Outariz-Canedo

Cuando en el pasado mes de marzo nos desplazamos hasta Outariz, en Ourense, para hacer la ruta que se extendía al Este por las parroquias de Valderogueiro y O Viso, el invierno, que estaba agotando sus últimas semanas, aún mantenía su escenario con el austero decorado de árboles desnudos y campos yermos y silenciosos.

Ahora, en octubre, el otoño trae la ansiada frescura de las mañanas de tardío amanecer  y los hermosos colores que muestran los caducifolios y los viñedos antes de que el nuevo invierno imponga su paisaje adusto, frío y oscuro.

Iniciamos nuestra marcha en el aparcamiento enfrente de las termas a las cuales se accede vadeando el río Miño por la pasarela de Outariz. La ruta sigue el trazado de la VI Andaina de Canedo, que fue organizada en el pasado año por la AA. VV.  de San Miguel y que, al contrario de la de marzo, discurre por la zona Oeste.

Como suele ocurrir cuando se parte de zonas urbanas, los primeros kilómetros son puro asfalto hasta que acometemos los montes de Beiro pasando por algunas localidades que conservan el encanto de nuestras pequeñas aldeas, con sus viejas casas alternando con modernas edificaciones, rodeadas de los campos de labor hoy abandonados en muchos casos.

Algunas de estas poblaciones, como A Conchada y Beiro, forman parte de la llamada Ruta de los hornos, que pasa por unas 20 localidades en las que existían hornos comunitarios que aún hoy pueden visitarse. Precisamente en Beiro, después de salvar una pronunciada cuesta monte arriba llegamos a la ermita de San Andrés, a más de 400 m. de altitud, que a juzgar por sus dimensiones y las de su cementerio debe ser también iglesia parroquial.  Desde allí bajamos a Nogueira y A Conchada en cuyas inmediaciones se encuentran las ruinas del Monasterio de Santa Comba (Columba) de Naves cuyos orígenes, según parece, se remontan al siglo IX. Oculto en la espesura, impresiona la soledad del impresionante cenobio sumido en la ruina.

A partir de ahí todo es bajar, entre bosques y algún que otro regato, también por pistas que se deslizan hacia el río Miño por cuya orilla caminamos bajo su frondosa arboleda hasta el camino que, pasando por debajo de la vía del tren, nos lleva al Restaurante Silvino.

Allí bien atendidos por la simpática Isabel damos cuenta de un estupendo pulpo a la gallega y carne o caldeiro, después de lo cual seguimos camino hasta las Termas de Outariz en donde rematamos la caminata con una prolongada inmersión en las benéficas aguas de sus pozas termales que tonifican músculos y piel dejándonos como nuevos.


Datos de la ruta Distancia Duración Dificultad Tiempo
22,590 Km. 6 h. 47 min. Media Nublado 

Para ver el mapa y más detalles de la ruta hacer clic con el ratón aquí.

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