EL verano fue largo y caluroso. Parecía que este otoño llevaba el mismo camino pero, ya en el último tramo de la estación, han vuelto las lluvias sobre todo por el norte. Por aquí, en las Rías Baixas la cosa no pasó de un poco de viento y algún chaparrón, a veces fuerte, como el que nos cayó ayer por los montes de Amoedo después de haber pasado una mañana de nubes y claros. Pero comencemos por el principio.
Inicamos la ruta de este lunes en el lugar de Castiñeira, en Ventosela, muy cerca de la iglesia de San Martín. Aquí, en Ventosela, muy cerca de Redondela, tiene Aldeas Infantiles SOS Galicia una de sus colonias. Desde Ventosela nos dirigimos hacia Vilar de Mato y de allí a Torre de calle, un punto del Camino de Santiago, versión Camino Portugués, en la parroquia de Cesantes contigua a la capital del municipio, Redondela, la cual atravesamos de norte a sur dejando el caso urbano a nuestra espalda para iniciar el ascenso a los montes de Vinculeiro y Texigueiras que es donde nos coge la tromba de agua y granizo que pone a prueba todos los recursos de que disponemos para combatir la mojadura, chubasqueros, goretex, paraguas, etc. con mayor y menor éxito según los casos pero sin mayores consecuencias, pues cesa el chaparrón en menos de media hora, vuelve la calma y hasta el sol de manera que, ya en pleno descenso, alcanzamos el polígono industrial de Amoedo en donde se encuentra Casa Besadío.
Ahí paramos, colgamos chubasqueros y bastones y nos preparamos para resarcirnos de los esfuerzos de la mañana.De primero, lentejas de esas que te las comes y no las dejas o tortilla de patatas con una raja de tomate de buen ver y mejor comer. De segundo, raya a la gallega o ternera a la pimienta. Todo muy bueno. La sorpresa viene con el vino. De la casa, en jarra, con un olor a letrina que nos deja boquiabiertos. Menos mal que la casa, razonable y atenta, lo retira y sustituye por un Barrantes o sucedáneo que ya es otra cosa. De postre, tarta de San Marcos, de Santiago, flan de la casa… En fin, no estuvo mal, incluso lo del vino que quedó en anécdota.
Sigue la tarde con cielos encapotados y lluvia floja a ratos con el sol tratando de colarse entre las nubes. Subimos a los montes de Ventosela, recorriendo un tramo de la Ruta de As pedras ya comentada en este sitio. La única de las formaciones de las que dan nombre a esa ruta que nos sale al camino es la enorme Laxe das abellas, un colosal pedrusco que cubre buena parte de la pista forestal que nos lleva al cercano lugar de Castiñeira, al cruceiro junto al cual hemos iniciado y rematamos esta jornada.
- Por fin, los paraguas
- Los incendios del verano
- Puente de Rande desde Ventosela
- El inevitable muiño
- Detalle de un cierre
- Petroglifos en Amoedo
- Ecima de una mámoa
- Lo que queda del Foxo do lobo
- Laxe das abellas
- Fin de la jornada
Datos de la ruta | Distancia | Duración | Dificultad | Tiempo |
22,790 Km. | 6 h. 22 min. | Media | Lluvias y claros |
Para ver el mapa y más detalles de la ruta hacer clic con el ratón aquí.
Que moral le echais , os felicito…. , con viento y marea siempres acudis a la ruta
Hola, me gustaría participar en alguna d las rutas , como puedo ponerme en contacto con vosotros??