Gran temporal en los Montes de Oia

Ya estábamos avisados. Los pronósticos anunciaban fuertes vientos y chubascos en la costa oeste. Y así fue. Claro que no es la primera vez que los chicos de Sendereando se enfrentan a las inclemencias del tiempo por duras que sean, así que en esta ocasión superaron no sin esfuerzo los vientos de más de 130 Km./h. que, acompañados de fuertes lluvias, hicieron inútiles paraguas y chubasqueros.

Iniciando la caminata en los altos de Viladesuso, con la hermosa costa de Oia a nuestros pies, alcanzamos los lugares de Pousadela y Outeiros do Morozo para descender desde allí hasta la capital del municipio, al borde del mar, en cuya pequeña ensenada se encuentra el monumental monasterio cisterciense de Santa María cuya iglesia, de impresionante fachada, se encuentra en condiciones aceptables porque pertenece a la parroquia pero el resto del cenobio, como no se resuelvan de una vez las cuestiones entre sus propietarios y la administración que impiden la restauración del monumento, no tardará en convertirse en una ruina más.

Desde Oia hasta Casa Paco, que es nuestro próximo destino, nos separan unos 10 Km. que, partiendo de los 23 m. sobre el nivel del mar en donde nos encontramos, hemos de recorrer salvando el fuerte desnivel que nos llevará a casi 6oo m. de altitud por empinadas cuestas, algunas empedradas como si fueran el cauce de un torrente,  con el viento soplando en ráfagas que suenan como bofetadas, chubascos que caen sobre nosotros como calderos, los altos pinos y eucaliptos torciéndose dramáticamente, resistiéndose a la violencia del temporal que parece empeñarse con dar con sus copas en el suelo.

Y qué decir de los esforzados caminantes. Vuelan paraguas y chubasqueros como estandartes rotos por el viento que ronca y empuja como un monstruo  de ominosas manos, decidido a no dejarnos hasta que, de pronto, el caprichoso eolo  se retira  sin más aviso devolviéndonos al silencio y la paz de los campos del Señor.

Así estábamos cuando divisamos en la cercanía las primeras casas de Torroña que es el lugar donde se encuentra nuestra cita para celebrar el fin de este año en las caminatas de Sendereando. Variados entrantes, su afamado cabrito estofado y postres de la casa consituyen el merecido festín con que nos regalamos después de tan agitada jornada.

Repuestos, secos y descansados, volvemos sobre nuestros pasos para seguir camino hasta las preciosas Sobreiras do Faro, un bellísimo de paraje a la orilla del río de Viladesuso, que forma una espectacular cascada a su paso por este lugar.

Solamente tres o cuatro kilómetros  para recuperar el punto de partida cuando las sombras de la noche  oscurecen los caminos que nos llevan hasta allí.


Datos de la ruta Distancia Duración Dificultad Tiempo
24,620 Km. 7 h.43 min. Alta Temporal 

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