Lunes, 23 de junio de 2008 Adrián, Ángel, Dietmar, Javier, José y Manolo. Recorrido; 22 Km. Dificultad: Media. Duración: 6 h. |
Con este tramo rematamos el recorrido a través de los 23 puentes bajo los cuales se desliza el río Lérez desde su nacimiento a unos pocos metros del monasterio de Aciveiro, en el Ayuntamiento de Forcarei, hasta el lugar de Pedre en Cerdedo, que es donde comenzamos esta andadura, meses atrás. Como es natural, a medida que se avanza río arriba, el recorrido es más abrupto y dificultoso.
La armoniosa y constante belleza del tramo intermedio de hace dos semanas, se rompe en este último ya que, aún manteniendo los siempre hermosos parajes que nos deparan las riberas de los ríos, llega un momento en que el camino se hace intransitable y se separa del río desviándose por los montes de Valiñas y Furada, de vegetación rasa, huérfanos del arbolado y la frondosidad a que nos tenía acostumbrados el sendero fluvial, castigados por un sol inclemente hasta alcanzar de nuevo el tramo practicable que nos lleva al puente viejo de Andón, cerca ya del monasterio de Acibeiro.
La vuelta la hemos hecho por la carretera de Pontevedra, hasta Cachafeiro, a unos 6 Km. En los dos primeros existe una pista de tierra paralela al vial que hace el andar más agradable, pero el resto es asfalto puro y duro. En Cachafeiro se toma la desviación a Forcarei y a unos 800 m., junto al puente, recuperamos el punto de inicio.
La distancia entre el primer puente de nuestro recorrido, el románico de Pedre, y el último es de 28 Km. Nosotros, los de Los Lunes al Sol, lo hemos hecho en tres veces y eso es lo que recomiendo al que tenga interés en conocer esta ruta que, más que para hacer km., es para disfrutar de esa combinación de historia, de la historia pequeña de estos sitios cuyos mejores testigos son sus puentes, y la indescriptible hermosura de muchos de los parajes que nos ofrece el río Lérez.
El rústico encanto de algunos puentes como el de Maril ha quedado lapidado por los añadidos o reformas posteriores. Solamente el de Carballa a la izquierda, y el de Andón conservan su aspecto original.
Adrián y Ángel intentan atravesar el río por estos curiosos pasos semejantes a los famosos pasos de Tatín en el Tea. No lejos de su nacimiento el Lérez es regato, alevín de río.
El monasterio de Aciveiro recientemente restaurado, muestra su austera factura, lejos de la exhuberante y lujosa arquitectura de sus homólogos como Sobrado u Oseira.
Ya que el monástico hotel no atiende a caminantes, reponemos fuerzas aposentándonos en los bancos de la entrada. A la derecha, el mapa de la ruta.
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