Tal como había sido anunciado, el pasado fin de semana inauguramos la temporada de Sendereando 2011-12 con una caminata que podemos denominar Circular de Corme ya que tuvo lugar cerca de ese hermoso lugar de las Rías Altas.
Pero vayamos por partes. El viernes día 30 fueron llegando al Hotel Monte Blanco de Neaño los entusiastas aficionados de Sendereando. Después de animada cena en la pizzería de enfrente, unos nos fuimos directamente a la piltra y otros se quedaron conversando un rato más alrededor de una copa.
El sábado a las nueve nos reunimos en un alegre y ruidoso desayuno preparándonos para la caminata que era la actividad principal de esta concentración. Salimos, pateando asfalto, desde el hotel hasta Ponteceso. Aquí, en Ponteceso, comienza la ruta hasta Corme, por la ribera del río Anllóns en su primer tramo y por la orilla del mar hasta llegar a Corme. El problema es que la ruta no está bien señalizada y en la encrucijada en la que el camino de la orilla se bifurca hasta el Monte Blanco nos fuimos por el monte abandonando, sin querer, la ruta del mar.
Seguimos monte arriba y guiados por nuestra intuición y por el GPS llegamos hasta O Alto das Travesas, pasando por Monte Blanco hasta alcanzar la playa de A Ermida en donde comimos y nos dimos un reconfortante baño unos y una siesta reparadora otros.
Ya de regreso, un poste indicador nos dirige hacia Ponteceso. Ahora caminamos seguros, siguiendo las marcas blancas y amarillas del PRG hasta a Pedra da Serpe hasta que volvemos a encontrar otro poste que nos indica que debemos seguir hacia arriba y de nuevo perdemos la costa y volvemos al monte, en fatigosa ascensión, debido sobre todo al extremo calor y escasa sombra. A medida que subimos vemos como el mar se aleja cada vez más hasta que recuperamos de nuevo O Alto das Travesas ya cerca de Ponteceso.
Fueron 26 Km. de una caminata nada llana, como creímos en un principio, pero gratificante por el esfuerzo coronado por la satisfacción de llegar a nuestro destino sanos y salvos habiendo disfrutado del placer de caminar por estos parajes que nos ofrecen la impresionante estampa de las Rías Altas y la apacible mansedumbre del estuario del Río Anllóns.
No tardaron en reponerse los caminantes de la dura jornada, pues a las diez nos reunimos en el Bar Arrías para dar cuenta de una excelente cena a base de variados mariscos regados con ricos vinos del país y amenizada por un trío de laúd, guitarra y acordeón, con cantos y bailes que se prolongaron hasta bien avanzada la madrugada con gran jolgorio y contento de los senderistas y demás comensales que allí había.
El domingo fue jornada cultural con visita al Dolmen de Dombate, Castro de Borneiros y Faro de Nariga, despidiéndonos con una agradable comida en casa Elías, en Buño, donde visitamos sus famosas alfarerías.
Y esto fue todo. Ahora seguiremos sendereando todas las semanas, juntándonos de vez en cuando, como en esta ocasión, para disfrutar de nuestra amistad y celebrar esta afición que nos hace felices cuando desgastamos nuestras botas sobre los innumerables senderos que cruzan las valles, montes y ríos de nuestro país.
«Foto de familia» previa al inicio de la caminata.
Estuario del Anllóns. Pedra da Serpe.
Caminando monte arriba y descanso en O Alto das Travesas.
Fin de la jornada con el ocaso. A la derecha, preparados para la fiesta con atuendo de gala: pajarita y pamela.
Distancia | Duración | Dificultad | Tiempo | |
Datos de la ruta | 26 Km. | 10 h. | Alta | Soleado |
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