Una vez más nos hemos decidido a darle un repaso a esta ruta que con el nombre Patrimomio de Ponte Sampaio fue inaugurada hace dos años en estas fechas por el alcalde de Pontevedra. Como suele ocurrir, una vez hecha la foto de los personajes y personajillos que estaban en el machito por aquellas calendas, la hermosa ruta elogiada por los próceres que seguramente recorrieron de forma simbólica unos cuantos metros animando al vulgo espeso y municipal a practicar el sano ejercicio de patear sus 15 km. , la hermosa ruta digo, comienza, sin dejar de ser hermosa, a perder las marcas que orientan al senderista al tiempo que tojos, maleza y árboles que las tormentas han derribado se van apoderando del camino hasta que la desidia de aquellos que tienen la responsabilidad de mantenerlo en condiciones aceptables convierta la ruta en impracticable como ocurrió con aquella prácticamente desaparecida, el PRG 48, de nombre Entre rías, que iba de Ponte Sampaio al monte da A Fracha.
Esto que antecede se refiere al ayer cercano, a lo que va desde esos dos años desde su estreno hasta hoy. Hay otro ayer más lejano del cual quedan algunos testimonios que se encuentran a lo largo de la ruta. Lavaderos, algunos aún en uso, que ostentan los denostados símbolos del régimen anterior, con sus haces de flechas y sus yugos ajenos todavía a la inquina de la llamada memoria histórica obsesionada con borrar todo vestigio de la oprobiosa dictadura.
Aún existe un ayer todavía más remoto del cual apenas quedan vestigios. Son los antiguos puentes románicos o los viejos pontillones , excelentes muestras de la ingeniería rural hoy sustituídos por otros de estética funcional, de fría apariencia y práctica factura.
Pues pensando en el ayer, en el hoy y en el mañana, me vienen a la memoria quellos versos de Antonio Machado: Hombre de España: ni el pasado ha muerto/ni está el mañana -ni el ayer- escrito.
Pues eso, que todo es relativo. Que lo que ayer nos parecía estupendo hoy es deleznable, lo que se consideraba hermoso hoy no está de moda y lo que era útil antaño hoy no sirve.
En fin, reflexiones surgidas a lo largo de los casi 15 Km. de este interesante itinerario entre muiños, hórreos, tierras de labor, pinares, ríos y riachauelos que van a dar a la mar , la mar de Ponte Sampaio, que demuestran que andar no solamente es un sana práctica aconsejable para la salud del cuerpo sino también para la de la mente que ejercita la imaginación y el pensamiento.
EL viejo puente del que solamente queda la foto ha sido sustituido por esta pasarela de chapa y cemento.
Aún se conserva el viejo molino pero el antiguo pontillón ha cedido su oficio al moderno puente.
Los viejos lavaderos resisten a las lavadoras y secadoras automáticas. El de la derecha todavía conserva el haz y las flechas de la postguerra.
Este de la izquierda lo emborronaron pero en la fuente de la derecha se mantienen como el primer día.
Distancia | Duración | Dificultad | Tiempo | |
Datos de la ruta | 14,3 Km. | 4 h. 40 min. | Media | Lluvia |
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