El poeta y su camino

Ramón G. Alegre, nuestro entrañable Moncho, compañero de fatigas y también de alegrías en las jornadas de Los Lunes al Sol, es un poeta del color que absorbe la realidad y convierte sus vivencias en poemas de color y sensaciones. Es el autor, entre otros muchos, del cuadro que ilustra la cabecera de Sendereando.

Pero Moncho es también poeta de la palabra y, como tal, ha tenido la generosidad y gesto afectuoso de brindarnos uno de sus poemas en el que expresa lírica y acertadamente la emoción del caminante cuando iluminan su jornada las primeras luces de la mañana.

Amanece

Apenas la oscuridad se desvanece
por los montes fronterizos.
Gris, azul y algunas luces y amarillas,
y también ese velo indefinido,
aliento de la tierra que no se atreve a despegar.

Los relieves en esbozo, casi planos,
son fugazmente deslumbrados por luciérnagas
que descubren un camino que no estaba.

Un gallo rompe la superficie del silencio
en ondas cotidianas.

Algún perro ladra al viandante adormecido
y el aleteo de dos palomas asustadas
pasa fugaz por su cabeza.

La tenue luz que adorna el cabello de las lomas
se enorgullece poco a poco, allí en lontananza.

Las casas ya se ven y lentamente se separan.
El primer puñal del día ya se clava en la mirada.

Ramón, Moncho, Ramuncho es un artista y en la belleza ha encontrado su camino.

Nuestro camino, en esta soleada mañana de finales de febrero, es la ruta denominada Trihlo da Cova da Moura e Palácio da Brejoeira que nosotros hemos ampliado para llegar al lugar en el que se encuentra el mesón en donde hemos de reponer fuerzas.

Así que comenzamos la caminata en la freguesía o parroquia de Sâo Cipriano de Pinheiros en cuyo entorno se halla el majestuoso Palácio da Brejoeira, un lujosa mansión que mandó construir en el siglo XIX el acaudalado comerciante Luis Pereira Velho de Moscoso y del que ya hemos dado noticia en nuestra visita de mayo de 2017.

Pasamos de nuevo por las parroquias de Sendim, Cambeses y Trute, cada una con su iglesia de típico estilo portugués, de blancos lienzos sobre cantería de piedra rematada en cúpula de traza bizantina. Suenan cada hora sus carillones entonando la célebre canción de Fátima cuando el trece de mayo la Virgen María bajó de los cielos a Cova de Iría.

Los puentes medievales de Pinheiros y Sendim, el pelouriño de la Quinta de Carregal, el mirador de Almoriz y sus pelouros,  son hitos del camino  con los que nos encontramos de nuevo mientras vamos agotando la ruta entre los extensos viñedos del viño verde y los pinares por los que, desde Traz do Río hasta Roriz, nos llevan sus pistas forestales hasta el centro de Sande que es donde nos espera el restaurante San Tropez de grato recuerdo.

Allí, para los diez y siete componentes de la expedición de este lunes, han preparado una elegante mesa en la que reponemos las energías consumidas en estos primeros 17 Km. a base de una rica sopa y churrasco de pollo y ternera rematado con una rica macedonia de frutas y regado todo con viño verde tinto y blanco.

Otros cinco kilómetros bajo un sol primaveral nos llevan por fincas de labor y algo de carretera hasta la Casa do Precursor do Escutismo Católico Português, Dr. Avelino Gonçalves, muy cerquita del punto en que iniciamos y finalizamos la  ruta de este lunes, todo llano, sin cuestas, un agradable y cómodo paseo por estas tierras del bajo Miño.

Datos de la ruta Distancia Duración Dificultad Tiempo
21,480 Km. 6 h. 12 min. Baja Soleado 

Para ver el mapa y más detalles de la ruta hacer clic con el ratón aquí.

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