No son los de D. Quijote

Mire vuestra merced, respondió Sancho, que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que volteadas del viento hacen andar la piedra del molino.

Este lunes nos hemos ido a Catoira, a donde no acudíamos desde hace unos cuantos años, para visitar sus peculiares muiños de vento, una excepción en la industria molinera de hace unas décadas en las que la inmensa mayoría de estos ingenios consistían en molinos de accionados por la corrientes de ríos y regatos. Mientras que los muiños tradicionales se cuentan por miles, los de viento no llegan ni a un par de cientos en todo el país gallego.

Por otra parte, son mucho más modernos, pues los que hemos visto datan del siglo XIX, muy posteriores a los muiños de agua que ha existían en la edad media.

Estos  de Catoira se diferencian de los de La Mancha en que, aunque son de planta circular, su cubierta no es cónica sino a dos aguas y su construcción, aunque de mampostería, no está encalada ni enjabelgada con cal. Sus aspas también son diferentes, más cortas y de distinta factura, por lo que D. Quijote, en el caso poco probable de que intentase alguna de sus hazañas por estas tierras, no las habría confundido con gigantes.

Los de Catoira están situados en dos lomas. Unos, en el monte Abalo y otros sobre la laguna  de Pedras Miúdas, debajo del puente del ferrocarril. Desde ambas alturas de contemplan espléndidas vistas del río Ulla y de la ría de Arousa.

Entre ambas localidades pasamos por las ermitas de San Cibrán y San Mamede, recorriendo pistas forestales y verdes caminos entre frondosas carballeiras, vadeando modestos regatos como los de San Cibrán y  Freixeiro hasta llegar a las orillas del Ulla a cuya vera se alzan las Torres de Oeste que no del Oeste como se les suele llamar.

Y es que tal denominación tiene su origen en el topónimo Oneste que más más tarde derivaría en Oeste. que viene del Castellum Onesti que es la fortaleza que Alfonso V mandó reconstruir para defenderse de los ataques de normandos y sarracenos.

Allí, como es de todos conocido, tiene lugar en el mes de agosto, la famosa Romería Vikinga con mucho jolgorio y mucha fiesta entre los vikingos invasores y sufridos defensores.

El lugar queda muy cerca del centro de la villa a donde nos dirigimos para dejar nuestros bártulos en el punto de inicio, muy cerca de la iglesia de San Miguel, y dirigirnos al Asador O Mirador en suya terraza disfrutamos de una agradable menú, premio merecido por este largo y bonito paseo por los muiños y torres de Catoira.

Datos de la ruta Distancia Duración Dificultad Tiempo
21,820 Km. 5 h. 37 min. Media Nublado 

Para ver el mapa y más detalles de la ruta hacer clic con el ratón aquí.

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