Del antiguo camino a lo largo,
ya un pinar, ya una fuente aparece,
que brotando en la peña musgosa
con estrépito al valle desciende,
y brillando del sol a los rayos
entre un mar de verdura se pierde,
dividiéndose en limpios arroyos
que dan vida a las flores silvestres
y en el Sar se confunden, el río
que cual niño que plácido duerme,
reflejando el azul de los cielos,
lento corre en la fronda a esconderse.
Estos versos pertenecen al último libro de poemas, En las orillas del Sar, escrito por Rosalía de Castro un año antes de su muerte. No es un libro alegre pero dentro de la tristeza y amargura que rezuman muchas de sus estrofas hay algunas que, teñidas de cierta nostalgia y dulzura, recrean hermosas escenas como esta que revive un camino por las orillas de su querido río.
En nuestra andadura por las tierras del municipio de Brión hemos caminado un largo tramo por la orilla del río Sar a su paso por A Ponte de Chave, O Caheiro y A Revoltiña, entre la frondosa arboleda de ribera, aún de verde intenso en estos días preliminares del otoño. No es el río de los tiempos de Rosalía, ahora un escaso caudal de aguas turbias, pero aún así hermoso bajo la intensa luz que se filtra a través de las copas de los árboles añosos.
Es Brión zona de grandes bosques sobre todo de robles. Espesas y extensas carballeiras, cubren su paisaje de verdes manchas oscuras por donde serpentean estrechos senderos y corredoiras bajo su benéfica sombra.
Pasamos por rústicos parajes como Ponte Paradela, un puente romano llamado también Ponte de dos Mouros o de Francos, sobre el modesto río Tinto, entre los concellos de Brión y Teo.
También topamos con antiguas iglesias y capillas como la de Nª Sª de Guadalupe, al lado del nuevo balneario de Tremo, o Santa María de Los Ángeles, muy cerca del Hotel Casa Rosalía en donde paramos para descansar y reponer energías.
Es uno de esos hoteles con encanto, con apacibles estancias y jardines y un variado menú acompañado por un Protos Ribera del Duero de finísimo buqué, invitación de nuestra entrañable María por quien brindamos con gran jolgorio y alegría para desearle que cumpla muchos más mientras sopla y apaga las velas que simbolizan sus años pasados plenos de energía y vitalidad.
Con ánimo alegre y espíritu festivo abandonamos tan agradable lugar para seguir camino, dejando atrás la zona urbana, entre veredas y pinares, hasta alcanzar el lugar de Gándara, inicio y fin de esta magnífica jornada.
- Carballeira
- Ya viene el otoño
- Puente Paradela
- En el puente
- Calle de Vidaloíso
- Lavadero
- Corredoira de Cabanas
- Castro Lupario
- Río Sar
- Tronco puente sobre el Sar
- El Sar
- Peto de ánimas en lavadero
- Hotel Rosalía
- Un rincón del hotel
Datos de la ruta | Distancia | Duración | Dificultad | Tiempo |
20,100 Km. | 6 h. 8 min. | Baja | Sol y nubes |
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