Ondiñas veñen e van…

Ondiñas veñen,
ondiñas veñen e van
non te embarques rianxeira
que te vas a marear.

Un icono musical de Galicia nacido en Buenos Aires y compuesto en honor del eximio rianxeiro Alfonso Rodríguez Castelao.

En el Paseo Marítimo de Rianxo se encuentra la escultura de la rianxeira que recuerda a tantos emigrantes que dejaron esta hermosa villa para en ir en  busca una vida mejor. A poco más de tres kilómetros, en el lugar de A Laxe, a la orilla del río Te, iniciamos la caminata de este lunes.

Los primeros kilómetros discurren a lo largo de este río totalmente rianxeiro, pues nace y muere dentro del municipio. Aunque el estiaje persiste y aún no han comenzado las lluvias, el río mantiene un caudal  escaso pero suficiente para ver reflejada en sus aguas la frondosa arboleda que lo acompaña hasta el lugar de Foxaco en donde abandonamos el río para acometer las pistas forestales que nos llevan, entre pinos y eucaliptos y alguna que otra carballeira, hasta el centro de la villa, sin apenas desniveles, lo que hace de la caminata un paseo agradable y exento de esfuerzo en este verano-otoño, «veroño», que de momento no nos abandona en contraste con los tremendos temporales que asolan el este y sur de la península.

Ya en el puerto, nos dirigimos a O Taberneiro, un restaurante con amplios ventanales  a la ría que en este mediodía se extiende como una lámina  de temblorosas ondiñas brillantes bajo el azul intenso de un cielo impoluto que presta su color al mar.

Callos con garbanzos (se olvidaron de los callos), merluza a la plancha, algún postre y un ribeiro de barril no constituyen un festín pero cumplen su función de reponer energías y proporcionarnos un buen rato de charla distendida y alegre convivencia antes de echarnos de nuevo a la calle para recorrer el hermoso Paseo Marítimo de Rianxo, desde el puerto hasta la playa de la Torre, ya en la parroquia de Taragoña donde el río Te entrega sus aguas al océano.

Poco nos queda para regresar al punto de partida.

Tras un precioso tramo por la  ribera izquierda del río Te estamos de nuevo en A Laxe y como nos queda cerca el famoso hórreo de Araño que dicen que es el más grande del mundo, allí nos dirigimos para observarlo. Grande sí que es pero no llevamos cinta métrica para comprobar su tamaño. Mucho maíz debía recolectar la parroquia a cuyo iglesiario pertenece este almacén de grano, hoy vacío, para ostentar semejante tamaño.

Ha sido una espléndida jornada, el sol aún calienta con fuerza y es hora de regresar.


Datos de la ruta Distancia Duración Dificultad Tiempo
21,500 Km. 5 h. 54 min. Baja Soleado 

Para ver el mapa y más detalles de la ruta hacer clic con el ratón aquí.

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