Isla de Ons

Después de 45 minutos de navegación desde el puerto de Bueu a cuyo municipio pertenece, arribamos a la isla de Ons que con las Cíes, el archipiélago de Sálvora y el de Cortegada, forma el Parque Nacional de Islas Atlánticas de Galicia.  El barco se desliza mansamente sobre el mar, plano y azul, en una deliciosa travesía bajo la refrescante brisa marinera de esta mañana soleada y clara.

Llegados al muelle de atraque emprendemos de seguido nuestra marcha hacia la Punta Centolo pasando por la solitaria playa de Melide, dicen que nudista, pero vacía a esta horas de la mañana, seguramente porque hace demasiado fresco para andar por allí de esa guisa. Nos acompaña el graznido de la numerosas gaviotas que revolotean incansables a nuestro alrededor. Desde este lugar divisamos enfrente toda la costa, desde San Vicente de O Grove hasta Marín, destacando en medio el  impresionante arenal de A Lanzada.

La isla está surcada de pistas, corredoiras y carreiriños por los cuatro puntos cardinales, así que por uno de ellos nos dirigimos a Punta Pasante en donde nos detenemos para dar cuenta de un pequeño refrigerio rodeados de las insistentes gaviotas. Seguimos hasta el Alto de Cucorno, en donde se encuentra el Faro, en la aldea de Cucorno, una de las nueve que existen en la isla, algunas de dos o tres casas solamente habitadas ahora en los meses de verano en los que la población de la isla llega a alcanzar los 500 habitantes fijos, isleños que se han ido al continente y regresan a sus casas en la época estival.

Del faro nos dirigimos al punto de partida, el centro urbano de la isla en donde se encuentran los restaurantes y allí nos paramos de nuevo para degustar un exquisito pulpo seguido de un apetitoso arroz con marisco que supera con creces el mínimo desgaste sufrido en este agradable paseo en que consiste nuestra caminata de hoy.

Reemprendemos la marcha por el sur de la isla pasando por la aldea de Canexol y su espléndida playa, hoy llena de bañistas. Visitamos también el cementerio de la isla que se encuentra en la citada aldea, cara al mar. De aquí pasamos a la costa norte donde nos topamos con la preciosa Ensenada de Caniveliñas camino del famoso Buraco do Inferno, un profunda fosa en la que en los días de tormenta dice la leyenda que se oyen los lamentos de las almas en pena.

En la Ensenada de Fedorentos, desde su mirador contemplamos la isla Onceta y la costa desde Bueu a Cabo Udra. Regresamos por el interior de la isla hasta O Chan da Pólvora que es donde  está ubicada la zona de acampada y de allí bajamos de nuevo a Curro que es donde se encuentra en muelle y el barco que nos devolverá a Bueu. Ha sido una agradable caminata, muy descansada, en parajes de inusual belleza.

Distancia Duración Dificultad Tiempo
Datos de la ruta 19,2 Km. 7 h. 10 min. Baja Soleado

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