Viñedos floridos

Comenzamos la ruta de este lunes en Vilachán, una localidad del municipio de Tomiño situada a los pies de los llamados Altos de Torona, por la bodega que allí se ubica, una hermosa colin, antiguo pinar convertido en extensos viñedos plantados en bancales que la rodean a los que se accede por una pista jalonada de camelios, adelfas, olivos y rosales.

Casi 100 hectáreas de viña, en las que se cultivan las variedades autóctonas de albariño, caíño y loureiro en plena Sierra do Argallo bien conocida por los senderistas de Los Lunes al Sol que se extiende de este a oeste casi paralela a la de la Groba. Desde sus atalayas como el Alto da Pedrada, O Niño do Corvo o el Monte da Madalena se puede contemplar el estuario del Miño en todo su esplendor.

Una vez coronado tan espléndido jardín seguimos monte arriba hasta alcanzar el citado Alto da Pedrada con su torre vigía dominando toda la sierra para alertar de posibles incendios y su cruz de piedra.

Desde ahí todo es bajar entre pinares por pistas de tierra cuyos bordes lucen los hermosos colores entre rosa y violeta del brezo que florece en esta época lo largo del sendero.

Serpentea el camino una y otra vez hasta llegar a un merendero en cuya entrada una losa de piedra anuncia el sorprendente título de «Delirio del poderoso». Es un amplio soto con fuente, mesas y bancos de piedra, verde hierba y frondosa arboleda muy apropiado para jornadas de tortilla y empanada bendecidas con los buenos vinos de O Rosal rematado todo con una pacífica siesta bajo las copas de pinos y carballos.

Ya se se divisan las torres del Santuario de San Campio de Lonxe, en Figueiró, con cuyo atrio linda la Casa Telleiro, vieja conocida de estos senderistas ahora modernizada por sus jóvenes descendientes que nos atienden con sus cuidados menús, fideuá a la marinera, pez espada a la plancha y otras lindezas culinarias todo bien acompañado por excelentes ejemplares de la aristocracia del vino entre los cuales destaca el mencía de la Ribeira Sacra, Regina Viarum, Reina de los caminos, título que bien podría aplicarse a nuestra entrañable Elvira, incansable andarina que, tal como rezan los estatutos no escritos de esta tropa, cumple años e invita por lo cual es aclamada y felicitada por los presentes.

Acabada que fue tan grata convivencia recogemos los bártulos de andar y rodeando el Santuario nos encaminamos hacia O Regato dos Bravos, un exangüe riachuelo que en este tiempo de estío fluye lánguido casi oculto entre la espesura de la fronda ribereña.

Pasada la localidad de Sanomedio vecina a Vilachán  finaliza, cuando el sol aún está bien alto, la agradable jornada de este lunes.


Datos de la ruta Distancia Duración Dificultad Tiempo
22,530 Km. 6 h. 28 min. Media Nubes y claros

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Entre Vedra y Boqueixón

Vedra y Boqueixón son dos municipios coruñeses que lindan con Santiago de Compostela.

Vedra, topónimo que parece tener su origen en vetera, vieja,  está enclavada en la comarca del Ulla, unas tierras muy fértiles en las que abundan los pastos y extensos bosques de robles y castaños. En esta época del año florecen los rosales por doquier. Por eso se la conoce como la «huerta y jardín de Compostela».

Boqueixón, vecina de Vedra, es famosa por la terrible matanza que allí tuvo lugar en 1838 cuando una facción de carlistas mató a cuarenta campesinos en un episodio cuyos detalles aún están por esclarecer.

Toda esta zona es un auténtico paraíso para el senderista pues existen multitud de rutas  no solo por las riberas del Ulla que es el gran río que cruza la comarca, sino también por los numerosos regos, modestas corrientes de agua que en su mayoría alimentan el río grande dando lugar a preciosos parajes como la Fervenza da Serra, en el río Pereiro que ha sido el objetivo principal de la caminata de este lunes.

Iniciamos la jornada en el lugar de Paradela para adentrarnos a los pocos metros en el río Pereiro recorriendo su margen derecha a la sombra, como suele suceder por estos parajes, de su frondosa arboleda ribereña.

Nos desviamos del PR G oficial para ampliar el recorrido pasando las localidades de Romarís y Calzande para llegar a Vilapedre después de vadear el río por  el puente de Couso donado por los Residentes de Vedra en Buenos Aires para facilitar la vida a los que se habían quedado en casa. Por eso este tramo lleva el nombre de «Roteiro da emigración».  No solo puentes como éste sino también escuelas, capillas, caminos, cementerios, etc. fueron producto de la generosidad de  los muchos emigrantes vedrenses que partieron  de estas tierras en busca de una vida mejor.

Regresamos al río para acercarnos a la espléndida estampa del río Pereiro desplomándose entre rocas para formar la hermosa Fervenza da Serra. Después de disfrutar durante un buen rato de tan hermoso espectáculo volvemos al camino que nos lleva por el borde del río a través de campos de maíz hasta que llegamos al puente de Busacos que fue vía militar en tiempo de los romanos modificada en el medievo y paso en la actualidad para los peregrinos que hacen la Vía de la Plata.

Falta poco más de un kilómetro para completar los veintiuno que hemos recorrido en esta mañana, fresca y nublada, ideal para caminar y llegar al restaurante «Vente vindo» ya en Boqueixón pero tocando con su vecina  Vedra.

