Hace casi cuatro años hicimos una ruta que titulábamos Entre el río y la mar que, aprovechando los restos del antiguo GR-54, nos llevaba desde las afueras de A Guarda hasta los Muiños do Folón en el concello de O Rosal. La hemos vuelto a hacer en varias ocasiones con similar recorrido pero no en las condiciones de esta vez en que la caminata nos ha pasado una factura de 41 Km. holgados.
Aunque el primer tramo hasta A Cruz da Portela lo hicimos sin dificultad por el mencionado GR, a partir de ese punto meteoros adversos como niebla y lluvia hurtaron a nuestra vista los indicadores que orientan al caminante hacia los famosos Muiños do Folón desde donde pensábamos bajar a O Rosal para comer allí y seguir la ruta hasta el punto de partida.
No fue así, sino que al cabo de un buen rato nos encontramos en medio de la nada, o mejor dicho de la niebla, en un descampado de los montes de Oia desde donde partía una pista en la que las huellas de un tractor o ingenio similar motorizado nos indicaban que por aquella vía era probable que alcanzásemos algún lugar habitado. Y hubo suerte, pues a poco más de una hora de camino, nos topamos con la aldea de Santa Comba, solitario lugar desde donde bajamos a Lourenza, en las orillas del río Tamuxe, siendo las ya las tres, hora en que nuestros estómagos comenzaban a reclamar algo de atención.
Una vez más la suerte estuvo de nuestro lado, pues allí estaba el bar El Puente en el que su atento mesonero contentó nuestras hambres con unas buenas fuentes de zorza, pollo estofado, huevos fritos, queique de postre y café todo por un módico estipendio.
Repuestas nuestras fuerzas y ánimo de tan generosa manera, continuamos la marcha hasta O Rosal desde donde subimos a los Muiños de O Picón hasta donde se juntan con los de O Folón y, dejando atrás la ermita de San Martiño, volvemos a encontramos con A Cruz de A Portela recobrando el tramo del GR 54 que nos llevaría con seguridad hasta el inicio de nuestra ruta.
Mas ahora no fue la niebla sino la oscuridad que se cernía sobre nuestras cabezas, pues iba entrando la noche, la que nos impidió ver las marcas que indicaban la dirección correcta. de forma que de nuevo nos encontramos en terreno desconocido aunque habitado y con viales asfaltados lo que nos hizo suponer que estaríamos cerca de A Guarda. No estábamos muy equivocados, pues al cabo de poco menos de una hora acaecimos en un cruce que indicaba O Rosal a 3 Km. y A Guarda a 4. Ya en plena noche ,aunque iluminados por las farolas que jalonaban el vial hasta la PO 552, caminamos un buen trecho hasta rematar los 41 y pico km. que nos costó regresar al punto de partida.
En fin, gages del oficio. Seguro que esto con nuestro añorado Adri no hubiera ocurrido. Habrá que hacerse con un GPS para estos casos porque con la brújula se ve que no es suficiente. Lo importante es que llegamos. Algo más tarde y algo más cansados que lo habitual pero contentos.

La niebla se alza sobre el mar como un velo traslúcido. A la derecha los últimos Muiños do Folón.

El bar El Puente (Foto de Gogle Earth) donde tan bien nos atendieron y el mapa de la ruta.
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Distancia |
Duración |
Dificultad |
Tiempo |
Datos de la ruta |
41,2 Km. |
9 h. 20 min. |
Media |
Lluvia |
Para ver el mapa y más detalles de la ruta (solo la mitad) hacer clic con el ratón aquí.
Nota: Para ampliar, hacer clic en las imágenes.