FELIZ NAVIDAD, CAMINANTES

Camino es una palabra que sugiere un montón de imágenes, metáforas, pensamientos…

Los senderistas disfrutamos caminando por las corredoiras, pistas, senderos, mientras escuchamos el chasquear de nuestras botas sobre la blanda tierra, nos dejamos acariciar por la suave brisa que “abanea” los carballos, castiñeiros, pinos y eucaliptos de nuestros montes. No nos importa empaparnos con los fuertes aguaceros ni enfrentarnos a los duros temporales. Gozamos caminando…

Pero hay otros caminos… los caminos de la vida, senderos por los que van nuestras preocupaciones, nuestros sueños, nuestra vida diaria, que se mezclan, se cruzan o se alejan de los de las otras personas, unas pocas conocidas, la inmensa mayoría anónimas.

Caminos de guerra como los de Irak y Palestina, caminos de miseria en la atormentada África, caminos de opulencia como los de Europa y USA, caminos solitarios por los que deambulan los que solamente se preocupan de sí mismos… caminos solidarios de los que piensan en los otros…

Desde este modesto portal de caminantes que es “Sendereando” y en estas fechas tan señaladas, hacemos votos porque todas las gentes del planeta encuentren los caminos de la paz, la dignidad, la riqueza y el bienestar compartidos.

Por un mundo mejor, Feliz navidad

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Por la sierra de «O Argallo»

Lunes, 28 de Noviembre de 2005
Adrián, Dietmar, Ángel, José

Recorrido: 22 Km.
Duración: 4 h.

Partiendo del santuario de San Campio de Lonxe, en Figueiró, Tomiño, al que le dedicaremos un articulito, porque se lo merece por su interés, avanzamos entre los viñedos y plantaciones de kiwis que se asientan en la ladera de esta sierra que, como una espina dorsal, separa la sierra de la Groba, con el valle de el Rosal por el medio, del río Miño, próximo ya a su desembocadura en Camposancos.

Pasamos por cerca de las bodegas de Terras Gauda y comenzamos la ascención, de unos 400 m. hasta llegar al mirador llamado «Niño do corvo» que está a lado de las antenas. Ahí contemplamos en el impresionante paisaje, cómo el «Padre Miño» se abre paso entre las tierras de Portugal y España, para entrar, solemne, en las aguas del Atlántico.

Después de seguir en horizontal por el espectacular balcón que es la pista que parte del mirador, comienza el descenso hasta el santuario, donde nos aseamos, mudamos de ropa y cocinamos un espléndido yantar.

Albariño, oro en la copa

Al fondo, el «mare tenebrosum»

Entre el Eifonso y Marcosende

Sábado, 3 de Diciembre de 2005
Adrián, Carlos, Héctor, Eduardo, Emilio José y José.

Recorrido: 14 Km.
Duración: 3 h.

Aparcamos los coches en un vial que deriva de la carretera que pasa por delante de la sede de la Asociación de vecinos de Beade. Monte arriba, llegamos a la autopista y, cruzando el puente poco más arriba, torcemos a la izquierda por la pista en cuya esquina hay un monumento a la plantación del Pinus Insignis, en 1998.

Seguimos hasta el parque forestal donde tomamos la fruta. Después bajamos hacia el río Eifonso, nos acercamos a su hermosa cascada junto al molino, para que la vea Héctor, que es la primera vez que viene por aquí. Seguimos descendiendo y, al poco rato, regresamos a los coches.

Apenas encontramos setas: algunos cantarelus, un coprinus… y para de contar. Por esto de las setas, andamos un poco más despacio que lo acostumbrado.