Fiesta fin de curso

Para estos senderistas, el antiguo curso académico que remataba con una fiesta para celebrar el haber aprobado los exámenes del año, finaliza en este lunes para felicitarnos por haber superado las caminatas que, sábado a sábado y lunes a lunes, hemos ido realizando a lo largo de los doce meses del 2023.

Unos con matrícula de honor,  porque prácticamente no han fallado ningún día, otros con sobresaliente y algunos con aprobado pero ninguno con suspenso, en esta actividad que nos hermana cada vez que nos juntamos para ejercer tan gratificante afición como es ésta de caminar disfrutando de la hermosura y de las fuertes emociones que nos ofrece la madre naturaleza.

La caminata de este lunes ha consistido en un agradable paseo por las riberas del río Furnia y del río Miño a su paso por los aledaños de la tomiñesa parroquia de Currás.

Mucho frío y algo de niebla aceleraron nuestros  pasos para entrar en calor, de manera que no tardamos mucho en recorrer los casi 17 Km., en su mayoría por la vera del río, pasando también por frondosos pinares adornados con el fuerte ocre de los helechos y el verde de las extensas plantaciones  de kiwis que abundan por estos lares.

Contrasta la bravura de las agitadas aguas del Furnia con la majestuosa calma del ancho Miño que fluye lentamente fundido en la niebla hacia su cercana desembocadura entre A Guarda y Caminha.

Finalizada la caminata, nos desplazamos a Figueiró en donde, vecino al Santuario de San Campio, se encuentra Casa Telleiro, viejo conocido de los más veteranos de Sendereando, en donde celebramos el fin de curso con la imposición, una vez más, de la medalla de «La más andarina» a nuestra querida Elvira, a cargo de Dietmar, el  más veterano de nuestros caminantes.

Ameniza la sobremesa el trío formado por el acordeón de Dietmar, la guitarra de Antonio y la bandurria de José que acompañan los cánticos de la alegre tropa que componen los chicos y chicas de la Caminata Sabatina y Los Lunes al Sol.

Datos de la ruta Distancia Duración Dificultad Tiempo
16,270 Km.  4 h. 44 min. Baja Nublado 

Para ver el mapa y más detalles de la ruta hacer clic con el ratón aquí.

Por tierras de Cerbade

En este país, llamado España, es raro que ocurran cosas como la de los municipios pontevedreses de Cerdedo y Cotobade que se fusionaron en uno solo adoptando el nombre de Cerdedo-Cotobade. Eso fue hace siete años y es una rara muestra de la capacidad de entenderse entre dos instituciones cuando lo que aquí priva es el más exacerbado individualismo.

Bien podían haber sido un poco más creativos y llamarle, por ejemplo, Cerbade, que es el topónimo que me he inventado para designar el territorio por el que nos hemos movido en la caminata de este lunes.

La ruta, que está descatalogada por falta de mantenimiento, discurre en su totalidad por la parroquia de Viascón, rica en yacimientos neolíticos como el de A Portela da Laxe, una gran roca en cuya superficie destaca una esvástica que nada tiene que ver con la que  los nazis pasearon por toda Europa en el pasado siglo.

Cuando la hicimos por vez primera hace 17 años no hacía falta GPS, pues  la ruta estaba perfectamente señalizada. En la actualidad, la mayoría de las marcas han desaparecido, los postes indicadores están casi  podridos y algunos puntos  están intransitables o cerrados por la maleza o alambradas.

Van los ríos a tope de agua, como el Cabanelas y no digamos el Lérez, uno de los grandes de la provincia.

Hubo suerte y no cayó una gota en toda la mañana, después de estos días de tanta lluvia, pero los caminos y sendas estaban anegados y en ocasiones no quedó más remedio que mojar las botas para atravesarlos.

Disfrutamos de una naturaleza exuberante  en la que, a pesar del cercano invierno, brilla la vegetación en bosques y prados, el verde de los campos y el ocre de la hojarasca.

Rematamos la jornada en el Restaurante Manolo, punto de inicio y  final de esta agradable caminata con un excelente menú del día consistente en  sabrosas carrilleras de vacuno y pollo asado como platos principales, acompañados de alvariño y Ribera del Duero, invitación de Cristina con la que brindamos porque cumpla muchos más tan lozana y garbosa como en este día.

Datos de la ruta Distancia Duración Dificultad Tiempo
16,340 Km. 5 h. 25 min. Media Nublado

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Hace tres mil años

Hace tres mil años, más o menos, alguien grabó una espada y otros signos guerreros en la gran roca que se se encuentra en el monte Arruido, en la falda del Galiñeiro, bajo su cumbre de 709 m. de altura desde la que se domina  todo el área metropolitana de Vigo, el Val Miñor y el Val  do Louro.

Se trata de los petroglifos de Agua da Laxe o Pedra das Procesións a donde hemos accedido desde el pequeño aparcamiento que linda con el parque empresarial de A Pasaxe en la parroquia gondomareña de Vincios.

Después de un corto tramo de carretera acometemos el monte por estrechos senderos y pistas que nos llevan entre roquedos y campos de tojo hasta la referida roca disfrutando de las maravillosas vistas  sobre la ría de Vigo que, en esta soleada mañana, nos ofrece la atalaya que se alza muy cerca de A Pedra das Procesións.

Bordeando la cumbre del Galiñero por el parque forestal de Zamáns seguimos hacia el este por  monte raso, hasta dar con la Fervenza da Freixa formada por O Regueiro do Amial, un modesto regato que pasa casi inadvertido en tiempo seco, pero que en días de lluvia nos sorprende con una hermosa cascada que se desliza sobre una gran pared de piedra de más de 60 m.

Ya en pleno descenso, no tardamos en alcanzar O Roteiro Etnográfico de Zamáns, un hermoso paraje que cruza el rio Vilaza que hace unas cuantas décadas movía lo rodicios de los cinco molinos que hay  hasta la pasarela de madera por la que nos  trasladarnos  al embalse que, no hace mucho, proveía de agua a la ciudad de Vigo y por cuyas orillas discurre un bellísimo e intrincado sendero en el que se encuentra  A Casa-Muiño das Maquías,  una hermosa construcción que, habiendo sido restaurada hace unos años, se encuentra de nuevo en estado de ruina.

Un par de kilómetros más y nos encontramos de nuevo en el punto de inicio, remate también de esta agradable jornada por los aledaños del mítico monte Galiñeiro.

Datos de la ruta Distancia Duración Dificultad Tiempo
12,700 Km. 3 h. 44 min. Media Soleado 

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