Desde hace unos meses los «chicos» de Los Lunes al Sol hemos modificado nuestra estrategia. De dividirla en dos parte, la larga por la mañana y la corta después de comer, hemos decido caminar solamente por la mañana para evitar el esfuerzo que supone seguir pateando con la panza llena sobre todos en los días en los el calor aprieta.
En esta ocasión, como la caminata discurría por las tierras de Pinzás y Tebra entre los municipios de Gondomar y Tomiño, reservamos mesa en un restaurante ya conocido por esta tropa. Como está especializado en bodas dispone de grandes salones a los que hemos accedido después de acreditar, con el correspondiente certificado, que estábamos vacunados.
Co las bodas suelen celebrarse los sábados o domingos, este sitio tiene fama de que los lunes puede degustarse un menú a base de marisco pescado y carne por muy buen precio debido a que son los sobrantes de las grandes celebraciones habidas en los días anteriores. Y hasta ahora nos dio buen resultado pues por el precio del menú del día hemos disfrutado en anteriores ocasiones de unas espléndidas fuentes de marisco, seguidas de buenos pescados y carnes.
Y así ocurrió esta vez con la diferencia de que los bueyes, centollos y langostinos que nos sirvieron estaban secos y resesos, no frescos y apetitosos como nos tenían acostumbrados. El rodaballo, escaso, y el cordero, bien. Los postres, como el marisco. Dicen que nunca segundas partes fueron buenas y en este caso el refrán acierta. A ver si en el futuro hay suerte y volvemos disfrutar de una buena «reboda».
Hemos iniciado la caminata en los montes de Tebra para seguir entre pinares y prados hasta la aldea de A Portavedra y desde allí, sin apenas cuestas y siempre entre fincas y pinos, hasta la Fervenza do Río Pequeno que, aunque visitada por este grupo de repetidas ocasiones, nunca defrauda. Con menos agua en esta época de estiaje aún destaca por su belleza con su fina lámina de agua deslizándose por la roca en este paraje verde y umbrío.
Continúa la marcha por pistas forestales y estrechos caminitos marcados por los «garranos» que pastan libremente por estos montes y que cada verano son reunidos para marcarlos y desparasitarlos en el Curro de San Cibrán al cual llegamos al cabo poco más de dos kilómetros.
Después de pasar por las localidades de As Alpuxarras y Santa María de Pinzás no tardamos en alcanzar los pinares que rodean la A Pedreira, inicio y fin de la jornada de este lunes, muy llevadera, casi sin cuestas y sin asfalto.
- Entre carballos
- Felics en su medio
- A Portavedra
- Buena sombra
- El eucalipto omnipresente
- Nacimiento del río Pequeno
- La fervenza
- Hoy somos docena
- Curro de San Cibrán
- Prisionero
- Peto en Pinzás
- La escalinata de las bodas
Datos de la ruta | Distancia | Duración | Dificultad | Tiempo |
20,060 Km. | 5 h. 30 min. | Media | Soleado |
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