Senderos del Barbanza: PRG 90

No tardará en quedar intransitable. Una vez más la desidia y el desinterés de las instituciones responsables de su mantenimiento son causa del abandono de senderos como éste PRG 90 perteneciente a la Red de Senderos del Barbanza, pomposa denominación de lo que en su día fue sin duda un hermoso proyecto. Hemos comenzado la ruta en Ponte Veluso, municipio de Boiro, adentrándonos a los pocos metros en las riberas del río Beluso por las que discurre el camino de pescadores, jalonado por los invitables muiños de los que solamente quedan vestigios de otros tiempos, rústicos pontillones, etc.

El río Beluso es en este tramo como un torrente cuyos rápidos forman hermosas cascadas que alternan con remansos cuyas transparentes aguas invitan a darse un remojón en este caluroso lunes de junio. A unos 4 km. del incio, atravesando un viejo puente de piedra, abandonamos el río y comenzamos la fatigosa ascensión del Seixiño bajo un sol de justicia, por el monte pelado, huérfano de sombra hasta que alcanzamos el parque forestal de San Ramón de Bealo.

Allí, bajo la sombra de pinos, carballos y eucaliptos, nos detenemos. Mesas de piedra y de madera y una fuente que mana un generoso chorro de agua fresca son el inesperado regalo para estos caminantes que llegan aquí un tanto agobiados por este sol canicular. Después de una breve pero reparadora siesta reanudamos la marcha alcanzando pronto el cause del río Grande, que no es más grande sino de menos porte que el de Beluso, de mayor mansedumbre y estrechez pero también gracioso, de cauce límpido y sereno.

Llegados a los Muiños da Brea entramos en la localidad de Monte Beluso que es donde comenzamos y donde termina la ruta.


Ermita de Las Angustias, inicio y fin de la ruta. Los rápidos del río Beluso.


Por el monte Seixiño, a pleno sol.


La capilla de San Ramón de Bealo. Desvaídos indicadores del PRG 90.


El río Grande. A la derecha, la foto de familia.

Distancia Duración* Dificultad Tiempo
Datos de la ruta 16,020 Km. 6 h. 58 min. Media Soleado

*Tiempo en movimiento: 3 h. 53 min.

Para ver el mapa y más detalles de la ruta hacer clic con el ratón aquí.

Muiños de Couso

Los espacios rurales que rodean a Vigo guardan con frecuencia auténticos tesoros etnográficos  y paisajísticos escondidos en recónditos parajes como estos de los ríos y muiños de Couso, recuperados por su Comunidad de Montes a través de una preciosa ruta que hemos tomado prestada de jesussimon, esforzado caminante con más de 200 rutas en su catálogo de wikiloc.

El recorrido se inicia frente a la iglesia de Couso con un primer tramo de carretera que cambia de rumbo al cabo de unos 2 km. para enlazar con las riberas del río Couso topándose con lo que queda de sus antiguos muiños, hoy románticos despojos de que que antaño fueron lugares de intensa actividad, con sus largas levadas cuya agua, de rápido curso, impulsaba los rodicios que hacían mover las moas para elaborar la harina transportada en sacos al hombro o en burro por los estrechos carreiriños que hoy constituyen la delicia de los senderistas que tantos años después volvemos a pisarlos con bien distinto propósito.

La mayor parte del trayecto discurre por  frondosos bosques de ribera cuya generosa sombra  nos protege del sol y del calor en esta mañana primeriza de verano. Llegados al Puente de Couso nos detenemos para dar cuenta de un breve y reconfortante refrigerio y seguir después por la margen derecha del río. Aquí hay que andar con ojo y fijarse bien en la señalización o en el GPS pues es fácil equivocarse y tomar la izquierda como nos pasó a nosotros, aunque rectificamos a tiempo.

Seguimos por la margen derecha del río Matalagartos hasta llegar a A Ponte dos Amados, que no de los amantes, y continuar hasta la localidad de Rasas y desde allí a Couso.

Dejo constancia de que todos los nombres de los lugares aquí citados los he tomado de la reseña que acompaña al mapa de jesussimon  en wikiloc preguntándome cómo su autor ha conseguido enterarse de cómo se llaman esos muiños, pontillones, ríos y lugares que parecen olvidados y perdidos. La cosa tiene  su mérito.

