Esgos

Esgos es un municipio que se encuentra casi perdido en la llamada Ribeira Sacra, una zona entre los ríos Sil y Miño que se extiende entre el sur de Lugo y el norte de Ourense así llamada por los numerosos cenobios que existen en la comarca.

Uno de ellos es San Pedro de Rocas en el citado municipio y principal objetivo de la caminata de este lunes. Como en Esgos no hay restaurante y por no haber ni siquiera hay un bar, cosa insólita en este nuestro país, no nos quedó más remedio que repartir la jornada en dos rutas. Por la mañana la de Esgos y por la tarde una cortita por el vecino concello de Xunqueira de Espadanedo.

El monasterio de San Pedro se encuentra a unos 4 Km. de la cabecera del municipio. Iniciando la marcha  en el atrio de la iglesia parroquial pronto quedan atrás las últimas casas adentrándonos en una de las carballeiras que abundan en la zona. La primavera, que acababa de empezar, aún no se ha asentado definitivamente en estos bosques cuya arboleda va mostrando tímidamente sus primeras hojas que permiten adivinar un verde incipiente en las ramas que dejan transparentar el intenso azul del cielo de esta mañana soleada.

Un sentimiento mezcla de emoción y asombro nos invade  al llegar monasterio de San Pedro de Rocas. Su extraordinario campanario, construido en lo alto de una enorme piedra, nos deja maravillados. Lamentablemente no podemos acceder al increíble templo que albergan las tres cuevas excavadas en la roca que hacen de este monumento un ejemplar único en los de su clase. Otra vez será.

Dejando atrás el asombroso cenobio, bajamos a la fuente de San Benito en la profundidad del bosque que lo rodea y seguimos entre congostras y corredoiras, a veces a campo abierto, por caminos de losas en las que los carros del país han dejado las huellas de su paso durante centenares de años, profundas hendiduras esculpidas  una y otra vez en estos caminos hoy solitarios y silenciosos.

Pequeños núcleos rurales salen a nuestro paso, la mayoría de ellos prácticamente despoblados. Xaravedra, Melón de Abaixo, Fondo de Vila, aparecen ante nuestros ojos como restos de un pasado pleno de vitalidad a juzgar por sus grandes casas de piedra hoy vacías, con sus cuadras abiertas, sus balcones desvencijados, sus hórreos esqueléticos, su soledad que sobrecoge a estos caminantes con la hermosa tristeza de los seres abandonados.

Pero el sol y la luz de esta mañana resplandeciente devuelve el optimismo y la alegría a estos gozosos caminantes que entre  chácharas y chascarrillos, vivaz el paso, llegan de nuevo a Esgos para volver a los coches y desplazarse hasta el Restaurante Prieto, en Niñodaguia, Xunqueira de Espadanedo.

Tras la acostumbrada pitanza que nos deja listos para emprender la segunda ruta de la jornada, nos ponemos en marcha por los alrededores de esta localidad cuyo nombre ha sido  enarbolado como el ejemplo más genuino del afán castellanizante del pasado franquismo que, dicen, convirtió a Niñodaguia (Nido de águila) en Niño de la Guía. No parece ajustarse a la verdad semejante teoría, pues ya en 1926, D. Fernando Martínez Morás en su discurso titulado «La Toponimia de Galicia»  (Pág. 15) se refiere a ese asunto en los siguientes términos: «…. Niño de la Guía, castellanización absurda también que, por fortuna, se desmiente en la misma toponimia actual con la denominación Niñodaguia aún conservada en el ayuntamiento orensano de Baltar.»

Xunqueira de Espadanedo también cuenta con su monasterio de Santa María, otro de los dieciocho que se extienden por toda la Ribeira Sacra. Esta de la tarde más que ruta fue un paseo por la pista asfaltada que rodea la citada localidad de Nido de Águila cuyo origen alguno con imaginación atribuye al nido de un águila en el que apareció la Virgen María en tiempos muy lejanos.


Datos de la ruta Distancia Duración Dificultad Tiempo
26,420 Km. 7 h. 26 min. Media Soleado 

Para ver el mapa y más detalles de la ruta hacer clic con el ratón aquí y aquí.