Desde lo alto del Pico de A Moa en los montes de O Pindo se contempla la hermosa ría de Corcubión en cuyo extremo oeste sobresale el cabo de Finisterre, hoy Fisterra en donde, como es sabido, se creía en tiempos de los romanos que allí se terminaba el mundo.
Es una vista impresionante que abarca desde la playa de Carnota, la más larga de Galicia, hasta la punta de Fisterra. Uno de los sitios de partida para llegar hasta el citado Pico de A Moa es la cascada de Ézaro, una aldea del municipio de Dumbría vecina de la aldea de O Pindo de la que toman su nombre los montes que la rodean.
La cascada de Ézaro es quizá la más famosa de Galicia y única en su género pues precipita sus aguas en el mar. Dicen que esto la distingue de cualquier otra en Europa. Hasta hace unos meses solamente se podía contemplar tres días a la semana debido a que la empresa propietaria del embalse construido sobre el río Xallas mantenía el agua encerrada entre sus muros.
En la actualidad, debido a la presión de grupos ecologistas, la Xunta de Galicia ha ordenado a la hidroelétrica que mantenga abierto sin interrupción el aliviadero de la presa cuyo chorro sustituye a la antigua corriente natural que daba lugar a la cascada genuina. Según reza un cartel turístico que hay por allí, durante los sábados del verano luce artística iluminación para deleite de los visitantes.
Para llegar al pico de A Moa desde la cascada, hay que que patear unos 5 km. de carretera hasta llegar al lugar de Fieiro desde donde parte un sendero señalizado de unos 9 km. que atraviesa los míticos montes de O Pindo para terminar en la aldea del mismo nombre. Picos como los de A Moa, Peñafiel o Pedrullo constituyen enormes moles de granito en las que la erosión provocada por vientos y lluvias ha formado numerosas y extrañas figuras a las que la imaginación de los lugareños ha dotado de curiosos y hasta divertidos apelativos.
Tanto la cascada como estas pétreas formaciones han dado lugar a numerosas leyendas y mitos relacionados con brujas, hadas y reinas como la reina Lupa. Lo que sí es cierto es que en las estribaciones de este monte mandó construir el obispo Sisnando O Castelo de San Surxo que fue destruido por As Revoltas Irmandiñas en el S. XV.
Vale la pena la excursión por estos agrestes parajes desde cuyas cumbres, sobre todo la de A Moa, a más de 600 m. de altitud, se contemplan en los días claros como el de hoy impresionantes vistas de la costa de Fisterra.
La bajada es un tanto penosa, ya que el camino discurre por encima de rocas y piedras en gran parte del trayecto hasta O Pindo. Por eso se recomienda no hacerlo en días de lluvia porque el resbalón sobre las piedras mojadas será inevitable.
Llegados a O Pindo después de unos 14 Km., nos detenemos para comer en el restaurante A Morada continuando por carretera los cerca de 3 Km. que nos separan del punto de partida.
- La cascada de Ézaro.
- La «fervenza» al fondo.
- O PIndo a la izquierda y Ézaro a la derecha.
- Suministro para la cascada.
- Encuentro con un grupo de irlandeses.
- El PIco de A Moa
- En la cima de A Moa
- «O guerreiro».
Datos de la ruta | Distancia | Duración | Dificultad | Tiempo |
17,150 Km. | 5 h. 45 min. | Media | Nublado |
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