Rodeando O Castelo

Bico do Patelo, Entre brandas e inverneiras, Los 5 puentes del Castro Laboreiro, Tsunami de piedra son los títulos de las crónicas que desde hace siete años vienen ilustrando nuestras andanzas por las tierras que rodean a Castro Laboreiro, una de las principales atracciones del Parque Nacional Peneda-Gerés.

Hoy hemos vuelto a visitar  aquellos lugares y poco más nos queda por contar que ya no esté en las citadas reseñas de Sendereando si no es que en esta ocasión se han superado todos los registros de asistencia a las caminatas de Los Lunes al Sol pues  15 fuimos los que nos apuntamos a esta jornada.

Grandes formaciones de rocas dibujan, a más de 1000 m. de altura, el horizonte de la impresionante sierra que rodea a esta singular aldea que durante siglos se mantuvo aislada, casi perdida en estas alturas, manteniendo costumbres ancestrales como las de las «brandas e inverneiras». 

Creadora de su propia raza canina como el hermoso Cao de Castro Laboreiro, cuenta hoy con hoteles y restaurantes que ofrecen  sus servicios a los numerosos visitantes que se acercan por estos parajes para recorrer sus preciosas rutas o disfrutar de su impresionante paisaje de montaña.

Nosotros, en este lunes, hemos iniciado la marcha en el lugar de Seara desde donde, por estrechos caminos empedrados de fácil resbalón por sus lajas mojadas, no tardamos en llegar al monte ahora decorado por el rojo y amarillo del tojo, la carqueixa y el brezo, a la sombra de las inmensas moles de piedra que se elevan formando gigantescas figuras como la del Bico do Patelo que,  como una colosal cabeza de águila, se alza sobre nuestras cabezas.

Pasamos por la ladera de O Bico a través de un hermoso bosque de carballos y sobreiras para seguir monte abajo hasta A Ponte Nova, un viejo puente sobre  el río Laboreiro, arteria central de la sierra a donde fluyen multitud de regatos y de donde nacen muchas de las fuentes de la zona.

Algo más abajo nos espera un delicioso paraje, en la aldea de Assureira, con su viejo molino y su puente de piedra mucho más modesto que el anterior pero lleno de encanto.

Sigue la ruta alternando la marcha por monte raso con zonas de arbolado cuya sombra se agradece en esta mañana en la que el calor del sol ya comienza a apretar aunque atenuado por la suave brisa que corre por estas alturas.

Legados a Castro Laboreiro rodeamos el pueblo para subir a O Castelo, una fortificación medieval que se encuentra prácticamente en ruinas y que conserva parte de sus murallas y dos monumentales puertas, de las cuales destaca la de A Porta do Sapo. De difícil acceso, para llegar hasta allí hay que escalar la fuerte pendiente que lleva a la cima del monte sobre el que se eleva el antiguo castillo desde donde se obtiene una espectacular panorámica de la sierra.

Bajando por la ladera opuesta, un estrecho caminito serpentea por el monte hasta llegar a la entrada del Miradouro do Castelo, el restaurante ya conocido por los muchachos de Sendereando en cuya mesa nos esperan sus especialidades Bacalhau com broa y Cabrito no Forno, manjares típicos de la casa acompañados de viños verdes y maduros que nos dejan listos para continuar por A Ponte Velha, un precioso viaducto sobre el río Laboreiro y seguir, tras un poco de carretera, por caminos rurales hasta el lugar de Seara, inicio y fin de la ruta de este lunes.


Datos de la ruta Distancia Duración Dificultad Tiempo
20,290 Km. 6 h. 24 min. Media Soleado 

Para ver el mapa y más detalles de la ruta hacer clic con el ratón aquí.

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