Rodeando la «Cola del Zorro»

Este sábado teníamos previsto recorrer la ruta que hemos dado en denominar El Bajo Galiñeiro y así lo hemos hecho en parte, con la diferencia de que hemos sustuído el tramo que baja a la aldea de Vilas por un recorrido todo monte, sin apenas otro asfalto que unos pocos metros de la pista que muere en el parque de San José de Prado que es el punto en donde enlazamos con el PRG 2, o Sendero del Aloia. Siempre por la ladera oeste, dejando el pico contiguo al Galiñeiro, llamado Cola del Zorro, a nuestra izquierda

Este recorrido, de unos 17 Km., es bastante duro sobre todo en la zona de los Arruídos, la parte de monte que queda al oeste del Galiñeiro, con unas cuantas rampas que exigen cierto esfuerzo pero que no fueron problema para los aguerridos senderistas de este sábado.

Este otoño lluvioso se deja notar sobre todo en estos parajes donde los senderos, pistas y corredoiras se convierten el pequeños torrentes que hay que vadear con habilidad para no hundir las botas en sus aguas, eso sí, limpias y transparentes.

La mañana nublada y fresca nos ofreció una jornada perfecta para caminar.

Vista parcial de la parroquia e Vincios. A la derecha, cuevas excavadas en el jabre para albergar a cabras y cabritos.

El agua corre abundante haciendo brillar corredoiras y carreiriños.

La dura subida obliga a una paradita para poder seguir.

Esta fuente, cerca de la Cola del Zorro, casi siempre seca, hoy mana generosa. Somos pocos pero bien avenidos.Le damos la bienvenida a Alba, nueva en la Caminata Sabatina y que ha demostrado ser una gran andarina.

Distancia Duración Dificultad Tiempo
Datos de la ruta 17,5 Km. 4 h. 56 min. Alta  

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Río da Chanca

Saliendo de Vigo por la AP-9 en dirección a Santiago, a unos 10 Km. de Pontevedra ,se toma el ramal que deriva a la autovía del Salnés hasta alcanzar el Concello de Meaño y allí, en el lugar de nombre Galiñáns, parroquia de San Miguel de Lores, tiene su inicio le preciosa ruta del río Da Chanca, recientemente puesta a punto, habiéndose restaurado numerosos muiños que dan testimonio de la intensa actividad  que desarrollaba esta industria bien en régimen de maquila, en los más grandes, o para uso privado en los demás.

Son unos 6 km. de río por los que el agua desciende de lo alto con abundancia en estos día de lluvia, siendo fácil imaginar a todos estos ingenios funcionando a tope, sus turbinas o rodicios en sus infernos, hadiendo girara as moas de piedra, moliendo el grano…

Innumerables son en nuestra tierra gallega los lugares cómo éste, ríos como el Sabriña, el Armenteira, el Eifonso, el Lérez, por señalar algunos aquí, en la provincia de Pontevedra y muchos más en el país de los mil ríos que decía D. Álvaro Cunqueiro.

El tramo inicial de esta ruta  del río Da Chanca está dotado de  pasarelas, puentes, alumbrado y piso de zahorra, con espacios para descanso y esparcimiento, por lo que en sus primeros tramos constituye un agradable paseo para todo tipo de personas. Los que le damos a la bota lo completamos con la subida al monte empalmando con la BTT5 que nos lleva a Armenteira, pasando por su famoso monasterio y regresando al río Da Chanca para terminar en donde habíamos empezado.


Al inicio de la ruta se encuentra este lavadero perfectamente restaurado como O muiño  de Daniel O Ferreiro también restaurado como muchos de los 23 que bordean las orillas del río Da Chanca.


En este otro muiño puede apreciarse la levada o alimentación de agua de tipo de cubo, donde aquella  gana en altura para darle mayor fuerza a la turbina y almacenar agua en caso de escasez.


Entre los muchos muiños que están como nuevos también los hay que quedaron como estaban, en ruinas, vestigios de otro tiempos que la electricidad ha convertido en historia.


El tramo circular de la ruta corresponde a la BTT 5, para bici de montaña, que se sale del río y discurre por la ladera del monte Castrove pasando por el monasterio de Armenteira al que pertenece este impresionante muro. En medio del bosque se encuentra ese encantador cruceiro.


No podía faltar la foto de familia, poco antes de finalizar la ruta.

Distancia Duración Dificultad Tiempo
Datos de la ruta 17,5 Km. 5 h.  Baja

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San Fins

No hace mucho, en agosto pasado, fue la última vez que visitamos el monasterio de San Fins. Está en la vecina  Valença do Minho, no lejos de Monte Faro, una  zona de recreo instalada en la cima  que es un espléndido mirador de la ciudad y de su entorno con el río Miño fluyendo majestuoso en sus últimos tramos antes de llegar al mar y la ciudad de Tui al fondo.

