifundio gallego más exacta e ingeniosa que esa: «É pequeniña, pero é miña». A la derecha, mapa de la ruta.

Distancia Duración Dificultad Tiempo
Datos de la ruta 16 Km. 3 h. 30 min.
Media
sollluvia

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Circular de Valga: asfalto a tope

Cuando hicimos esta ruta en setiembre del 2008, nos había quedado cierta frustación al no haber sido capaces de encontrar algunas de las marcas blancas y amarillas que orientan al caminante en este recorrido denominado Circular de Valga PRG 22 y que ha sido descatalogado por la Federación Gallega de Montañismo a causa de su falta de mantenimiento. A pesar de que la cosa era difíci, podemos decir que hemos dado con casi todas las marcas lo que nos ha permitido efecutar el recorrido en su totalidad.

Otro motivo más para su descatalogación debería ser el hecho de que esta ruta parece haber sido diseñada pensando más en las ruedas de un coche que en las botas de un senderista, pues casi toda ella discurre por piso de asfalto y una gran parte por la zona urbana de Valga. Tampoco nos abandona el asfalto, cuando comienza la subida a Setecoros por terreno montañoso, a excepción de unos pocos cientos de metros en la zona próxima a As Cerneiras.

Precisamente aquí, en pleno monte, nos hemos topado con el triste espectáculo de un par de caballos cojeando a causa del cepo de madera con el que lo torturan para limitar sus movimientos. En esta ocación, como en otras tantas, observamos que el contacto con la naturaleza no mejora la sensibilidad de la gente del rural hacia los animales ni hacia su entorno en comparación con las personas que viven en las ciudades. Caballos torturados, perros ladradores que acosan al caminante a su paso, hórreos pintarrajeados, chatarra abandonada en medio del monte y muchos ecéteras más, son muestras de la degradación que sufre el medio rural aquí en Valga y en muchos otros sitios.

En fin, la experiencia de caminar, que siempre es gratificante, no lo ha sido tanto en esta ocasión porque 20 km. de asfalto machacan los pies del senderista más experimentado y tantas agresiones al paisaje y a la naturaleza le irritan y restan atractivo al disfrute de caminar.


Estos cepos son ilegales y someten a los animales a un duro sufrimiento.


Lo de los  hórreos de colorines no es nuevo, pero el immueble de pisos en medio de las leiras sí que llama la atención.

Distancia Duración Dificultad Tiempo
Datos de la ruta 22 Km. 5 h. Alta

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