Pazos de Borbén

Los de Sendereando solemos andar sobre seguro. Vamos bien preparados, con nuestras botas de senderismo, ropa adecuada, chubasquero, paraguas, provisiones de agua y alimento, buen humor y ánimo, dispuestos para afrontar cualquier incidencia que pueda surgir durante la marcha preparada con antelación sobre la cartografía disponible y bajada a un aparato con GPS de la más reciente tecnología.

Pues a pesar de todo eso, a veces las cosas no salen perfectas. O nos cae un aguacero que hace inútiles nuestras protecciones o una ruta equivocada nos deja estancados en medio del monte. También puede ocurrir, y eso no es culpa de los mapas, que nos topemos con un paso de río que no seamos capaces de vadear. Y eso es lo que nos pasó en nuestra caminata de este lunes.

Recién comenzada la marcha en As Muras, al llegar a la presa de A Tola nos encontramos con que la pasarela que facilitaba el paso para vadear al río Borbén estaba hundida en la corriente. El primero que intentó saltar sobre ella resbaló y, aunque sin males mayores, dio con sus huesos en el suelo. Más suerte tuvieron los demás que, unos haciendo equilibrios sobre una rama que por allí había, otros vadeando descalzos la corriente, alcanzaron la otra orilla.

Seguimos por la hermosa levada de Casqueiros, una larguísima acequia que transportaba el agua del vecino río a los muiños, discurriendo entre la hermosa espesura otoñal de los bosques de ribera para enlazar con el sendero de gran recorrido, el GR 58. Y aquí, en este sendero, comenzaron nuestros problemas pues, siguiendo la ruta que señalaba nuestro gps, nos introducimos en la espesa maleza del monte por el que equivocadamente el citado aparato se empeñaba en señalar que por allí iba la ruta.

Cada vez nos adentrábamos más y cuando nos planteamos la posibilidad de retroceder habíamos andado tanto que decidimos seguir hasta salir de aquel atolladero. Y lo conseguimos, pero no sin gran esfuerzo y hasta con cierto riesgo, al tener que salvar un empinado terraplén por el que que abandonamos el monte y salimos a la carretera agarrándonos a las ramas de arbustos y maleza para no salir despedidos como si cayésemos de un tobogán. Especial mención merece nuestro querido Dietmar que con un brazo enyesado superó la prueba a base de habilidad, empuje y resistencia.

Seguimos, ya más descansados, por la orilla del río Borbén cuyas aguas bajaban por su cauce rebosantes de belleza y vigor hasta alcanzar el lugar de Sequeiros por donde se toma la pista que va hasta el mirador de O Santo Aparecido y desde allí, ya en continuo descenso, llegamos a las inmediaciones del centro urbano de Pazos de Borbén, en cuyo restaurante Cernadas nos esperaba un reconfortante caldo gallego seguido de una deliciosa ternera estofada que, acompañada de un sabroso vino tinto original de la casa, colmó con creces nuestro devorador apetito.

Recompuestos y animados con tan agradable reparación seguimos, entre fincas y verdes prados, bajo el tibio sol de la tarde hasta As Muras, el lugar en donde terminó y comenzó esta accidentada caminata.


Datos de la ruta Distancia Duración Dificultad Tiempo
20,910 Km. 7 h. 12 min. Media Nublado 

Para ver el mapa y más detalles de la ruta hacer clic con el ratón aquí.

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