Sen voda non hai muiño

Nos lo cuenta Antón, nuestro entrañable compañero de fatigas, que en este lunes es nuestro guía por las tierras que riega el río Loira, en los aledaños de Seixo, Marín, su patria chica que él conoce palmo a palmo.

Cuentos y leyendas, viejas historias que habitan en el mágico entorno del Loira. En el vídeo lo veréis narrando con gracia y algo de retranca no exenta de ternura, la que se refiere al  Muiño que nunca traballou. Una historia de amor y desamor cuya imagen son las piedras musgosas y abandonadas de este muiño, aval de unos esponsales fracasados.

Y así, desde el Lavadoiro de Soaxe, siguiendo el curso del río Loira, Antón va desgranando consejas y chascarrillos que surgen de los rincones y parajes de indescriptible hermosura que el Loira ofrece a nuestra contemplación.

Lugares como O Ollo da Moscosa, uno de los nacimientos del río, avellanos gigantes que flanquean sus orillas, las presas y levadas para mover los 56 muiños que jalonan su curso desde Allariz hasta la playa de Loira.

Espléndidas atalayas como las del Banco de Pastoriza o la de Monte Castelo desde donde contemplamos fascinados la maravillosa estampa que presenta a nuestros ojos la soberbia ría de Marín.

Todo eso hace de esta caminata una inolvidable jornada en la que, de la mano de Antón, hemos disfrutado de una de las más gratificantes experiencias de Los Lunes al Sol la cual rematamos en Casa Pilán, de Marín, con su menú del día ennoblecido por un Ribera del Duero obsequio de Mari Carmen con el brindamos por que cumpla muchos más en una larga vida llena de felicidad.

Datos de la ruta Distancia Duración Dificultad Tiempo
19,940 Km. 6 h. 20 min. Media Soleado 

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Poco río y mucho mar

Hace un año, cuando aún no nos estaba permitido salir de los límites del municipio, hicimos esta ruta cuya crónica llevaba el título de «El diluvio universal» pues era tal la cantidad de agua que caía sobre nuestra cabezas que bien merecido le iba lo del diluvio.

Y así se mantuvo durante toda la jornada hasta el punto de que apenas si tuvimos la oportunidad de enterarnos por donde discurría la marcha porque la espesa cortina de agua que no cesaba no nos permitía ver más allá de nuestras botas.

En este lunes el panorama fue bien distinto, ya que durante todo el día lució un sol primaveral cuyos rayos, filtrándose por entre los frondosos pinares que rodean A Madroa, embellecían los caminos, pistas forestales unas veces y pistas asfaltadas otras con mayor frecuencia que la deseada. Es lo que pasa con las caminatas cercanas a las zonas urbanas.

Aún así, pudimos disfrutar del hermoso paraje en el que se halla la laguna en la que nace el río Lagares, el río de Vigo que, desde este lugar que limita con el aeropuerto de Peinador, inicia su curso siempre urbano hasta la playa de Samil en donde entrega sus aguas al Atlántico.

Un humilde río cuya modestia contrasta con la grandiosidad y belleza de la espléndida ría viguesa.

Rematamos la caminata en donde se inició, al lado de Bar Restaurante Frontera, en donde dimos cuenta de su menú del día que satisfizo a unos más que a otros pero que sirvió de pretexto para condecorar a la campeona de este año, Elvira, que una vez más se hizo acreedora de la Medalla de Oro de Sendereando por ser la más andarina con sus más de 1.500 Km de recorrido durante el 2021.

Desde aquí la felicitamos a ella y también a nosotros todos, los componentes de este entusiasta grupo de veteranos andariegos que, año tras año, pateamos por los montes, valles y ríos de este entorno nuestro del que somos privilegiados moradores.

Datos de la ruta Distancia Duración Dificultad Tiempo
18,120 Km. 5 h. 00 min. Media Soleado 

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Campana sobre campana

Le robamos el título al conocido villancico para hacer referencia a uno de los hitos más interesantes de la ruta de este lunes: la fábrica de campanas de los Ocampo en el lugar de Badoucos, en Arcos da Condesa.

