Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
No hay barco sobre la mar como dicen los versos de Federico García Lorca porque esto es el interior de la provincia de Pontevedra ni caballo en la montaña porque por estos lares, en las Tierras del Deza, lo que priman son los extensos pastizales que alimentan la gran cabaña ganadera de esta zona, vacuno que hace de esta comarca el mayor proveedor de leche de la la región.
Pero sí que hay verde, mucho verde. Verde en los enormes prados cuya hierba brilla al sol mientras la brisa la agita formando suaves ondas. Verde en los caminos, en las congostras, en las antiguas corredoiras entre muros de cachote a la sombra de carballos y castiñeiros.
Verde en las copas de los árboles añejos que pueblan las numerosas carballeiras por las que discurre nuestra ruta. Verde, en fin, en la hermosa Carballeira de Quiroga, o Fraga de Catasós, la parroquia lalinense en donde se halla uno de los más hermosos bosques de Galicia, declarado Monumento Natural.
De este bosque salían las grandes vigas que se necesitaban para los pazos y grandes casas de la comarca. Algunos alcanzan los 30 m. de altura y 5 de perímetro. Un paseo por la fraga, amparados por la sombra de las altísimas copas bajo el titilar de sus temblorosas hojas, es todo un placer para los sentidos.
Para llegar a la fraga hemos iniciado la ruta de este lunes en Pontenoufe, una solitaria aldea en las inmediaciones del Río Asneiro unos de los numerosos riachuelos y regatos que cruzan esta zona y que ahora, después de las recientes lluvias, fluyen pletóricos y alegres entre los bosques y fincas que conforman el hermoso paisaje de esta zona del interior de la provincia pontevedresa lindante con la de Ourense por estos pagos.
Aunque la mayor parte del recorrido transcurre por terreno sin edificar y muy poco asfalto nos topamos con algunos pequeños núcleos de población como Zudreiro, A Xesta y Puxallos donde el olor a bosta orea el paisaje.
Cruzamos O Rego Valiño, O Rego de Xeisas, O de Porto Luzán, todos modestas corrientes de agua de estrecho cauce que fluyen casi escondidas entre las fragas y campos de hierba hasta que llegamos a la Fraga de Catasós que, como no podía ser menos, va regada por O Rego de Quintela casi invisible en tiempos de sequía pero que alegra la vida del bosque en este día primaveral casi veraniego.
Después de disfrutar durante un rato de las delicias de la Fraga de Quiroga abandonamos sitio tan placentero para dirigirnos al Restaurante O Cazador en la afueras de Catasós. Allí reponemos fuerzas y damos descanso a nuestros ajetreados esqueletos que, después de los casi 20 Km. de esta mañana, bien lo merecen.
Poco más de cuatro kilómetros casi siempre a la sombra que bien se agradece en esta tarde casi canicular y regresamos al punto de inicio y también final de esta agradable jornada.
- Tierras del Deza
- Destripando terrones
- Verde hierba
- Ruta de la plata
- Ya quedan pocos
- Colmenar
- Fraga de Quiroga o de Catasós
- El gran castaño que abatió el Hortensia
- Historia en el troco
- Junto al tronco centenario
- Verde fraga
- Tardará en pudrirse
- El restaurante
- Verdes senderos
Datos de la ruta | Distancia | Duración | Dificultad | Tiempo |
23,04 Km. | 6 h. 12 min. | Baja | Soleado |
Para ver el mapa y más detalles de la ruta hacer clic con el ratón aquí.