Vedra y Boqueixón son dos municipios coruñeses que lindan con Santiago de Compostela.
Vedra, topónimo que parece tener su origen en vetera, vieja, está enclavada en la comarca del Ulla, unas tierras muy fértiles en las que abundan los pastos y extensos bosques de robles y castaños. En esta época del año florecen los rosales por doquier. Por eso se la conoce como la «huerta y jardín de Compostela».
Boqueixón, vecina de Vedra, es famosa por la terrible matanza que allí tuvo lugar en 1838 cuando una facción de carlistas mató a cuarenta campesinos en un episodio cuyos detalles aún están por esclarecer.
Toda esta zona es un auténtico paraíso para el senderista pues existen multitud de rutas no solo por las riberas del Ulla que es el gran río que cruza la comarca, sino también por los numerosos regos, modestas corrientes de agua que en su mayoría alimentan el río grande dando lugar a preciosos parajes como la Fervenza da Serra, en el río Pereiro que ha sido el objetivo principal de la caminata de este lunes.
Iniciamos la jornada en el lugar de Paradela para adentrarnos a los pocos metros en el río Pereiro recorriendo su margen derecha a la sombra, como suele suceder por estos parajes, de su frondosa arboleda ribereña.
Nos desviamos del PR G oficial para ampliar el recorrido pasando las localidades de Romarís y Calzande para llegar a Vilapedre después de vadear el río por el puente de Couso donado por los Residentes de Vedra en Buenos Aires para facilitar la vida a los que se habían quedado en casa. Por eso este tramo lleva el nombre de «Roteiro da emigración». No solo puentes como éste sino también escuelas, capillas, caminos, cementerios, etc. fueron producto de la generosidad de los muchos emigrantes vedrenses que partieron de estas tierras en busca de una vida mejor.
Regresamos al río para acercarnos a la espléndida estampa del río Pereiro desplomándose entre rocas para formar la hermosa Fervenza da Serra. Después de disfrutar durante un buen rato de tan hermoso espectáculo volvemos al camino que nos lleva por el borde del río a través de campos de maíz hasta que llegamos al puente de Busacos que fue vía militar en tiempo de los romanos modificada en el medievo y paso en la actualidad para los peregrinos que hacen la Vía de la Plata.
Falta poco más de un kilómetro para completar los veintiuno que hemos recorrido en esta mañana, fresca y nublada, ideal para caminar y llegar al restaurante «Vente vindo» ya en Boqueixón pero tocando con su vecina Vedra.
Un agradable menú a base de risotto con setas y pulpo, churrasco o merluza en salsa verde calman nuestras hambres al tiempo que brindamos por que nuestro querido Juan, veterano compañero de bota y bastón, siga cumpliendo años con salud y ganas de senderear. Con mencías, riojas y godellos llena la mesa de alborozo y agradece a sus amigos caminantes tan buenos deseos.
Casi cinco kilómetros más entre pinares, fincas y carballeiras y rematamos tan estupenda jornada
- Forraje para el imvierno
- Impresionante carballo
- Bajo el gran roble
- Capilla de Santa Isabel
- Rego do Pereiro
- Piedras de molino en el río
- Fervenza da Serra
- En la fervenza
- Puente de Buxacos
- ¡Feliz cumpleaños!
Datos de la ruta | Distancia | Duración | Dificultad | Tiempo |
25,750 Km. | 7 h. 16 min. | Media | Nublado |
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