A la presa de Eiras

La que parecía una interminable sequía que duró desde abril pasado hasta octubre, dejando exhaustas numerosas fuentes y bajando el nivel de los ríos has cotas nunca vistas, puso en guardia a autoridades y responsables del suministro de agua a la población cuando, ya entrado en el mes de octubre, el embalse de Eiras, que surte de agua a Vigo y gran parte de su comarca, se quedó al 45% de su capacidad. Ahora, después de las recientes y abundantes lluvias, pocos días bastaron para que ríos, fuentes y embalse recuperaran su aspecto habitual. El agua baja alegre por los incontables ríos de nuestra tierra, las cascadas caen con fuerza desde las alturas, las fuentes manan con generosidad y  la presa de Eiras se ve obligada a desalojar parte de su contenido y devolver al río el exceso de agua que almacena entre sus paredes.

Pues eso es lo que hoy hemos querido ir a comprobar hoy para lo cual nos hemos desplazado hasta Pazos de Borbén y desde allí, habiendo dejando los coches en una explanada situada a unos 200 m de la rotonda, en la cerretera que lleva a la cercana Hermida, nos hemos echado al monte llegando a través de la pista forestal que discurre no lejos del GR58 hasta la aldea de Calvos y de allí a la presa que está a un par de Km. Efectivamente, el embalse está a rebosar devolviendo al río Oitivén el agua, expulsando por su aliviadero  la que le sobra con un un enorme y potente chorro. Al  temor de hace pocas semanas de quedarnos sin agua en nuestras casas le sustituye ahora la seguridad de que tendremos agua para rato y de eso podemos dar fe después de nuestra visita a la presa e Eiras.

El regreso no tiene más problema que cierta la monotonía del camino que discurre todo el tiempo, durante unos 10 Km. por el trazado de la gruesa tubería que conduce el agua a Vigo  como una enorme serpiente de gran perímetro que nos acompaña hasta el inicio del recorrido. Aún así, no es de despreciar la hermosa estampa del Oitavén deslizándose por las profundidades de la garganta que forman los montes aledaños o de la carballeira que encontramos en el último sifón, poco antes de la llegada.


En las laderas de los montes a ambos lados del río abundan las  pequeñas aldeas como ésta de A Hermida. A la derecha la de Calvos, próxima a la presa de Eiras.


El embalse llegó a estar al 45% de su capacidad durante la larga sequía del verano pero ahora en otoño, después de las recientes lluvias, está a tope. Foto de los sabatinos sobre la corona de la presa.


Dejando atrás el embalse, el río Oitavén discurre por el fondo de la profunda garganta.


La tubería que lleva el agua a la ciudad de Vigo serpea a lo largo de unos 10 Km. hasta el punto en donde comenzamos la ruta. Aún le quedan cerca de 30 km. para llegar a la estación distribuidora.

Distancia Duración Dificultad Tiempo
Datos de la ruta 21 Km. 4 h. 40 min. Baja Soleado

Para ver el mapa y más detalles de la ruta hacer clic con el ratón aquí.

Nota: Para ampliar, hacer clic en las imágenes.

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