Hay adjetivos emblemáticos, mágicos, míticos, todos esdrújulos, para una palabra llana como es centenario y sus múltiplos, porque el número cien expresa el comienzo o el fin de una etapa de algo que comenzó o terminó en un momento dado, conmemorándose así los grandes hitos de la historia de la humanidad y también los pequeñitos de nuestra historia particular.
Y uno de estos últimos es que con esta entrada de Sendereando se cumplen las primeras 500 de este boletín en el que semana a semana, desde hace más de diez años ,venimos relatando las peripecias de este grupo de caminantes cuyos orígenes se remontan a los años ochenta del pasado siglo cuando nuestro inolvidable fundador y guía Adrián inició las caminatas de este grupo por los montes y valles que nos rodean.
Aquellos versos de Neruda de uno de sus poemas más conocidos que dicen “Nosotros los de entonces ya no somos los mismos…” no se pueden aplicar a los que al cabo de tantos años seguimos sendereando como la misma ilusión y cariño por la naturaleza que nos inculcó Adrián y que así seguiremos mientras el cuerpo aguante.
En este lunes nos hemos paseado por las llanuras de Pinzás, una parroquia de Gondomar, en la que abundan los pinares y pequeños bosques de castaños a lo largo y ancho de una planicie de las que se ven pocas en la accidentada geografía de esta comarca.
Con la colosal joroba de A Groba como telón de fondo llegamos al lugar de Portavedra y, ya en tierras de Tomiño, alcanzamos el río Pequeno en un hermoso paraje con cascada y cascadita en un entorno de rocas cubiertas por el musgo que los las años y la humedad han convertido en un verde tapiz.
Por pistas forestales y algún que otro carreiriño abandonamos el monte para descender al hermoso y feraz valle de Tebra. Allí, en la amplia plaza de la iglesia, nos espera el Restaurante Las Colinas con un menú a base de marisco, pescado y carne, rematado con apetitosos postres que por un módico precio nos deja tan satisfechos y animados que acometemos los 7 Km. que nos quedan de caminata, siempre monte arriba, como si en vez del final fuese el comienzo de la jornada.
- Llanos de Pinzás
- La sierra de A Groba al fondo
- “Fervenza do río Pequeno”
- En la “fervenza”
- Río Pequeno
- Aldea de A Portavedra
- De charla con un paisano
- Valle de Tebra
- Para hacer boca
- Restaurante Las colinas
- Santa María de Tebra
- Fuente solitaria
- Aquí nace el río Cereixo
- El río en su comienzo
Datos de la ruta | Distancia | Duración | Dificultad | Tiempo |
25,200 Km. | 6 h. 31 min. | Media | Soleado |
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