A unos cientos de metros de Chan da Lagoa, en el sendero por el que discurre el PR G 62 o Ruta dos Petroglifos, se encuentra la Aldea de San Cosme. Hace unos años era un conjunto de tres o cuatro casas en ruinas que ahora han sido restauradas y forma un pequeño núcleo poblacional aunque da la impresión que se solamente está habitado de forma temporal aislado como está, solitario en medio de los pinos contiguo al seco cauce de un regato que se hunde en las profundidades de una pronunciada vaguada.
Más adelante, en la parroquia de San Lorenzo de Belesar nos topamos con el lugar de Media Aldea que con la anterior de San Cosme podríamos decir que nos hemos encontrado con aldea y media.
Para llegar hasta allí hemos iniciado la caminata de este lunes en el parque que rodea la monumental imagen de La Virgen de la Roca que se eleva sobre el monte Sansón y desde cuya barquilla puede contemplarse la impresionante estampa del inmenso océano bañando la cercana costa con el castillo de Gondomar en primer término.
Lo que hace unos pocos años era un frondoso pinar fue transformado por los incendios en un descampado amarillento. Llega en descuidado camino hasta la carretera para, después de un corto tramo por carretera, retomar a la altura del lugar de San Antón las pistas forestales que nos llevan hasta Baredo y desde allí, monte arriba, siempre entre pinares, hasta el área recreativa de Chan da Lagoa en donde hacemos una parada para tomar el refrigerio de las once y continuar hasta la mentada aldea de San Cosme.
Continuamos la marcha por un enrevesado camino hasta alcanzar la vaquería de As Tomadas desde donde se contemplan preciosas vistas de la ensenada de Baiona.
Seguimos por un largo camino de carro, ahora en continuo descenso, hasta Media Aldea, poco antes de Sabarís. Ahí nos detenemos ante el Asador O Muiño, un viejo molino restaurado a la orilla del río Groba.
Croca con patas fritas, revuelto de gulas o pimientos con tetilla son algunas de las sugerencias del menú del día que con su módico precio y alta calidad satisfacen plenamente nuestras hambres a estas horas del día cuando llevamos en la espalda los casi 20 Km. de la jornada matutina. Regado todo con un dorado condado y un rojo ribera obsequio de los dos afortunados que tuvieron la suerte de descubrir un pequeño tesoro abandonado en uno de los caminos que serpentean por estos montes.
A partir de ahí se acaban los pinos y las alturas. Dejando atrás las calles de Sabarís nos dirigimos a Baiona por la carretera interior, casi escondida detrás de las grandes moles de pisos construidas en la época de la «burbuja». No tardamos en llegar al lugar en que se encuentra el monumental Cruceiro de la Santísima Trinidad con su baldaquino de piedra.
Atravesamos las viejas calles de la villa hasta dar con el tramo de carretera que nos conduce al monte Sansón inicio y fin de la jornada de este lunes.
- Monteferro y lasEstelas
- Virgen de la Roca
- Roteiro de Baredo
- Ls Cíes al fondo
- Entre pinares
- Control de plagas
- Receso en Chan da Lagoa
- Panel
- Aldea de San Cosme
- En el mesón «O muiño»
Datos de la ruta | Distancia | Duración | Dificultad | Tiempo |
23,550 Km. | 6 h. 28 min. | Media | Soleado |
Fotos de José Ortigueira.
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