Distancia Duración Dificultad Tiempo
Datos de la ruta 10,980 Km. 3 h. 21 min. Baja Soleado

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Andaina de Cenlle

En el pasado mes de marzo del año en curso se celebró en el municipio orensano de Cenlle la III Andaina en contra de la desnutrición infantil a la que concurrieron cientos de aficionados al ejercicio de la «pateada», unos andando y otros corriendo, entre ellos Ferreiro2008 que según él mismo nos confirmó completó la ruta en menos de 3 horas, una verdadera hazaña si se considera que ronda los 26 Km.

Nosotros hemos repetido la ruta, no la hazaña, pues somos tranquilos andariegos que nos paramos con frecuencia a observar lo que nos llama la atención o a disfrutar de los agradables paisajes que a menudo encontramos en nuestras expediciones.

El recorrido es en su conjunto bonito y entretenido. Discurre por las tierras del Ribeiro, entre viñedos y pequeñas poblaciones, con tramos a lo largo del río Avia e impresionantes panorámicas sobre el valle en cuyo centro se encuentra el  hermoso monasterio de San Clodio, románico del s. XII, cuyos monjes iniciaron las plantaciones de viñedos en la zona.

Iglesias, capillas y pazos son testigos de la historia de estas tierras desde hace siglos y muestran al caminante la habilidad y el arte de los canteiros locales y los maestros en el arte de la piedra en obras tan sobresalientes como el Pazo de Riobó o el citado monasterio de San Clodio.

Las viejas corredoiras, hoy apenas holladas por las botas de los senderistas, nos llevan de una aldea a otra entre bosques de castaños, pinares o carballeiras y tierras de labor atravesando los pequeños ríos que fluyen hacia el Avia.

Nos llamó la atención la cantidad de cerezos abarrotados de fruto que los lugareños ofrecen generosamente al caminante. En otros frutales como pexegueiros, nogales, perales y manzanos se ve ya brotar el fruto que en setiembre estará ya maduro, así como los racimos de los extensos viñedos que dentro de tres meses ya estarán listos para la vendimia.

En fin, una hermosa jornada en un día con claros y nubes, con una agradable temperatura y una suave brisa,  condiciones ideales para disfrutar del ejercicio de senderear.


Desde el mirador de Cenlle se aprecia desde la punta de Pena Corneira hasta el monasterio de San Clodio en la imagen de la derecha.


Los dos campanarios del Pazo de Riobó: el  del reloj con su curioso capacete y el de la capilla. A la derecha un detalle de la fachada principal.


Sorprende el magnífico edificio que albergaba las Escuelas Pías de Riobó, hoy abandonado como se puede ver en la foto de la derecha.


Vista parcial del valle del Avia.


En la aldea de A Pena con la presa de Castrelo al fondo. A la derecha, el cruceiro de Cenlle.

Distancia Duración* Dificultad Tiempo
Datos de la ruta 27,550 Km. 9 h. 15 min. Media Sol y nubes

*Tiempo en movimiento: 6 h. 39 min.

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Entre cabras y garranos

Y también ovejas. Una vez más sudandobotas ha sido nuestro mentor internético en la ruta de este lunes cuyo trazado se sitúa en A Serra D´Arga, partiendo de una pequeña aldea llamada Cerquido, en las estribaciones de la mencionada sierra, a unos 15 Km. de Ponte de Lima, la hermosa villa portuguesa.

Es un recorrido por los los montes pelados de esta sierra, casi sin arboleda, como mucha piedra y parque eólico incluído, que atraviesa una par de rústicas aldeas como son Reconco y Arga de Cima, pequeños núcleos de población casi perdidos en el interior de estas montañas. Nos hemos encontrado con rebaños de cabras que conducidas por su pastor eran llevadas a su su establo, también ovejas que pacían en los prados cercanos y manadas de caballos garranos, la raza típica de estos montes y también de los montes gallegos.