Un agradable menú a base de risotto con setas y pulpo, churrasco o merluza en salsa verde calman nuestras hambres al tiempo que brindamos por que nuestro querido Juan, veterano compañero de bota y bastón, siga cumpliendo años con salud y ganas de senderear. Con  mencías, riojas y godellos llena la mesa de alborozo y agradece a sus amigos caminantes tan buenos deseos.

Casi cinco kilómetros más entre pinares, fincas y carballeiras y rematamos tan estupenda jornada

 

Datos de la ruta Distancia Duración Dificultad Tiempo
25,750 Km. 7 h. 16 min. Media Nublado

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Reloj no marques las horas…

A Arnoia es un municipio de la comarca de O Ribeiro en la provincia de Ourense. En A Arnoia hay un valle y en el valle una torre. El valle es el Valle de San Vicente y la torre es la  Torre del Reloj que fue construida por un cantero de la localidad a expensas del Centro Arnoia de Montevideo y con el fin de regular las horas de riego para los vecinos del valle y acabar así con las disputas entre ellos

La Torre se alza solitaria, vecina a la ermita de San Roque en en centro del valle. Ya no hay fincas que regar, los campos de maíz que antaño crecían gracias al agua cuyo riego controlaba su reloj han desaparecido. Apenas si quedan tierras de labor que necesiten que los vecinos se organicen para regarlas.

Parafraseando la canción de Roberto Cantoral podría decirle: «Reloj no marques las horas… ya no haces falta, quédate ahí  solitario y silencioso, mudo testigo de unos tiempos ya pasados».

No lejos de la torre, en O Parque das Poldras, a las orillas del Arnoia, hemos comenzado la caminata de este lunes. Durante varias horas, mientras  caminamos monte arriba rodeando el valle, la vista Torre del Reloj nos acompaña hasta que alcanzamos la cota más alta en As Cavadas en donde perdemos la hermosa panorámica del valle con el gran Miño al fondo convertido en embalse de Frieira para iniciar el descenso que, entre bosques de mimosas y carballos, también madroños y pinos, nos lleva hasta el mesón A Lareira en la carretera frente a Ribadavia.

Allí nos esperan unas tripas con fabas y un bacalao con patatas panaderas, todo de estilo portugués, como la joven mesonera que nos atiende acompañado tan excelente condumio con un rioja Azpilicueta con el que nuestro Antón celebra su cumpleaños por el que todos brindamos con entusiasmo deseándole larga vida a tan eximio senderista y querido compañero de fatigas que en esta jornada han sido pocas pues la caminata fue suave sin exigir grandes esfuerzos.

Y así continuó nuestra marcha por la tarde como un agradable paseo por la margen izquierda del río-embalse a la sombra de su alta arboleda por un cuidado sendero que nos lleva, casi sin darnos cuenta, hasta el Parque das Poldras, inicio y fin de la agradable jornada de este lunes.

Datos de la ruta Distancia Duración Dificultad Tiempo
22,110 Km. 5 h. 27 min. Media Nubes y claros

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Puentes y túneles en Silleda

Bajo los puentes pasan los ríos y por encima de los túneles pasar los trenes.

Con estas premisas nuestro desconocido compañero de fatigas BraioKen ha diseñado una ruta que, aprovechando que el río Deza pasa por los alrededores de Silleda y el tren también, se cuela por debajo de los numerosos túneles que jalonan el paso del tren por los lugares de Taboada, Borralla y Vilar sitos en el municipio de Silleda y vadea el río Deza a su paso por Taboada por su famoso puente románico que une esta parroquia con la lalinense de Prada.  En la actualidad solamente pasan por él los peregrinos que hacen la Vía de la Plata pero en los viejos tiempos servía de enlace entre las ciudades de Santiago y Orense.

No lejos de esta encantadora construcción que queda medio escondida en las afueras de Taboada se yergue un imponente viaducto de piedra de unos cuantos arcos para servicio del ferrocarril.

Y así, entre puentes y túneles, la caminata que comienza en el Bar de Gerardo, una solitaria casona al borde de la carretera en Taboada.no tarda en llegar al citado puente románico  situado en un solitario e idílico paraje para continuare entre fincas y dar con el Pazo de Liñares hoy dedicado a labores sociales.

Sigue nuestro caminar placentero entre grandes carballeiras que albergan viejos ejemplares de gran perímetro algunos hasta toparnos de nuevo con el Deza que fluye alborotado por el llamado Pozo do Pego.

Casi siempre por bosques de pinos, castaños, carballos y también, cómo no, eucaliptos nuestro nadar es un cómodo paseo por estas tierras de pastos y vacuno  con pocos desniveles y con muy poco asfalto cuando, casi sin darnos cuenta, se nos ha pasado la mañana y estamos a las puertas de la Silleda urbana en una de cuyas calles se encuentra el Bar Ricardo cuyo único plato, croca con patatas fritas, sacia nuestras hambres. Para el que no lo sepa la croca es cadera de la ternera, nos dice la hostelera. No está mal pero tampoco es para echar cohetes. El vino de la casa reclama gaseosa sin paliativos.

Por la tarde nos queda un corto camino pero muy atractivo puesto que pasa en su tramo más largo bajo la extensa carballeira de Taboada en cuyo interior se encuentra el Pazo de Trasmontaos oculto tras un largo muro de cachote que apenas si nos deja ver su interior.

A unos cientos de metros se encuentra el Bar de Gerardo en donde rematamos la marcha entre refrescos y cafés invitación de la dueña de la casa.

 


Datos de la ruta Distancia Duración Dificultad Tiempo
21,540 Km. 6 h. 14 min. Media Nublado

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