Cuervos, águilas y Benito

O Niño do Corvo sigue llamándose así desde tiempo inmemorial pero al nombrarlo me trae a la memoria aquel Niño de la Guía en Xunqueira de Espadañedo o El Mesón del Viento en Ordres, unas traducciones disparatadas que, en el afán de castellanizar los topónimos  en lengua vernácula, cometieron aquellos funcionarios del catastro antes de que las autonomías devolvieran a esos lugares los nombres que les correspondían.

Así,  El Niño de la Guía volvió a su denominación correcta Niño d´aguia, Nido del águila, y el Mesón del Viento recuperó su original Mesón do Bento, es decir de Benito.

Como éstos podrían citarse cientos de  disparates parecidos algunos de los cuales son de carcajada.

En esta mañana hemos estado en el mirador de O Niño do Corvo que nos hizo recordar aquellos divertidos topónimos. Es una atalaya con espléndidas vistas sobre el valle de O Rosal, y la desembocadura del Miño entre Camposancos y Caminha.

Desde ahí seguimos por pistas forestales, casi siempre a la sombra de los pinos, hasta un extraño paraje conocido como Pedra Furada, una gran roca en la que la erosión abrió dos grandes orificios que los visitantes se ven obligados a traspasar, si no la cosa no tiene gracia.

Seguimos entre pinares hasta un cuidado parque forestal, con fuente y estanque, esculturas e inscripciones, llamado O Delirio do Poderoso, ya no muy lejos de nuestro punto de partida y también de destino como es el Santuario de San Campio de Lonxe pegado a Casa Telleiro, lugares muy frecuentados por estos caminantes  que en esta ocasión no pasaron de cuatro y que disfrutaron de una  cómoda caminata por los bosques de estos montes de A Serra do Argallo.

Datos de la ruta Distancia Duración Dificultad Tiempo
18,490 Km. 5 h. 13 min. Media Soleado 

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