A pocos más de cuatro kilómetros del centro urbano de Caldas de Reis, una de las villas termales más afamadas del país, se encuentra la pequeña aldea de Badoucos en donde se halla el taller de la saga de los Ocampo que desde hace casi cuatrocientos años sigue ejerciendo el noble y casi extinguido oficio de los campaneros.

Allí se fundieron las campanas que Anllóns y Bastabales que inspiraron los versos de dos de los poetas más emblemáticos de la literatura gallega: Pondal y Rosalía. Muchas de las iglesias gallegas ostentan en sus espadañas campanas de los Ocampo, incluso catedrales como las de Santiago, la concatedral de Vigo y la Almudena de Madrid con sus cuatro campanas en la llamada Torre de los gallegos.

No había actividad en la fundición en esta mañana pero valdrá la pena volver otro día para visitarla y conocerla.

Desde allí no queda mucho para llegar al Parque Natural del río Barosa  que desde la altura se precipita en una deslumbrante cascada sobre las inmensas rocas.

Continúa la caminata monte arriba entre viejos muiños y frondosa arboleda, en continua ascensión, hasta el lugar de Arosa desde donde desciende hasta el de Paradivas, ya cerca de la presa de A Baxe que todos los veranos aparece teñida de verde por un alga tóxica y que, en contra de lo previsto, no evita las inundaciones que provoca el río Umia en sus crecidas a su paso por la villa.

Un poco más abajo, junto a la nave nave de la antigua central eléctrica, el Umia  nos ofrece otra hermosa estampa de agua y espuma en la fervenza de Segade que se desliza sobre las enormes lajas del fondo para seguir río abajo, entre pasarelas y estrechos caminitos, hasta la alameda de Caldas declarada Paraje Pintoresco y Jardín Histórico,  uno de los más bellos jardines de la provincia, en las márgenes del río, con multitud de especies arbóreas, incluso exóticas, entre las que destacan varios tipos de camelias.

Muy cerca de la alameda, ya en pleno centro urbano, finaliza esta hermosa caminata que rematamos en el Restaurante Castro que, a base de caldo, tortilla, canelones y filetes, calma nuestras hambres y repone las energías gastadas en los 22 Km. de la pateada mañanera.

Datos de la ruta Distancia Duración Dificultad Tiempo
21,900 Km. 5 h. 23 min. Media Chubascos 

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Tres pazos y mucho asfalto

Al Oeste de Lalín en el 16, Caminata Lalinense en el 18 y en este lunes Tres Pazos y mucho asfalto. Tres títulos para la misma ruta, o parecida, porque ésta ha sido algo más corta que las anteriores.

Hemos pasado por los tres pazos  de Bendoiro, Eirexe y Liñares aunque debería decirlo en tercera persona, pues el que esto escribe lleva ya tres semanas de baja a causa de una lesión en el pie que, de momento, lo mantiene en el dique seco.

Los pazos alternan con carballeiras y extensas fincas de labor, sobre todo praderas, en esta zona de gran actividad ganadera. Hay mucho verde pero también mucho asfalto, demasiado para estos senderistas amantes de las corredoiras y congostras que merodean casi ocultas entre carballos, pinos y castiñeiras en parajes teñidos de magia y nostalgia de lo que fueron hace décadas.

La jornada remata en donde empezó, a lado del Restaurante Onde Antonio en el que, como en otras ocasiones, no falta un menú de generosas porciones que satisface con creces las hambres y fatigas que trajo consigo la caminata de hoy.

Datos de la ruta Distancia Duración Dificultad Tiempo
18,400 Km. 4 h. 55 min. Media Soleado 

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Los números del 2021

Aunque siguen la restricciones, la cosa la mejorado con respecto al 2020 y eso se refleja en los números del 2021.

Hemos caminado más kilómetros y hecho más rutas.

Ojalá este 2022 venga mejor y podamos seguir sendereando sin más limitaciones que las que nos impongan nuestros propios recursos naturales.

Desde aquí os deseamos a todos un venturoso 2022.

Y ahi van los números del 21.