De nobles y castreños por tierras del Tea

A quien madruga la naturaleza le regala espléndidos amaneceres. Con una gama de grises y rosas en el cielo iniciamos la ruta.

Al pie de la fortaleza donde un día paseó Pedro Madruga o Doña Urraca dejamos nuestros coches. Rodeamos el Castillo de Villasobroso empezado a construir en el siglo IX e iniciamos la ascensión entre bosques. Una mañana fría en la que se agradece entrar en calor a base de patear.

En una curva del camino el paraje cambia, bancales de nueva construcción dan un aspecto terroso al hasta ahora verde paisaje. Atravesamos una plantación reciente. Una gran extensión de viñedos cubre una loma de la colina orientada al sur.

Continua nuestro camino subiendo y bajando, hasta el monte de A Picaraña a 358m. de altitud. Desde allí contemplamos, como en otros tiempos Pedro Madruga, el Valle del Tea.

Desde esa altitud la panorámica envuelta en niebla es atravesada por ligeros rayos de sol, y podemos ver toda la comarca del Condado. Unos pasos más allá del área de descanso, una cruz de piedra sobre grandes penedos.

En A Picaraña se construyó en 1907 una capilla un tanto atípica para el paisaje gallego. Capilla blanca, circular y abierta, cuya parte posterior en piedra, se mimetiza con el paisaje pareciendo un penedo más.

Iniciamos la bajada, encontrándonos con un tramo dificultoso por el desnivel a salvar y lo inestable del removido terreno. Ponemos rumbo hacia uno de los enclaves de más interés histórico del Ayuntamiento de Ponteareas: el Castro de Troña, de planta oval. Bien de Interés Cultural desde 2009. Situado en el monte llamado Doce Nome de Xesús a 280 m de altitud. Observamos su foso y las múltiples construcciones de planta circular, oval y cuadrada.

En la ermita que existe en la parte alta del Castro, los esqueletos de dos majestuosos robles quemados en su interior, hicieron las delicias de algunos que los convirtieron en improvisado photocall. Otros divagaban sobre que los habrá dejado en tal estado.

Al fin llegamos al paseo del río Tea. Allí vemos un recuerdo del pasado suntuoso de este ayuntamiento de Mondariz Balneario.

La fuente de Troncoso, un edificio con bonita escalinata doble abandonada hoy, cierres y pasamanos forjados en hierro deteriorados, dan cuenta del paso del tiempo. Llegamos al restaurante Casa Rivero, donde nos esperaba nuestro amigo José, para festejar con nosotros su cumpleaños. Hoy no hizo ruta, no por falta de ganas sino por prescripción médica.

Un rico, elaborado y bien presentado menú, un buen Rioja y espumoso gallego invitación de José, dejaron satisfechos a los caminantes.

La sobremesa se alargó. Se homenajeó con una gran medalla de «oro» a Elvira, como ganadora con 1.814 kilómetros del año 2019. La emoción no la dejó articular palabra.

Quedaban por delante casi 6 km. hasta llegar al punto de salida. En ausencia del «Jefe», los caminantes hicieron un poco de trampa atajando por miedo a que les sorprendiera la oscuridad.

Un día perfecto, caminar en buena compañía, como muchos otros de los que se disfrutan en Sendereando.

Texto de Carmen Cochón.

Datos de la ruta Distancia Duración Dificultad Tiempo
23,990 Km. 7 h. 24 min. Media Nublado

Para ver el mapa y más detalles de la ruta hacer clic con el ratón aquí.

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