De Aciveiro a Pedre por los puentes del Lérez

Los Puentes del Lérez es el nombre de la ruta que partiendo de Pedre llega hasta el monasterio de Aciveiro en plena sierra del Candán.  Antes de ahora ya habíamos hecho este recorrido  en tres etapas, con ida y vuelta en cada una de ellas, pero en esta ocasión hemos decidido recorrer la ruta entera en una sola vez para lo cual es necesario dejar un coche en el punto de partida y otro en el de llegada.

Aunque salimos más temprano de lo habitual, la brevedad de estos días de otoño ya cercanos al invierno nos ha impedido llegar hasta el último puente de la ruta, el de Serrapio, muy cerca de Pedre, debido a que se nos hizo de noche. Otra vez será.

De todas maneras, la marcha valió la pena. La lluvia de estos días se tornó en una jornada luminosa y fresca, ideal para senderear. El inicio en el monasterio de Aciveiro, hoy hotel, nos lleva por los comienzos del río Lérez, entre fincas  y carballeiras, hasta la aldea de Andón que es donde se ubica su hermoso puente románico y en donde el sendero se desvía del río y se adentra en la sierra de O Candán, también conocida como Montes do Testeiro, que une a cinco ayuntamientos por sus cinco extremos: Forcarei, Silleda, Lalín, O Irixo y Beariz.

Por los montes de O Candán, la sierra de la Terra de Montes, pasaban antiguas rutas de arrieiros que traían el vino desde el Ribeiro hasta Compostela. No tiene más de 2 Km. el tramo que atraviesa la sierra y pronto regresamos al río que ya no abandonaremos hasta llegar al puente Do Pego. Algunos de estos puentes como los de Gomail, San Antón o Andón, preciosas muestras de la ingeniería rural de anónimos autores, eran utilizados por  los arrieiros antes mencionados.

El Lérez discurre mansamente unas veces, con bravura otras, entre bosques de carballos, castaños, abedules y la flora típica de los bosques de ribera de los ríos gallegos, regando verdes pastos para el ganado vacuno que abunda en esta comarca  y surtiendo,  antaño, de energía a los  viejos molinos y batanes hoy cubiertos de musgo y en ruinas la mayoría, ofreciendo una hermosa estampa henchida de nostalgia.

Ya la noche se va apoderando de la tarde, convirtiendo corredoiras y congostras en insinuantes sombras que cubren de misterio y de magia los últimos tramos de nuestro recorrido, por lo que no nos queda más remedio que, desde el puente de Vichocuntín, continuar hasta la inmediata localidad de Pedre en cuyas proximidades se encuentra el impresionante puente románico, que no romano, de Serrapio cuya visita habrá que dejar para posterior ocasión.

A  un par de Km. del monasterio de Aciveiro nos topamos con A Ponte Vella de Andón, en la localidad del mismo nombre. Puente de estilo románico popular construído cuando San Gonzalo das Penas era abad del monasterio.

A Ponte da Carballa es del tipo pontillón, más rudimentario que el de arco de medio punto como A Ponte do Crego, a la derecha.

Puente Maril, colindante con el antiguo campamento juvenil de la OJE, aún en funcionamiento aunque bajo otras siglas. A la derecha, A Ponte do Batán, cercano a un antiguo molino de bater la lana.

Dos preciosos ejemplares de la arquitectura rural son los puentes Gomail y de Parada.

Dos imágenes del Puente de San Antón, en la capital de municipio de Cerdedo, conjunto medieval de puente, calzada y ermita.

A Ponte do Pego, a unos metros de la iglesia de Folgoso, y el puente de Vichocuntín próximo a Pedre, fin de la ruta.

Los de Los Lunes al Sol en A Ponte de Parada.

Distancia Duración Dificultad Tiempo
Datos de la ruta 31 Km. 9 h. Media

Para ver el mapa y más detalles de la ruta hacer clic con el ratón aquí.

Nota: Para ampliar, hacer clic en las imágenes.