Hemos soportado una variada meteorología a base sol, lluvia, viento y niebla, una niebla que en ciertos momentos apenas si nos permitía distinguir las siluetas de los que se alejaban unos metros y todo esto casi siempre acompañados del ronco sonido de los modernos molinos de viento que parecen quijotescos fantasmas en este solitario parque eólico de la Sierra de Arga.

En el corto intervalo en el que la lluvia nos abandonó, buscamos refugio al amparo de unas rocas que nos protegían del viento y allí pudimos reponer fuerzas antes de seguir camino hasta la próxima aldea de Cerquido, comienzo y fin de la ruta.

No tiene el encanto ni la belleza de las riberas de los ríos pero tampoco está exenta de interés esta andaina por la sierra que nos ha llevado hasta los 800 m. de altitud, con fuertes rampas de subida y de bajada que ponen a prueba la resistencia y robustez de nuestras articulaciones.

La aldea de Cerquido, inicio y fin esta ruta. Más adelante, en Reconco, se hallan estos viejos canastros más que centenarios.


Hace falta calzado de piso duro para patear estos senderos muy pedregosos en su mayoría. Es frecuente encontrarse con manadas de caballos garranos que pastan tranquilamente por estas latitudes.


Lo que queda de Os moinhos de Covâo. El grupo se retrata poco antes de finalizar la jornada.


Numerosas aldeas salpican los aledaños de la sierra.

Distancia Duración* Dificultad Tiempo
Datos de la ruta 16,350 Km. 6 h. 14 min. Media  Sol, lluvia, niebla

*Tiempo en movimiento: 4 h. 40 min.

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Ruta de los tres ríos

La ruta de este lunes ha sido diseñada por nuestro amigo José Luís, gran experto en el oficio de componer rutas.  Partiendo PRG 121 o Rutas dos Tres Ríos  y uniéndolo con el PRG 93 o Ruta Ribeira do Ulla – Touro formó un arco que cerró con otra ruta de cosecha propia resultando un recorrido circular de unos 26 Km. de una belleza para cuya descripción las palabras se quedan cortas.

Se trata de una ruta en la que durante más de 20 km. nuestras botas pisan pura naturaleza. No se ve una sola casa, ni cables, ni postes, ni asfalto. Comienza en las riberas de un modesto río, el Lañas, que  trota juguetón entre helechos, abedules y los típicos árboles de ribera, ofreciendo parajes de espléndida belleza como O Salto das Pombas. Aparece más adelante el río Beseño también con sus cascadas y aguas de alegre fluir hasta que nos encontramos con el majestuoso Ulla, uno de los grandes de Galicia, nacido en la Comarca de Ulloa, en tierras de Lugo, con parada en el embalse de Portademouros y término en las Torres del Oeste, en Catoira, en donde entrega sus aguas a la ría de Arousa.

Atravesamos un enorme bosque de alcornoques, sobreiras en el lenguaje vernáculo,  muy raro de ver por estos contornos, castaños, robles, también pinos y los invasores eucaliptos. Hojas secas y hierba alfombran los senderos. En una gran roca, a la orilla del río, nos damos el lujo de asentarnos para descansar y reponer fuerzas, no sin antes refrescarnos con un reconfortante baño en las mansas aguas del gran Ulla.

Siempre bajo la sombra que nos alivia del calor de este soleado día de junio caminamos entre bosques por los deliciosos senderos que nos acercan al final de la ruta. Pasando la aldea de Mourelos, llegamos a Ponte Santaia, con la retina saturada por tanta hermosura y el corazón contento de haberla disfrutado.

En el río Lañas, O Salto das Pombas.


El río Ulla.


La ruta discurre entre bosques o por senderos a la orilla de los ríos. Los senderistas de los lunes en O Salto do Inferniño.


Las ouriceiras eran cercas de piedra en las que los campesinos guardaban los erizos con sus castañas fuera del alcance de los jabalíes. Aquí se ven los restos de dos de ellas.


O Pozo do Pego es una laguna en la orilla del Ulla, rodeada de misterio. Se dice que los remolinos que hay en su interior arrastran a los que se sumergen en ella y los llevan bajo sus aguas para reaparecer en el río.

Distancia Duración Dificultad Tiempo
Datos de la ruta 26,310 Km. 8 h. 34 min. Fácil Soleado

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