Mira Elvira a quién te mira.
De ti nunca se retira.
Con tus destrezas delira,
por tu cocina suspira.
Mira Elvira a quién te mira.
Un día de finales de mayo de 2017 mientras nos preparamos para una de la salida de la Caminata Sabatina se nos presenta una dama de rostro sonrosado y agradable semblante y nos dice: Hola, soy Elvira ¿Puedo caminar con vosotros? Sí, claro. Pero en vez de ese elegante bolso y esos coquetos zapatos mejor será que vengas con botas y mochila.
Y así fue como nuestra querida Elvira, Viri para los amigos, entró en nuestro grupo y en nuestras vidas. Desde aquel día se convirtió en una andarina vocacional. Incansable y perseverante nunca falla si no es por fuerza mayor. Su voz cantarina y penetrante, entre sones de violín y saxo tenor, pone música a nuestro caminar, su calidez y cercanía son las llaves con las que ha abierto y conquistado el cariño de todos los caminantes de este grupo.
Pero hay más. Es que también ha conquistado nuestros estómagos. Unas veces es tarta de manzana, otras chulas, ese dulce típicamente gallego nacido en el Samaín, leche frita y otras delicias con las que enamora nuestros paladares en sábados y lunes.
Y en este lunes, último de junio y primero del verano, Elvira ha querido celebrar con nosotros su cumpleaños capicúa.
Es bien sabido que en nuestra vecina Portugal las raciones de sus menús son enormes. Del cabrito de Montaria, en la Serra D´Arga, guarda los excedentes en su congelador. Lo mismo con el bacalhao de Casa Constantino que ayer nos trajo transformado en una potente empanada. El cabrito fue encerrado en unas deliciosas empanadillas.
Y de su propia despensa nos obsequió con unos ricos dados de leche frita.Todo esto degustado a la sombra de los pinos y carballos del merendero de Chan da Lagoa. Hubo colaboraciones como las tortillas de Juan y Moisés, la ensalada de Torres, el roscón de Antón y el apflestrudel de Dietmar. Todo eso acompañado por un Ribera del Duero con el que brindamos porque nuestra Elvira cumpla y cumpla sin que los años pasen por ella.
Tal evento tuvo lugar a la sombra los carballos y los pinos de Chan da Lagoa, un delicioso merendero en plena Sierra da Groba, muy cerca de de la Real Villa de Baiona.
Allí tuvo fin y comienzo la ruta de este lunes que transcurrió casi en su totalidad por los pinares de la sierra. Una ruta en forma de uve que baja desde las alturas de San Cosme hasta el fondo de la vaguada en cuyo vértice se desploma la fervenza de A Cola de cabalo, con la que O Rego das Pías se desmelena antes de que llegue la sequía estival.
Un kilómetro más y damos con las Pozas de Mougás, un encantador paraje en el que río homónimo forma otra hermosa cascada, algo menguada en estos inicios del verano pero aún con nivel suficiente para que Antón y Torres naden unos largos en sus aguas tranquilas y transparentes.
Después de un breve refrigerio al borde de la poza hay que salir del fondo de la uve para salvar la larga y dura pendiente que nos separa de los altos cerros que bordean el océano brindándonos espléndidas vistas de la costa de Oia y Cabo Silleiro.
De nuevo entre pinares, con la panorámica de las islas Cíes y la ensenada de Baiona acompañando nuestro regreso a Chan da Lagoa, llegamos a este hermoso paraje en donde iniciamos y rematamos el estupendo recorrido de esta mañana dispuestos para celebrar con alegría y jolgorio tan entrañable efemérides.
- Cabritos al natural
- Tojos y brezo
- Gota a gota, un círculo perfecto
- Fuente con mesa y asiento
- Pista empedrada
- A fondo, la fervenza
- Poza de Mougás
- Hacia la poza
- Cola de cabalñlo
- Picadero «O Rancho»
- Bolsa de recogida
- Pinos resineros
- Pino atlántico
- Avenida de «fentos»
- Preparados para el festín
- Los postres
Datos de la ruta | Distancia | Duración | Dificultad | Tiempo |
18,880 Km. | 4 h. 59 min. | Media | Nubes y claros |
Para ver el mapa y más detalles de la ruta hacer clic con el ratón aquí.
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