Espuma blanca bajo el cielo azul

En la Comarca de Caldas de Reis, en la zona intermedia entre la costa litoral y las tierras altas de la provincia se halla el municipio de Moraña en cuyos montes nace el río Agra que, a su paso por el lugar de Barosa, parroquia de Briallos, en Portas, toma su nombre  hasta llegar al concello de Barro, despeñándose desde las alturas entre los 17 muiños que forman la muiñada de A Barosa, en cuyo parque, cerca ya de la carretera que va a Caldas, puede contemplarse una espectacular cascada de aguas rugientes de blanquísima espuma desparramándose sobre el gris brillante de  las inmensas lajas que, en una mañana soleada como la de este lunes, contrasta con el límpido azul del cielo que asoma entre la frondosa arboleda.

Para llegar hasta tan hermoso paraje hemos partido de las inmediaciones del embalse de A Baxe, en Caldas de Reis para, abandonando la PO 221 que une Campo Lameiro con Caldas,  continuar hasta el lugar de Paradivas y por senderos entre pinares y campos, después de cruzar la aldea de Arousa, nos topamos con la iglesia de  Nª Sª de Dolores, parroquia de Barro, cerca ya del río Barosa, cuyo curso seguimos hasta bajar al citado parque en donde hacemos un alto para contemplar la fervenza y tomar un breve refrigerio.

Salimos de allí para cruzar la PO 551 y seguir el sendero por donde discurre el tramo del Camino de Santiago que nos lleva hasta Caldas y que va  prácticamente paralelo a la carretera, entre fincas y viñedos, jalonado profusamente por mojones y flechas para orientar al peregrino así como por anuncios de albergues y posadas.

Ya en pleno casco urbano de Caldas, entramos en el restaurante O Roquiño en donde ofrecen un variado menú del día, de buena calidad y generosa cantidad. Tras un par de horas de agradable condumio y animada conversación regresamos a la ruta, esta vez siguiendo la margen derecha del río Umia que, tras las recientes lluvias, fluye rebosante entre los  soberbios ejemplares del Jardín Botánico y su Carballeira en pleno centro de la villa.

Continuamos río arriba un par de kilómetros hasta la impresionante fervenza de Segade, hoy en estado de gracia, cosa no siempre posible debido a las regulaciones del embalse de A Baxe. Una cola de caballo blanca como una alba plena se desploma desde las alturas sobre las enormes losas que le esperan en el fondo golpeándolas con su hirviente y fría espuma para desvanecerse en la corriente del río,  de repente manso, que se pierde entre la arboleda.

La ruinas de la antigua «fabrica de la luz» con su altísima chimenea y sus arcos vacíos sirven de romántico decorado a tan espléndido escenario.

Despues de un buen rato contemplando absortos tan deslumbrante hermosura, seguimos nuestro caminar hasta el puente romano, a unos pocos cientos de metros del lugar en el que iniciamos y rematamos esta cómoda y bonita caminata.

Datos de la ruta Distancia Duración Dificultad Tiempo
22,460 Km. 6 h. 4 min. Baja Soleado 

Para ver el mapa y más detalles de la ruta hacer clic con el ratón aquí.

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