En el lugar de Frinxo, en las afueras de la ciudad de Tui, comienza el acceso al emblemático Monte Aloia por cuya Senda Botánica arranca la caminata de este lunes, siguiendo el curso de O Rego da Pedra, una canalización construida en los años cincuenta para regar las fincas a la que acompaña el regato Tabernas que baja saltarín desde la cima entre rocas y bajo pasarelas de madera creando un paraje lleno de encanto.
Abandonamos el parque forestal para acometer el GR 58 o Sendeiro das Greas, el más largo de Galicia (247 Km.), por el tramo que nos lleva hasta Ribadelouro que, como su nombre indica, limita con el río Louro coincidiendo con el Camino Portugués en la etapa que va desde Tui a Porriño.
Este río que nace en la Sierra de O Galleiro en el municipio de Pazós de Borbén, llega hasta aquí después de pasar por los concellos de Redondela y Mos siendo en O Porriño donde sus aguas adquieren un feo aspecto seguramente debido a la contaminación que padecen a su paso por los polígonos industriales que encuentra a su paso.
El camino que discurre paralelo a su orilla izquierda está, en esta época de lluvias, inundado en unos tramos y embarrado en otros haciendo un tanto dificultosa la marcha hasta que llegamos a los alrededores de Tui. Eso sí, todo llano y sin más obstáculos que el que se nos presenta para atravesar la vía de tren en su encuentro con la A 55
No tardamos en alcanzar el hermoso puente medieval de origen romano situado en la Via XIX del itinerario Antonino que comunicaba Braga con Tui siguiendo hasta Iria Flavia. Lamentablemente, el nuevo puente tendido sobre el río para dar comunicación a la Estación Depuradora de Augas Residuais (EDAR) situada en Guillarei oculta la antigua joya medieval desde uno de sus principales accesos. De nada sirvieron las protestas de los diversos colectivos tudenses que clamaban por que se buscase una ubicación distinta. Ya está hecho y no hay vuelta atrás.
Pasado el puente, un estrecho caminito nos lleva entre verdes praderas hasta el casco urbano de una de las siete capitales del reino de Galicia. Allí, en el paseo de Calvo Sotelo, está instalada la Tapería La de Manu, cocido restaurante de cuidada cocina en donde disfrutamos de su variado y excelente menú para seguir nuestra caminata atravesando la ciudad hasta llegar a las inmediaciones del río Tripes.
Jalonado por muiños, algunos restaurados, hermosas cascadas y saltos de agua, el río baja desde las alturas del monte Aloia, pletórico su caudal de aguas claras cubiertas de blanca espuma en los numerosos desniveles de su curso. Tanta blancura y transparencia contrastan con las turbias aguas del río Louro.
Son unos tres kilómetros de auténtico disfrute de la naturaleza que, en este día soleado y fresco de febrero, nos regala una estampa plena de belleza y esplendor.
Ya quedan atrás más de 24 Km. cuando abandonamos el Tripes y atacamos el último tramo de monte que nos lleva hasta el lugar de Frinxo inicio y fin de la ruta de este lunes.
- A orillas del Louro
- Braña en el Louro
- Caminos embarrados
- Aguas sucias
- Agus limpias
- Fervenza
- Presa
- Ponte romana
- Ensalada con nueces
- Borcheta de rape
- Peto de ánimas en Tui
- Caballos de Oliveira
Datos de la ruta | Distancia | Duración | Dificultad | Tiempo |
24,270 Km. | 7 h. 20 min. | Media | Soleado |
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