Hace 15 años, en el 2006, un pavoroso incendio arrasó los montes de A Serra da Groba llegando hasta As Sobreiras do Faro, el alcornocal más extenso y uno de los pocos que se se dan en clima oceánico como es éste del oeste de Galicia. Sus árboles aún mantienen el color negro de su gruesa corteza que fue la que los salvó de sucumbir al ataque de las llamas.
Con casi 7 Ha. se superficie este excepcional bosque de sobreiras (alcornoques) se encuentra casi hundido el el profundo cañón del río Broi, entre los montes de O Faro y Pousiño. En estos días de pleno estiaje el río es apenas un tímido hilo de agua que se desliza casi oculto entre las grandes piedras desnudas que forman su cauce que en tiempo de lluvias es un hermoso torrente de agua y espuma cuyo fragor resuena entre la arboleda de esta peculiar masa forestal.
No es difícil llegar hasta este precioso paraje partiendo del Restaurante Costa Verde, en la carretera de la costa, a la altura de Viladesuso, enlazando, siempre cuesta arriba, con la Ruta Máxica de Oia por la que en poco más de una hora llegamos hasta el puente sobre el río Broi, cabecera del extraordinario enclave. Siguiendo por la pista forestal que nos lleva monte arriba no tardamos en dar con O Cano dos Mouros, antiguo castro y excelente mirador sobre la costa atlántica oculta en esta mañana por una densa niebla.
Otro de los hitos de la caminata de este lunes son las Pozas de Mougás, también víctimas de la implacable sequía de estos días. Sus aguas altas y transparentes cuando el río suena son ahora una laguna de superficie verde y fondo turbio. Aún así, la agradable temperatura del agua invita al baño de manera que algunos de los andarines olvidan el triste aspecto de lo que parece más charca que poza y se sumergen para nadar unos cortos largos en su verdosa superficie cuyo nivel mantiene un débil chorro que se filtra por los secos roquedales por los que en tiempos de bonanza baja pletórico O Rego de Pías.
Abandonamos las pozas para seguir monte arriba hasta el cercano Curro de Mougás, actualmente fuera de servicio a causa de la peste del Covid, continuando por pistas y caminos empedrados entre pinares y monte bajo que conducen al lugar de A Cabeciña, otra atalaya sobre el mar desde la que a esta hora, ya despejado el horizonte, se contempla una espléndida panorámica de la costa de Oia. Yacimiento arqueológico, asentamiento castrexo y base de un antiguo castillo es un lugar de alto interés para quien sepa apreciar los tesoros que encierra.
Desde ahí todo todo es bajar, a veces por abruptas rampas y cortafuegos, hasta dar con la carretera por la que, después de pasar por la parroquia de Mougás, alcanzamos casi el borde del mar, en la carretera de Baiona-A Guarda en donde se alzan hostales y restaurantes en uno de los cuales, el Costa Verde, rematamos la caminata de este lunes y damos cuenta de su variado menú enriquecido por un Joaquín Carballedo, el noble mencía de Valdeorras, invitación de nuestro entrañable y querido Ángel, compañero de fatigas durante muchos años y que, ahora ausente de estos pagos, ha vuelto en sus vacaciones para revivir viejos tiempos y compartir con nosotros esta jornada.
- Fuente en Viladesuso
- Sobreiras do Faro
- Picadero O Rancho
- Poza de Mougás
- Refrescando la piel
- Ni gota
- Camino del curro
- Curro de Mougás
- En la cima de O Cano dos Mouros
- No hay vistas
- Erosión de siglos
- ¡Bienvenido Ángel!
Datos de la ruta | Distancia | Duración | Dificultad | Tiempo |
19,700 Km. | 6 h. 4 min. | Media | Niebla/sol |
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