Nuestras primeras incursiones por el municipio portugués de Paredes de Coura datan del 2008. Nos sorprendió por aquellos días comprobar que en Paredes de Coura existen hasta 16 trilhos o PRs, senderos de pequeño recorrido marcados y señalizados que cruzan la comarca en todas direcciones.
Los de Sendereando podemos presumir de haberlos pateado en tu totalidad pero hay uno que hemos repetido una y otra vez por lo bonito y entretenido que es: el de los Miliarios, llamado a así por aquellas columnas, hitos construídos en granito que señalaban las distancias en las calzadas romanas, ocho de las cuales pueden verse a lo largo del recorrido, algunas aprovechadas como pilares como ocurre en la ermita del lugar de Antas, no lejos de A Ponte dos Canicos, en el río Coura, que es en donde hemos comenzado la ruta de este lunes.
Es de suponer que el sendero que parte del citado puente no tardará en volver a estar intransitable como ya ocurrió hace algunos años si alguien no se ocupa de desbrozar la zona invadida por una espesa vegetación. Dejando atrás el río Coura, no tardamos en llegar a la aldea de Antas y desde allí, monte arriba, en continua ascensión, alcanzamos la cima del monte de Cossourado en donde se halla O Forte da Cidade, una citania de la edad del hierro muy bien acondicionada, con un par de las antiguas viviendas reconstruidas y con una magnífica panorámica del valle del Miño que se extiende hasta las ciudades de Valença y Tui.
Bajamos hasta la iglesia parroquial de Santa María de Cossourado y desde allí atravesando la carretera, damos con el cruce del PR4 que es la ruta de Os Miliários con el PR8 que es la de O Châ da Burra. Así como la primera discurre en gran parte a lo largo de las orillas del río Coura, la segunda tiene un trazado más monótono por terrenos áridos, de poco arbolado, con el sol cayendo a plomo sobre nuestras cabezas en este lunes de julio, aunque también tiene el encanto que nos ofrecen sus pequeñas poblaciones rurales como Linhares de Cima, Châ da Burra y Bolência, con encantadores monumentos como la ermita de Nª Sª do Alivio y la Quinta da Cruz. La hemos acortado en unos cuantos kilómetros para que el conjunto del recorrido (PR4+PR8) no se hiciese demasiado largo.
Llegado el mediodía nos acercamos a Rubiâes en cuyo restaurante Cosntantino nos deleitan con un magnífico Bacalhau Á Constantino, regado con viño verde y que, precedido por un caldo de patata invento del chef, nos deja felices como perdices. Postres deliciosos como su leite a crema y una copita de aguardente velha rematan este festín de la gastronomía lusitana.
De nuevo en el exterior, desafiamos los rigores del ardiente febo durante un par que kilómetros para guarecernos bajo la vegetación de las riberas del Coura que nos llevan de vuelta, protegidos por la sombra de su frondosa arboleda y el frescor de sus transparentes aguas, hasta el punto final en el citado puente de Os Canicos.
- EL río Coura cerca del puente de Canicos
- Los «fentos» cubren el camino
- Miliarios en Antas
- Palacio en ruinas en Antas
- Viviendas reconstruídas en O Forte da Cidade
- En la citania
- Restos de viviendas en la citania de Cossourado
- Miliario en el lugar de Casco
- Iglesia Santa María de Cossourado
- Nª Sª do Alivio
- Un alto para el refrigerio
- Encuentro con un peregrino ciclista
Datos de la ruta | Distancia | Duración | Dificultad | Tiempo |
22,020 Km. | 6 h. 48 min. | Fácil | Soleado |
Para ver el mapa y más detalles de la ruta hacer clic con el ratón aquí.
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