Andaina de Celanova

No nos abandonó en toda la mañana. Comenzamos la jornada muy cerca del poblado de Coelia Nova envueltos en la niebla que cubría las chozas y viviendas recreadas para recordar cómo vivían nuestros ancestros de hace un par de milenios. Siguió la niebla acompañándonos por las pistas y caminos que entre pinos y eucaliptos o por monte raso nos llevaban, después de atravesar la Corga de Sampil, hasta la aldea de Gontán y desde allí a las de Cañón y Casasoá, con sus viejas casas y desvencijados canastros de madera, pobres lugares en los que abundan las casas en ruinas o abandonadas.

Por estos parajes pasa el Camino Natural del Interior San Rosendo en su tramo de Porto-Quintela-Celanova. Carballeiras, congostras, regatos y fuentes que antaño servían a las faenas de la gente del campo  nos recuerdan cómo era la vida del rural hace unas décadas.

Ya  cerca del medio día parece que la niebla comienza a disiparse y así es cuando entramos en Celanova, la patria de los dos eximios poetas de la tierra gallega, Curos Enríquez y Celso Emilio Ferreiro. No podíamos obviar la visita al colosal monasterio de San Salvador, el cenobio benedictino fundado por San Rosendo en el S. XV. El caso es que cuando llegamos estaba cerrado pero dio la casualidad de  que  de una de las damas voluntarias que cuidan de la iglesia salía en ese momento y tuvo la amabilidad de volver sobre sus pasos y abrirnos la puerta del suntuoso templo.

Una vez de nuevo en la Plaza Mayor recorremos algunas calles de la cuidada villa para llegar al Restaurante Parrillada Moreiro en donde nos espera un variado menú a base de sopas, caldos, ensaladas, carnes y pescados con mucho donde elegir a un módico precio y razonable calidad.

La tarde se presenta clara y sin niebla con un tímido sol asomando entre nubes altas. Dejando atrás la villa de San Rosendo ascendemos a lo largo de un par de kilómetros hasta Santa María de Castromao, una pequeña aldea en la falda del castro de su mismo nombre a cuya cima subimos.

Allí, a más de 700 m. de altitud, se encuentra un yacimiento arqueológico que, siendo uno de los más importantes del Noroeste peninsular, se encuentra en unas condiciones de mantenimiento que dejan bastante que desear. Desde allí arriba se contempla una espléndida vista del valle con Celanova y Vilanova dos Infantes en primer término.

Ya monte abajo, no tardamos en alcanzar el sitio en donde iniciamos la ruta de este lunes.


Datos de la ruta Distancia Duración Dificultad Tiempo
20,880 Km. 6 h. 17 min. Fácil Niebla 

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