Tal como se anticipaba en la anterior entrada, nos desplazamos hasta Padrón para acometer la 2ª Andaina Bisbarra do Sar. Yo he querido encabezar esta referencia con el título de la obra más importante de Rosalía de Castro en castellano. Cuando llegamos caía un suave orballo casi imperceptible que mojaba las calles de Padrón y que Rosalía describe en su libro con estos versos:
Y en tanto… la llovizna, como todo
lo manso, terca, sin cesar regaba
campos y plazas, calles y conventos
que iluminaba el sol con rayo oblicuo
a través de los húmedos vapores,
blanquecinos a veces, otras negros.
Aunque la jornada comenzó así, pronto hubo que abandonar paraguas y chubasqueros, pues la lluvia cesó definitivamente quedando un estupendo día fresco y seco, ideal para caminar.
Una vez concentrados en el punto de partida y tras oir las recomendaciones de la organización y unas palabras de los alcaldes de Rois y Padrón, salimos en larga y densa comitiva encabezada por la banda de gaitas que dio un aire enxebre y festivo al inicio de esta jornada. Una vez abandonado el casco urbano, la banda se despidió y los trescientos y pico senderistas comenzamos la larga marcha. Después de un par de horas, aquel abigarrado y colorista desfile de caminantes se fue desperdigando, estirándose en grupos que se fueron diseminando a lo largo de la ruta.
Hubo abundancia de puestos de avituallamiento con fruta y refrescos en todos y comida a base de empanada, bocatas, roscón y hasta café en los dos principales que nosotros alcanzamos entre las doce y las dos.
El primer bucle de 17 km. con vuelta a Padrón nos cogió frescos y lohicimos en dos horas y media con un breve descanso en el puesto de reparación de fuerzas. A partir de aquí nos quedaban 33 km. con los que se atrevieron más de las dos terceras partes de los inscritos, o sea unos docientos, lo cual no está nada mal, sobre todo teniendo en cuenta la dureza de esta ruta con largas y enpinadas rampas.
A eso de las dos, a pocos kilómetros del puesto de avituallamiento de Peracoba, a José le fallaban las pìernas y buscó una piedra para descansar. Pero allí estaba su amigo y compañero de fatigas, Eduardo, con su mágica poción de Kombucha, una bebida procedente de China y Japón, donde es considerada como el elixir de la eterna juventud. Efectivamente, una vez ingerido el exótico brebaje, como empujado por un milagroso resorte, José se incorporó a la marcha con renovadas energías lo que le permitió dar cuenta de los veintitantos km. que restaban a toda marcha y sin más desfallecimientos.
Quien no necesitó ayudas ni refuerzos fue nuestro compañero de ruta Fracisco García que cargó durante todo el trayecto con los doce kg. de Uxía, su preciosa hijita, que hasta se echó algún sueñecito de bien asentada que iba en las espaldas de su padre.
Una vez alcanzada la cima de 588m. del Montemedio, todo es bajada, con hermosas vistas de la ría de Arosa, hasta llegar a los pinares y carballeiras de Chisca, pasando por la hermosa finca del Pazo da Hermida, apenas a un kilómetro del punto de llegada en Padrón, donde nos entregaron el diploma acreditativo de haber efectuado la marcha en su totalidad. Una vez llegados todos los parcipantes, parecer ser que hubo festa rachada, con callos y vino, pero a nosotros se nos hacía tarde y regresamos.
Como suele ocurrir, aunque fueron 10 horas. de andadura, el tiempo se hizo corto y la marcha gratificante porque la naturaleza es generosa con sus innumerables atractivos en forma de aire puro, valles, ríos, montes y bosques, aldeas y tierras de labranza, etc., que hacen que la ruta sea entrenida y el tiempo pase casi sin darse uno cuenta.
La foto en el punto de salida. La banda de gaitas encabezó la procesión civil hasta las afueras de Padrón.
La fuerte concentración del inicio de la marcha se va estirando y diluyendo en grupos pequeños a medida que se avanza.
El río Sar, aún joven, entre los montes y ya adulto en Padrón.
Fernando García, en plena forma, hizo los 50 Km. con su hijita Uxía a la espalda. Poco antes de las dos, reponemos fuerzas en este puesto de avituallamiento, inicio de una dura y larga ascensión al Montemedio.
La antiquísima fuente de El Carmen, en Padrón, muy cerca del final de la ruta donde posamos de nuevo después de 9h. 54 min. Eduardo y 10h.7min. José, según consta en los correspondientes diplomas.
Distancia | Duración | Dificultad | Tiempo | |
Datos de la ruta | 50 Km. | 10 h. | Alta | ![]() |
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