Pues en esta mañana que amenazaba lluvia y que resultó ser una estupenda jornada para senderear, repetimos la visita pero cambiando de ruta. Bajamos de Monte Faro hasta cerca de la granja Melim y, bordeando su ladera, nos acercamos hasta la ermita de S. Ouvidio desde donde se divisa el conjunto monacal de San Fins. Dando un pequeño rodeo para disfrutar del hermoso paisaje conectamos con el trilho PR7, denominado Entre mosteiros, pues va desde el de Ganfei al de San Fins, y no tardamos en llegar a los dominios del este antiguo cenobio, construído en el XII, reformado más tarde, en el XVI, cuando lo ocuparon los jesuítas.

Como ya existen en Sendereando referencias a San Fins, no vamos a repetirlas aquí aunque sí queremos dejar constancia , una vez más, del encanto de este sitio cuya visita recomendamos.


El monasterio a vista de pájaro. A la derecha escaleras de acceso a lo que queda de la ermita de Nª Sra. dos Remedios.


Entrada al cementerio de los monjes en las afueras del monasterio y foto del exiguo pero esforzado grupo de la Caminata sabatina.


El paisaje que rodea al cenobio es montañoso por los cuatro costados. A la derecha, un último esfuerzo por la empinada cuesta que nos lleva al punto de partida.

Distancia Duración Dificultad Tiempo
Datos de la ruta 11,8 Km. 3h. 21 min. Media

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De Aciveiro a Pedre por los puentes del Lérez

Los Puentes del Lérez es el nombre de la ruta que partiendo de Pedre llega hasta el monasterio de Aciveiro en plena sierra del Candán.  Antes de ahora ya habíamos hecho este recorrido  en tres etapas, con ida y vuelta en cada una de ellas, pero en esta ocasión hemos decidido recorrer la ruta entera en una sola vez para lo cual es necesario dejar un coche en el punto de partida y otro en el de llegada.

Aunque salimos más temprano de lo habitual, la brevedad de estos días de otoño ya cercanos al invierno nos ha impedido llegar hasta el último puente de la ruta, el de Serrapio, muy cerca de Pedre, debido a que se nos hizo de noche. Otra vez será.

De todas maneras, la marcha valió la pena. La lluvia de estos días se tornó en una jornada luminosa y fresca, ideal para senderear. El inicio en el monasterio de Aciveiro, hoy hotel, nos lleva por los comienzos del río Lérez, entre fincas  y carballeiras, hasta la aldea de Andón que es donde se ubica su hermoso puente románico y en donde el sendero se desvía del río y se adentra en la sierra de O Candán, también conocida como Montes do Testeiro, que une a cinco ayuntamientos por sus cinco extremos: Forcarei, Silleda, Lalín, O Irixo y Beariz.

Por los montes de O Candán, la sierra de la Terra de Montes, pasaban antiguas rutas de arrieiros que traían el vino desde el Ribeiro hasta Compostela. No tiene más de 2 Km. el tramo que atraviesa la sierra y pronto regresamos al río que ya no abandonaremos hasta llegar al puente Do Pego. Algunos de estos puentes como los de Gomail, San Antón o Andón, preciosas muestras de la ingeniería rural de anónimos autores, eran utilizados por  los arrieiros antes mencionados.

El Lérez discurre mansamente unas veces, con bravura otras, entre bosques de carballos, castaños, abedules y la flora típica de los bosques de ribera de los ríos gallegos, regando verdes pastos para el ganado vacuno que abunda en esta comarca  y surtiendo,  antaño, de energía a los  viejos molinos y batanes hoy cubiertos de musgo y en ruinas la mayoría, ofreciendo una hermosa estampa henchida de nostalgia.

Ya la noche se va apoderando de la tarde, convirtiendo corredoiras y congostras en insinuantes sombras que cubren de misterio y de magia los últimos tramos de nuestro recorrido, por lo que no nos queda más remedio que, desde el puente de Vichocuntín, continuar hasta la inmediata localidad de Pedre en cuyas proximidades se encuentra el impresionante puente románico, que no romano, de Serrapio cuya visita habrá que dejar para posterior ocasión.

A  un par de Km. del monasterio de Aciveiro nos topamos con A Ponte Vella de Andón, en la localidad del mismo nombre. Puente de estilo románico popular construído cuando San Gonzalo das Penas era abad del monasterio.

A Ponte da Carballa es del tipo pontillón, más rudimentario que el de arco de medio punto como A Ponte do Crego, a la derecha.

Puente Maril, colindante con el antiguo campamento juvenil de la OJE, aún en funcionamiento aunque bajo otras siglas. A la derecha, A Ponte do Batán, cercano a un antiguo molino de bater la lana.

Dos preciosos ejemplares de la arquitectura rural son los puentes Gomail y de Parada.

Dos imágenes del Puente de San Antón, en la capital de municipio de Cerdedo, conjunto medieval de puente, calzada y ermita.

A Ponte do Pego, a unos metros de la iglesia de Folgoso, y el puente de Vichocuntín próximo a Pedre, fin de la ruta.

Los de Los Lunes al Sol en A Ponte de Parada.

Distancia Duración Dificultad Tiempo
Datos de la ruta 31 Km. 9 h. Media

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